Altagracia: ¡Saúl! Date prisa - grite enojada, este hombre cree que tengo todo el día.
Saúl: ya voy... - llego a mi lado y me abrazo, Matamoros puso en marcha el carro y Saúl sobaba mi espalda - ¿te duele?
Altagracia: no que va, si estoy perfecta para ir a bailar – no pude evitarlo mirarlo con desagrado ¿enserio Saúl? Esto duele más que la mierda y él pregunta si duele...
Saúl: Perdón, pero es ... es que estoy muy... muy nervioso, es mi primera vez – le regalé una pequeña sonrisa y el apretó fuertemente mi mano mientras dejaba un beso en mi mejilla, me hacía muy feliz tenerlo a mi lado en ese momento soportando mi mal humor, de pronto tuve una fuerte contracción que me hizo gritar.
Altagracia: ¡MATAMOROS ACELERA EL MALDITO COCHE! - no aguantaba el dolor, creo que mi mente había bloqueado lo que sentí en el parto de Mónica, pero dios porque tiene que ser así, ¿no pueden salir y ya? Matamoros me miro por el retrovisor y una sonrisa se posó en su rostro, ¿acaso se burla de mí?
Matamoros: Doña vamos al máximo de velocidad
Saúl: amor mírame, toma mi mano y respiremos juntos – Saúl me dio la mano y yo casi se la saco por la fuerza con la que la apreté, el solo me miro y me besó.
Altagracia: en estos momentos te odio profundamente Saúl – no sé qué me pasó, pero me puse a llorar y lo abracé lo más fuerte que podía - todo esto es tu culpa
Saúl: si, es mi culpa, pero todo esto valdrá la pena, en unas horas nuestros hijos estarán con nosotros – me encanta, otro en su lugar estará molesto pero el solo soporta mi humor y que lo trate mal. Juro que no quiero, pero el dolor me tiene mal, amo a mis hijos, pero en este momento solo quiero que los saquen.
Llegamos al hospital y me dolía demasiado, ya había olvidado lo que se sentía estar a punto de dar a luz, en ese momento solo deseaba que los sacaran ya.
En mi interior tenía una mezcla hermosa de sentimientos, estaba feliz, emocionada, pero a la vez tenía miedo de no ser lo suficientemente buena para ellos, tenía miedo de no ser buena madre.
Saúl no se había despejado de mi en ningún momento, podía ver en su rostro el miedo, el nerviosismo, pero a la vez la felicidad que inundaba su alma, por fin tendríamos a nuestros hijos con nosotros, ya moría de ganas por ver sus caritas y saber si se parecían a mi o a Saúl. Paso una media hora o quizás un poco más cuando entro Gustavo, el momento había llegado.
Gustavo: Bueno Altagracia llego el momento... - levanto la mirada y se dirigió a Saúl, quien lo miraba con recelo - Saúl ¿te quedaras o esperaras afuera?
Saúl: claro que me quedo, ni loco dejo a mi mujer sola en estos momentos – me dio un poco de risa ver sus caras, Saúl estaba muy celoso, ni en estos momentos dejaba de celarme.
Gustavo: bueno ¿estas lista?
Altagracia: nací lista, solo sácalos ya
Gustavo: a la cuenta de tres pujas con todas tus fuerzas... 1, 2, 3
Altagracia: ahhhhhhhhhhhhhhhhh – puje con todas mis fuerzas en varias ocasiones, me dolía hasta el pelo.
Gustavo: vamos otra vez ... - volví a pujar mientras Saúl tenía mi mano entrelazada a la suya - ya veo la cabecita de uno, tú puedes Altagracia... - puje una vez más y sentí su llanto de inmediato unas lágrimas brotaron de mis ojos y de los de Saúl - ya esta es una hermosa niña... ahora un último esfuerzo.
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Nada es Eterno - COMPLETA
FanfictionDicen que en la vida nada es eterno, que todo tiene su final... pero ¿¡esto será totalmente cierto!? Hay personas y amores que se vuelven eternos en nuestros corazones, así como también lo hacen ciertos episodios de nuestras vidas que nos persiguen...