Capítulo 46 - Mi Palabra Vale

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Mónica: mamá, mamita despierta – escuchaba la voz de Mónica a lo lejos y de a poco recobro el conocimiento.

Altagracia: ¿qué me pasó? – lleve una de mis manos a mi cabeza mientras trataba de ver donde estaba - ¿Por qué lloran? – mire a Mónica y Saúl, ambos tenían lágrimas en sus ojos y me miraban con nerviosismo.

Mónica: nos preocupamos mucho por ti, de la nada perdiste el conocimiento. - su cara mostraba gran preocupación y miedo.

Saúl: amor te desmayaste y llevabas casi una hora inconsciente – Mónica miro a Saúl y sé que estos dos se traen algo y no me lo quieren decir – Gustavo ya viene en camino para que te revise a ti y al bebé. – en eso entra al cuarto un policía junto a Rosalba, él dijo que yo debía ir a dar mi declaración de inmediato a la delegación.

Altagracia: yo no iré a ninguna parte porque yo no hice nada.

Policía: Señora Sandoval es el protocolo, usted debe ir a declarar.

Altagracia: su protocolo no me interesa, ¿acaso no ve cómo estoy?

Policía: Doña no se resista, si lo hace será perjudicial para su condición legal, usted en este momento es la principal sospechosa por el asesinato de Yesenia Sandoval.

Altagracia: me importa un bledo, yo soy inocente y no iré a ningún parte con usted - el policía se acercó e intento tomarme de un brazo para esposarme - no me ponga una mano encima o se arrepentirá.

Saúl: mi mujer ira en cuanto se pueda y colaborará en todo – no me miro y solo acompaño al policía hasta la salida y regresó.

Altagracia: ¿acaso creen que yo maté a Yesenia? – no pude evitar exaltarme un poco al ver que ninguno decía algo. – su silencio lo dice todo, salgan de aquí ahora... LÁRGUENSE – Saúl se acercó y me beso en la frente.

Saúl: no pongas palabras en nuestras bocas, jamás dijimos eso... sé que no lo hiciste estuviste todo el tiempo conmigo – me aparte de él y lo mire con furia.

Altagracia: pero eso no quita que pienses que la mande a matar – las lágrimas querían salir, pero luche porque no salieran – sal de aquí

Saúl: no, no me iré... sé que en el pasado te falle y desconfié de ti, pero ahora es diferente, creo ciegamente en ti.

Altagracia: ya no sé qué creer, pero si dices que confías en mi porque te callas cuando deberías ser el primero en defender a la mujer que dices amar, a la madre de tus hijos.

Saul: lo siento, sé que me comporto como un imbécil pero aún me cuesta esto de reaccionar fríamente, ante todo, de ser racional y actuar de la manera indicada en momentos así... lamentablemente no soy como tú, tú puedes dejar tus sentimientos a un lado y pensar con la cabeza fría para que todo funcione, en cambio yo entro en colapso y no sé cómo actuar. – lo mire y sé que me dice la verdad pero aún me duele y me molesta que no sea capaz de defenderme como me gustaría que lo hiciera – sé que debí haberle dicho algo a ese hombre pero estaba en shock, Yesenia si bien no es una persona de mi agrado, está muerta y por si fuera poco están culpando a la mujer que amo, la madre de mis hijos como tu bien dijiste... me aterra la idea se verte tras la rejas injustamente o que nuestros hijos sufran porque tu no estés con ellos.

Altagracia: te entiendo pero necesito que cambies eso, sé que soy fuerte y que hay muchas cosas con las que puedo sola pero necesito tu apoyo, necesito saber que cuento contigo no solo en estas cuatro paredes, si no que en todo lugar yo tenga la certeza de que tu serias capaz de todo por mi así como yo soy capaz de todo por ti, yo no tengo miedo de ir por la calle defendiéndote y diciendo cuanto te amo... eso es todo lo que espero de ti y si no eres capaz creo que ya no podemos seguir juntos, no puedo estar 6 días a la semana bien y que en el último se presente algún obstáculo y no seamos capaz de sobrepasarlo juntos... ya estoy harta de luchar sola.

Nada es Eterno - COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora