Nada es Eterno - COMPLETA

Capítulo 35 - Otro Monkey

Mónica: Mamá, ¿Por qué no me dijiste que Daniel era uno de tus violadores? - todos miraron a Mónica sorprendidos, Saúl lo sabía, pero le preocupaba que Mónica lo supiera. Altagracia no sabía que decir.

Altagracia: ¿cómo te enteraste? - fue lo primero que salió de su boca, la verdad es que sospechaba como se había enterado su hija, pero necesitaba corroborarlo.

Mónica: Daniel me lo dijo, tuvo el descaro de decirme en mi cara que él había abusado de ti, que podría ser mi padre...

Altagracia: eso nunca me oíste, el jamás será tu padre, ni el, ni ninguna de esas bestias.

Saúl: mi amor cálmate

Altagracia: no me pidas que me calme, no ahora que el imbécil de Daniel volvió, quien se cree para venir a hablar con Mónica... Es un estúpido... Me va a oír, esto no se quedará así.

Mónica: mamá, no es necesario déjalo así, pero dime porque me lo habías ocultado... Creí que ya no habían secretos entre nosotras. – digo agachando su cabeza mientras algunas lágrimas rodaban por sus mejillas.

Altagracia: y no los hay chiquita es solo que no te quería cerca de él, sé que está arrepentido y que cambió, por eso le dije que se fuera lejos, además te conozco y sé que hubieras ido a hablar con él y saber si es tu padre ¿o no?

Mónica: no lo hubiera hecho, no si tú me lo pedías.

Altagracia: al igual que cuando te pedí que no fueras a ver a Lázaro a la prisión...

Mónica: eso fue un impulso, lo siento... Pero está bien, tienes razón y entiendo porque lo callaste, pero hay algo más...

Altagracia: ¿te hizo algo? ¿Qué pasó?

Mónica: no, no él no me hizo nada, pero me dijo que debíamos cuidarnos... En especial tú.

Altagracia: ¿yo? ¿por qué?

Mónica: me dijo que alguien muy cercano a ti te quería ver muerta y que toda tu familia está en riesgo.

Altagracia: no puede ser... - Altagracia tomo su bolsa y salió rápidamente del departamento sin decir ni una palabra, Saúl trato de detenerla, pero no pudo.

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Altagracia: ¡hola! Sabes si Daniel está en su oficina - le preguntó a un niño que estaba con su madre en uno de los pasillos.

Niño: ¿usted es la mamá de Mónica?

Altagracia: ¡Si soy yo!

Niño: pa Daniel si está... Le puede dar un abrazo de mi parte a Mónica, en la mañana no alcance a despedirme de ella. - dijo con una dulce sonrisa en el rostro.

Altagracia: claro que sí chiquito, bueno nos vemos luego tengo un poco de prisa, ¡adiós!

~ Altagracia entro rápidamente a la oficina, Daniel se giró al oír la puerta... Apenas vio a Altagracia en la puerta y su cara que mostraba toda la furia que sentía un miedo muy grande se apoderó de su cuerpo. ~

Altagracia: ¿por qué demonios volviste? Habíamos quedado en que te perdonaba la vida si no volvías nunca.

Daniel: lo siento, sé que rompí mi promesa, pero necesitaba volver, extraño la fundación, pero sobre todo debía hablar con Mónica.