Altagracia: te das cuenta que ese imbécil me quiere destruir – dije parándome de la cama con furia.
Saúl: eso no pasara, para algo estoy yo y te prometo que encontrare la forma de callarle la boca. – me abrazo fuerte y acariciaba mi espalada tratando de tranquilizarme.
Altagracia: no, eso lo hare yo misma en este preciso instante
Saúl: ¿qué piensas hacer?
Altagracia: ese imbécil quiere verme la cara, pues eso tendrá y te juro que no me quitará ni un solo peso – me metí al baño para tratar de relajarme un momento antes de ir a ver a ese desgraciado.
Realmente el dinero me importa bien poco, la empresa me dolería perderla porque por años ha sido mi refugio, mi motivación para seguir. Sin la Constructora Sandoval, La Doña no existiría y probablemente yo tampoco... pero esto iba más allá de eso, permitir que Lázaro me arrebatara algo seria como regresar el pasado donde él tenía el poder y lo utilizaba para doblegarme, esta vez no sería así, nada es eterno... la época en la que le tenía miedo ya paso.
Arreglé el bolso de mis hijos y me preparé para salir, Saúl no estaba muy de acuerdo en que lo hiciera, pero aun así estaba conmigo.
Subimos a la camioneta y nos dirigimos a la vecindad, solo nos acompañaba paula, la niñera de mis hijos para que ella cuidara de ellos mientras yo hacía lo que debía.
Apenas llegamos nos bajamos de la camioneta y entramos a la vecindad, Saúl sostenía mi mano y me daba fuerzas, apenas entre a ese lugar cientos de recuerdos llegaron a mí y podía sentir la mirada de todas esas viejas chismosas, la niñera se dirigió al departamento de mi suegra para quedarse ahí con los niños mientras Saúl y yo fuimos directamente al departamento de Lázaro, tocamos la puerta y abrió Yesenia, sin esperar nada entre.
Altagracia: ¿se puede saber que pretendes con esta demanda? – estaba Felipe, Lázaro y Yesenia, los tres me miraron de pies a cabeza.
Lázaro: está claro, quiero quitarte todo lo que me robaste – solté una carcajada y lo fulminé con la mirada.
Altagracia: no me hagas reír por favor, tú me diste todo eso... me lo regalaste y sabes muy bien porque lo hiciste. – me miro avergonzado, en el fondo él sabía muy bien lo malo que me hizo.
Felipe: Altagracia ya basta, tu destruiste a este hombre de la misma manera en la que lo haces con todo lo que te rodea, no eres más que una prostituta que se vende por un poco de poder y dinero – me acerque y le di una cachetada que me dolió hasta a mí pero no alcance a decir nada cuanto Saúl ya estaba frente a propinándole un golpe en el rostro que lo tumbo en el suelo.
Saúl: tú te callas y respetas a mi mujer...- me interpuse entre ellos o estoy segura de que Saúl lo mataría a golpes - un insulto más y te mato aquí mismo animal
Yesenia: yo no entiendo porque la defiendes, esta mujer es mala
Lázaro: ya lo envolvió con sus encantos, lo cuales Felipe y yo conocemos muy bien... - dijo con una sonrisa en su rostro que solo me genero asco.
Saúl: tú también te callas, no crees que es de poco hombre hablar así de una mujer, la cual de paso en algún momento fue tu esposa, aunque nunca la viste así siempre la trataste como un objeto. – estaba furioso, lo abrace y trate de calmarlo, lo necesitaba bien para que me apoyara.
Felipe: ¿por qué no hablas con la verdad de una buena vez? y le devuelves a Lázaro lo que le pertenece.
Altagracia: a Lázaro no le pertenece nada de lo que tengo... - respire profundo y me acerque a ellos - y si quieren hablar con la verdad está bien hagámoslo
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Nada es Eterno - COMPLETA
FanfictionDicen que en la vida nada es eterno, que todo tiene su final... pero ¿¡esto será totalmente cierto!? Hay personas y amores que se vuelven eternos en nuestros corazones, así como también lo hacen ciertos episodios de nuestras vidas que nos persiguen...