Capítulo 64 - Anastasia A Salvo

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Saúl: ¿esas bolitas son nuestros hijos? - preguntó emocionado mientras una fina capa de lágrimas se formaba en sus ojos.

Doctor: así es Saúl, esas "bolitas" como tú dices son sus hijos ¿quieren saber el sexo?

Altagracia: no les digas así idiota, te van a oír y quedarán traumados por culpa de su padre. - lo mire seria y el solo se reía junto al doctor - y claro que queremos saber el sexo de los bebés. - el doctor asintió y comenzó a mover aquel aparato por mi abultado vientre. Ya tengo casi 6 meses de embarazo y la emoción no cabe en mi cuerpo... Si bien la noticia de que son gemelos fue chocante porque gracias a dios el dinero no es un problema en nuestro caso aun así son 4 niños que necesitan atención, cuidados, formación, educación y sobre todo amor, aunque eso no le faltará nunca a ninguno de mis hijos.

Una vez salí del shock me enamoré de mis hijos y de la idea de tener una familia numerosa con el hombre que tanto amo.

Doctor: bueno, estas cercana a las 24 semanas de gestación, la posición de ambos es muy buena, hace pocos días se empezaron a mover y a pesar de las condiciones de la madre este mes han crecido muy sanos... - al oír sus palabras no pude evitar sentir alegría, ya que a pesar de todo lo malo de este mes mis bebés se aferraron a mi cuerpo para seguir creciendo y si todo sigue bien en 3 meses los tendré entre mis brazos.

Altagracia: ¿tendrán alguna secuela por mi salud este mes? - cuestioné un poco preocupada.

Doctor: no, no deberían tener ningún problema solo desde hoy debes hablarles y estimularlos ya que llevan un mes sin sentir a su madre y debes fortalecer el apego con tus bebés. - yo solo asentí con la mirada y Saúl tomo mi mano y depósito un dulce beso en mis nudillos. - bueno ahora veremos si se dejan ver... Eureka! Aquí están. ¿Les digo?

Ambos: ¡por supuesto! - ambos teníamos una ansiedad grandísima por saber el sexo de los nuevos integrantes de la familia.

Doctor: ¡Felicidades tendrás dos hermosos niños! - volteé a ver a salud y las lágrimas caían por sus ojos sin control. Yo no tarde mucho en derramar lágrimas.

La emoción era bastante, sin duda el sexo no era tan relevante el simple hecho de saber que eran mis hijos bastaba, pero el saber que son dos nenes, que ya podremos escoger sus nombres, decorar sus habitaciones y comprarles sus cosas.

Saúl: amor tendremos dos... ¡¡Dos niños!! - la emoción en su voz era todo para mí, me llenaba el alma el saber que estaba igual de emocionado que yo.

Altagracia: si mi amor, creo que tu buena puntería nos está haciendo muy felices otra vez jajaja - todos reímos por mi comentario y ambos nos fundimos en un fuerte abrazo que me hubiese gustado mantener por horas, volver a estar entre sus brazos era los mejor del mundo.

Doctor: bueno Altagracia ya debes volver a tu habitación para permanecer en reposo y observación. No debes avisar ya que recién despertaste y tu cuerpo aún está débil, a pesar de eso tus valores están muy bien.

Altagracia: pero yo necesito ir a ver a mis hijas, necesito saber que están bien - dije con angustia y un poco de enojo.

Saúl: y lo harás mi amor, pero debes cuidarte, ve a reposar unas horas y yo iré a ver cómo va todo. Te juro que apenas salgan del quirófano iré a verte para darte noticias.

Altagracia: está bien... ¿No me queda de otra cierto? - ambos a sintieron y me acompañaron hasta la habitación - amor por favor mantente informada sobre todo lo que pase con las chicas. - no podía evitar estar angustiada, se trataba de mis hijas... Mis dos princesas estaban en riesgo y de esa operación dependía la vida de mi bebé. Aunque aun no entiendo porque la operación la hicieron hasta ahora, ¿por qué Mónica estaba tan delicada de salud? ¿Qué es eso que no me dijo Saúl? Se que me están ocultando algo y lo averiguar, pero en este momento solo pudo que mis nenas estés a salvo para así poder ser al fin esa familia feliz que por tanto tiempo he tratado de tener.

Nada es Eterno - COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora