Saúl POV
Altagracia: ¿te gusta? - me miró a los ojos y en ese segundo las palabras apenas salían de mi boca.
Saúl: MMM ... Me ... Me encanta - sus ojos brillaban de una manera particular y a la vez reflejaban tanta pasión y deseo que me volvió loco el solo hecho de verla a la cara.
Me tenía amarrado a una silla frente a la barra de la cocina mientras ella está sobre la encimera con una lencería color negro que la hacía lucir espectacular.
Movía su cuerpo sobre ese mueble de una manera excepcional y yo estoy sufriendo por no poder tocarla en este instante, traté de soltarme para poder acariciarla, pero no lo permitió.
Altagracia: alto ahí, ya te dije que la regla es que no puedes tocarme hasta que yo diga o tendrás castigo.
Saúl: acepto cualquier castigo, pero no me torturas así...
Altagracia: tu castigo no será algo lindo para ti, si rompes la regla cerraré mis hermosas piernas por una semana y tú bien sabes que no amenazo en vano. - mis ojos se abrieron como platos, de solo imaginarme estar una semana en la misma cama que ella sin poder hacerla mía me desesperó, porque sé muy bien que Altagracia es capaz de tenerme a dieta con tal de que se cumpla su voluntad.
Saúl: ¿una semana? - soltó una fuerte carcajada al ver mi reacción, esta mujer es malvada pero así la amo - eso es mucho tiempo ojitos, que hago yo una semana si poder hacerte mía... suficiente tengo con que tengamos miles de interrupciones cuando estamos en casa.
Altagracia: ya sabes que debes hacer para evitar el castigo, tú eliges cachorro. - dijo eso y se sentó en mis piernas y comenzó a mover sus caderas en círculos sobre mi entrepierna, mi fue compañero se emocionó de inmediato y como no si tengo enfrente a una diosa, la cual con tan solo una mirada es capaz de excitarme.
Se puso de pie y se volteó dándome una vista inmejorable de su trasero mientras desabrochaba su brasier lentamente, se giró nuevamente y dejó caer su prenda, de inmediato sus hermosísimos senos rebotaron sobre su pecho y ¡Dios mío! En ese momento conocí el paraíso.
Saúl: no sabes cuánta envidia les tengo a nuestros hijos - dije sin poder quitar mi vista de sus redondeados senos. - debería ser ilegal tener ese cuerpazo, quisiera chuparte cada rincón de tu cuerpo.
Altagracia: ay Saúl, eres un vulgar.
Saúl: lo siento, es que estando así contigo se me olvidaba todo. - terminé de hablar y se agachó delicadamente y paso sus manos por mis piernas hasta llegar a mi miembro el cual acarició por sobre la tela del bóxer, mi amigo pegó un brinco de felicidad y ella solo me regaló una pícara sonrisa. De pronto se sentó sobre la encimera y abrió de manera muy sexy las piernas y llevo una de sus manos a su seno y la otra a su feminidad, comenzó a acariciar su cuerpo mientras me observaba con mucha osadía. Yo solo quería desatarme y estar sobre ella devorándola, pero no tenía manera de soltarme.
Verla desnuda sobre ese mueble tocando su cuerpo era mejor que cualquier sueño que podría tener, se bajó y se acercó a mí, beso mis labios suavemente y con su lengua rozo desde mi nariz a mi entrepierna. Cuando llegó ahí pasó su lengua por toda la extensión de mi pene que ya estaba más que duró, me dolía de tan erecto que estaba.
Altagracia: ¿Sabes? creo que iré por vino.
Saúl: ¿Y me dejarás aquí? ¿Así?
Altagracia: ay no seas exagerado ya regreso. - se fue hasta el bar por una botella de vino caminando sensualmente, dios está mujer acabará conmigo. - ya estoy aquí ¿Quieres? - me pregunta yo mientras alzaba la botella de vino.
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Nada es Eterno - COMPLETA
FanfictionDicen que en la vida nada es eterno, que todo tiene su final... pero ¿¡esto será totalmente cierto!? Hay personas y amores que se vuelven eternos en nuestros corazones, así como también lo hacen ciertos episodios de nuestras vidas que nos persiguen...