Capítulo 26 - Secuestro Express

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Altagracia: ¿cómo que Isabela desapareció?

Saúl: Regina llamo recién y me pidió que te avisara, ella ya va rumbo a la delegación – no esto no puede ser, mi niñita no puede estar desaparecida.

Altagracia: pero ¿cómo sabe?

Saúl: dice que salió por la mañana y hace una hora la llamaron y le dijeron que la tenían – mis nervios se alteraron de inmediato, luchaba por mantener mis lagrimas a raya, pero se me hacía imposible, esa niña era más que mi sobrina, es como mi hija y si algo le pasa no sé lo que haríamos Regina y yo.

Mónica: yo estuve hoy en la tarde con Isabela – Saúl se acercó a mí y me abrazo para tratar de calmarme, aunque eso era muy difícil.

Altagracia: ¿dónde?

Mónica: estuvimos en un café no muy lejos de aquí, platicamos un momento y luego se fue, dijo que se vería con una amiga. – me acerque a mi bolso y tome mi celular rápidamente mientras Mónica y Saúl observaban cada uno de mis movimientos.

Saúl: ¿a quién llamas? – pregunto un poco extrañado.

Altagracia: a la niñera... yo tengo que ir a la delegación – hable con la niñera, le dije que viniera de inmediato si bien era su día libre, necesitaba urgente que cuidara a los niños para poder ir con mi hermana.

Saúl: y si vamos mañana, ya es muy tarde, tu aún debes descansar – lo fulmine con la mirada.

Altagracia: ni se te ocurra pedirme que me quede aquí mientras mi hermana está sola en esa delegación y mi sobrina está desaparecida en manos de quizás que psicópata. – le escupí con rabia, está loco si cree que me quedare aquí de brazos cruzados como una mujercita estúpida.

Saul: ok, lo siento, pero yo iré contigo – tomo mis manos y me regalo una sonrisa. Eso era lo que necesitaba, su apoyo no sus cuestionamientos.

Mónica: yo también los quiero acompañar – pude notar la preocupación de Mónica por Isabela y eso me agradaba, significaba que le tenía cariño a su prima. No arreglemos, le di las instrucciones a la niñera y nos fuimos.

Salimos de la casa con dirección a la delegación para hacerle compañía a mi hermana y esperar noticias de Isabela, apenas llegamos corrí para abrazar a mi hermana, me sentí un poco mal porque yo estaba tan concentrada en el hecho de que Mónica estaba conmigo que ni siquiera me percaté que había salido de casa.

Estuvimos un tiempo ahí, yo hable con los jefes de policía para agilizar las cosas, en estos momentos cualquier influencia servía para que las cosas se hicieran más rápido, nos dijeron que apenas tuviesen noticias nos hablarían por lo cual nos fuimos a casa, mi hermana estaba con el corazón en la mano, su mirada estaba perdida y solo sabía llorar. Y es lógico, es su hija de quien estamos hablando, es la luz de sus ojos la que está desaparecida.

Estábamos en la sala, yo la tenía abrazada, Saúl estaba hablando con su amiga la detective para tratar de encontrarla rápidamente, Mónica estaba con sus hermanos que justo en ese momento habían despertado y yo... yo estaba tratando de mantener la calma, mi sobrina es muy importante para mí y si le pasara algo sería un golpe demasiado duro, tengo miedo de que le ocurra algo malo.

Llamaron a la puerta y Rosalba fue rápidamente a abrir, sentí que se abrió y de inmediato sentí alguien correr hacia nosotras, apenas me gire un poco mis ojos se cristalizaron al ver a Isabela acercándose a nosotras, nos abrazó fuertemente y las tres llorábamos como si no existiera un mañana...

Nada es Eterno - COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora