Capítulo 48 - Amenaza Mortal

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Doctor: necesito que se calme señora Sandoval, en estos momentos usted debe ser fuerte por su hija...

Altagracia: ¿qué me está queriendo decir con eso?

Doctor: hicimos todo lo posible pero el bebé no sobrevivió, era muy pequeño aun y la paciente recibió un impacto muy fuerte en el vientre.

Altagracia: no, esto la va a destrozar... - no pude evitar romper en llanto al oir las palabras del doctor.

Doctor: por eso mismo ustedes como familiares deben apoyarla para superar la pérdida del bebé, además es muy factible que no pueda volver a embarazarse. – oír al doctor decir que mi nieto ya no esta y que posiblemente Mónica no pueda ser madre me rompe el corazón.

Ella estaba muy emocionada con su embarazo, ahora ¿Cómo le diré que su hijo ya no está? Yo comprendo ese dolor, se lo que se siente perder a un hijo, no verlo crecer y saberlo muerto... yo me volvería loca si uno de mis hijos se muere y en este momento me duele mucho la muerte de ese bebé, era mi nieto, mi primer nieto y si bien aun soy muy joven para que alguien me llame abuela, ya me estaba haciendo a la idea de tener un bebé mas en la casa, un niño que pudiera hacerle compañía a mis hijos... pero bueno ahora solo me queda ser fuerte por mi hija y por nuestra familia en general, si dios quiere ella podrá ser madre más adelante... quizás aún no estaba preparada para esa etapa.

No les voy a negar que seguía muy alterada por la noticia y por el estado de salud de mi pequeña, porque eso es, para mí siempre será mi princesa, mi bebé, esa niña que llore por años y que ahora sufrirá como quizás yo lo hice algún día.

El doctor se acercó a mí y no logre descifrar su rostro ni su mirada.

Doctor: Señora Sandoval, su hija acaba de despertar y pidió verla. – una pequeña sonrisa se formo en mi rostro al saber que ya estaba mejorando.

Altagracia: ok doctor ¿puedo pasar cierto?

Doctor: si, solo le pido que procure no alterarla – mire a Saúl y él se acercó a mi rápidamente con una cara de preocupación que el doctor notó – ¿todo bien?

Saúl: si es solo que mi mujer está embarazada y tampoco le hace bien alterarse – le dijo al doctor, quien me miro un poco sorprendido – amor por favor, tú también debes relajarte... allá adentro trata de estar calmada por ella y por nuestro bebé – beso mis labios y yo asentí con la cabeza para luego seguir al doctor hasta la habitación de Mónica.

Doctor: ¿cuantos meses tiene? – pregunto bastante interesado.

Altagracia: casi tres ¿Por qué la pregunta? – se puso nervioso de inmediato cuando mi vista conecto con la suya.

Doctor: disculpe si la incomode es solo que no se le nota aun su embarazo, de hecho, jamás me hubiera imaginado que Mónica fuese su hija... con el respeto que usted merece le digo que es una mujer muy guapa y se ve muy joven. – acaso este doctor me esta coqueteando, dios ni a un a embarazada respetan jajajaj, esto de ser irresistible ajajja.

Altagracia: gracias por su alago, la verdad es que tuve a Mónica muy joven.

Doctor: pero ahora se ve que esta feliz por la llegada de ese bebé, me imagino que están felices por la llegada de un nuevo integrante a su familia. – dijo con una tierna sonrisa mientras observaba mis labios.

Altagracia: pues si estamos muy felices, me hubiera gustado esperar a que mis hijos crecieran un poco más, pero así se dieron las cosas. – vi como sus ojos se abrieron como platos al oír que tengo más hijos.

Nada es Eterno - COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora