Capítulo 52 - Diagnóstico

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Antes de que empiece el capítulo quiero agrade erles profundamente a todos los que leen esta historia, que votan y que comentan... Sin duda me alientan a seguir y despiertan un gran nivel de amor en mi corazoncito.
Los amo a todos porque ya estamos en los 8.92k lectores... Soy inmensamente feliz, jamas crei llegar tan lejos con esto y eso es gracias a ustedes.
P.D: gracias por la paciencia que me tienen... Se que las hago esperar pero tengo mil weas que hacer... Eso bye... Disfruten el capítulo y la VIDA. 😍😘😘

Altagracia: Nuestra hija esta en la clínica - saúl me miro y sus ojos se cubrieron de inmediato por una fina tela de lágrimas al igual que los míos.

Saúl: ¿pero que tiene? Tasi tiene que estar bien, debe estar bien - dijo mientras me abrazaba para tranquilizarme aunque creo que lo decía más para él que para mi.

Yo seguía en silencio, trataba de procesar el hecho de que mi hija, mi bebé está enferma. Ambos desde que nacieron han sido muy sanos, no veo porque ahora de la nada mi niña se enferma.

El miedo me esta consumiendo, pero debo moverme para poder estar la clínica con mis niños.
Salimos de la con dirección al hospital, apenas llegamos me bajé y fui corriendo a buscar información.

Altagracia: hola, necesito saber donde esta Anastasia Aguirre - dije con un nudo en la garganta mientras Saúl sujetaba mi mano. La recepcionista nos indicó el lugar donde la estaban atendiendo, ambos rápidamente subíamos y al llegar vimos a mis suegros, matamoros y santi, quien estaba con su rostro empapado en lágrimas.
Saúl lo tomó en brazos para intentar calmarlo mientras yo hablaba con sus padres.

Jaime: nos asustamos mucho, de la nada le subió mucho la temperatura y comenzó a vomitar, su carta estaba pálida y apenas respiraba... Yo... Yo no quiero que le pase algo a mi nieta - dijo al borde del llanto, creo que jamás lo había visto así, tan vulnerable.

Altagracia: mi niña!! ¿Y donde carajos está el doctor?

Azucena: Cariño no te alteres, no le hace bien al bebé ni a ti, recuerda tus problemas de presión...

Altagracia: lo sé pero no pueden pedirme que me calme cuando no se si mi hija esta bien o no!
Acaso ninguno de estos doctores vendrá a darme razón de mi hija - esto último lo dije con un tono de voz bastante alto, pero no puedo hacer nada contra eso, estoy desesperada... Necesito verla y que alguien me diga que todo estará bien, que podré tomar a mi pequeña y llevarla a casa con su familia.
Sin darme cuenta una enfermera están a mi lado hablándome.

Enfermera: no se puede gritar aquí, es un hospital no una feria.

Altagracia: mira muchachita estúpida mejor cierra tu boca y no me hables así, a no ser de que quieras que este sea tu último día de trabajo. - dije bastante enojada, ¿quien se cree esta estúpida? ¿Con que derecho me habla de esa manera? ¿Acaso no sabe quién soy? 

Enfermera: ¿me está amenazando? Creo que tendrá que salir del lugar, no es más que una vieja histérica, ridícula y escandalosa que se cree muy fina - en ese momento no pude evitar soltar una carcajada, esta mujer si que esta en problemas. 

Altagracia: creo que será lo contrario corazón, la que mañana mismo estará de patitas en la calle si no hace bien su trabajo serás tú, así que ve por un médico que me de información de mi hija. 

Enferma: yo no tengo porque hacer lo que usted dice. 

Altagracia: claro que tienes porque soy tu maldita jefa! - la idiota abrió sus ojos como platos y su cuerpo tembló un poco. - y en este preciso instante no tengo ni el tiempo, ni mucho menos el humor para tratar con imbéciles como tú. 

Nada es Eterno - COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora