Capítulo 56 - Tengo Que Salir De Aquí

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Altagracia POV

Logró abrir mis ojos con mucho esfuerzo, miro a todos lados pero no logro distinguir nada. Tengo la vista borrosa pero de a poco logró mejorar mi visión y me doy cuenta de que estoy en un cuarto bastante obscuro y pequeño, no sé oyen ruidos, ni veo alguna manera de salir ya que la única puerta que hay de seguro está con llave y las ventanas están bloqueadas con madera.
Trato de zafarme de mis amarres pero están demasiado apretados. De pronto recuerdo que yo iba a buscar a mis hijas, mis princesas están secuestradas y ahora no tengo como ayudarlas, necesito salir de este lugar y rescatarlas, no me perdonaría jamás que algo les pasara por mi culpa, porque Saúl tiene razón, esto es mi culpa, yo he atraído todos estos peligros a nuestras vidas, pero juro que jamás fue mi intención que mi familia resultara dañada por esto... No quiero que les pase algo, si mis hijas sufren yo sufro mucho más y no me lo perdonaría.
Sigo sin oír nada a mi alrededor y eso me perturba, solo puedo pensar en Saúl y mis hijos. ¿Será que el se dio cuenta de que no estoy? o ¿estará enojado conmigo?, se que lo traté mal, que no debí darle esa cachetada pero el también me ofendió. Creí que ya habíamos superado la etapa de las recriminaciones y desconfianzas, pero veo que siempre estarán entre nosotros, a pesar de eso quiero convencerme de que solo fue por el estrés del momento y por la rabia que lo tenia cegado, en este momento deseo con todas mis  fuerzas  volver a verlo, así sea para discutir pero lo amo tanto que hasta nuestras peleas me encantan, quisiera estar con el y mis hijos lejos de toda esta mierda, de todo este dolor....

Estaba sumida en mis pensamientos cuando escuche un ruido, al parecer era la puerta abriéndose.... logre distinguir la sobra de un hombre bastante grande, pero desconocido para mi, pero mi mirada no tardo mucho en posarse en la persona que estaba atrás de el...

Altagracia: ¡¡Monica!! - grite desesperadamente y mis ojos se llenaron de lagrimas al ver a mi hija, la traían con una capucha en la cabeza pero su cuerpo se veía bastante maltratado y su ropa muy sucia. 

El hombre la empujo bruscamente y logro que cayera al suelo, para luego quitarle la capucha dejándome ver su cara con algunos golpes. Al verme soltó el llanto y mi corazón se partió, quería correr para abrazarla y decirle que saldríamos de ahí pero no podía soltarme.

Mónica: Mamá... Mamá estas aquí.

Altagracia: claro que estoy aquí, no podía dejar a mis bebés solas - las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas - hey tú... ¿Donde esta mi otra hija?

Nn: el jefe la traerá en un rato más.. Por ahora agradece que te trajimos a una - sin decir más se fue por donde ingreso y Monica se acerco a mi rápidamente.

Mónica: ¿te hicieron algo más? ¿Mi hermanito esta bien? - dijo esto último mirando mi vientre

Altagracia: solo me amarraron aquí pero a ti... Mira como te dejaron mi amor - ella logro soltar mis manos pero mis pies están con cadenas por lo cual se le hizo imposible, pero al menos ya podía abrazarla y acunarla en mi pecho. - saldremos de aquí lo prometo. ¿Viste a los que te trajeron aquí...?

Mónica: si... Por lo que escuché uno se llama francisco - otra vez ese maniático. - ¿lo conoces? - su pregunta me tomó por sorpresa pero debía hablarle con la verdad.

Altagracia: si, desgraciadamente lo conozco

Mónica: ¿quien es? ¿Por qué nos quiere hacer daño?

Altagracia: realmente es "me quiere hacer daño", solo te esta usando a ti y a tu hermana para dañarme y estoy segura de que lo haría con cualquier persona cercana a mi.

Nada es Eterno - COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora