Capítulo 39 - ¡El Padre Biológico!

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Saúl: amor, ¿podemos hablar? - Altagracia lo miro y se dio vuelta acomodándose en la cama dándole la espalda a Saúl sin decir ninguna palabra - amor por favor hablemos, lo que dije allá abajo fue solo porque estaba enojado y celoso... Ya no sigas enojada por favor.

Altagracia: ¿Cómo quieres que no esté enojada? Si te molestas por algo que pasó hace mucho tiempo y de paso pones en duda mi amor por ti... me trataste como si fuera una prostituta que solo piensa en el dinero de los hombres con los que duerme. - trataba de no llorar, pero se le hacía imposible, le dolía que Saúl le hablara de esa manera. - me duele mucho que después de todo lo que hemos vivido sigas dudando de mi

Saúl: amor sé que me equivoqué, que no debí hablar así, pero te juro que no volverá a pasar. - se acercó a ella y la abrazó, Altagracia trato de alejarse, pero al sentir su calor no opuso resistencia y correspondió al abrazo - ya no llores, me siento terrible al ver que estás así por mi culpa - las lágrimas de Saúl no tardaron en brotar, se sentía como el más imbécil por hacer llorar a la mujer que ama.

Altagracia: eres un estúpido, siempre terminas haciéndome daño de alguna u otra forma, te odio imbécil - dijo mientras le golpeaba los brazos.

Saúl: y yo a ti te amo, perdóname amor, nunca más lo juro.

Altagracia: otra vez y esto se acaba Saúl, no puedo estar sufriendo siempre por ti.

Saúl: lo sé amor y yo tampoco quiero que sufras más por mí, te prometo que controlare mis celos, es que ese tipo te comía con la mirada y me enerva saber que tú y él tuvieron algo.

Altagracia: pues te lo aguantas, así como yo aguanto ver a mujeres que han tenido sus amoríos contigo, porque eras un mujeriego y eso no puedes negarlo.

Saúl: no lo niego y está bien ambos debemos aceptarnos con nuestros pasados amorosos. - la beso profundamente - te amo no lo olvides.

Altagracia: yo también te amo y no lo vuelvas a poner en duda. - Altagracia seguía llorando y no entendía por qué.

Saúl: amor ¿porque sigues llorando? ¡No me gusta verte así! - con sus manos limpiaba las lágrimas que caían por sus mejillas.

Altagracia: ya no sé ni porque lloró, estoy demasiado sensible y no sé por qué.

Saúl: tranquila, mejor vamos a la cama sí.

Altagracia: iré a ver a los niños. - se estaba poniendo de pie cuando Saúl la detuvo.

Saúl: los niños ya se durmieron, Regina los llevo a la habitación, mejor quédate conmigo regaloneando.

Altagracia: de igual manera quiero verlos, les daré su besito y vuelvo si - le dio un beso en la comisura de los labios y salió de la habitación, al llegar a la recámara de sus hijos y se quedó observándolos mientras dormían plácidamente. - mis bebés hermosos, sin ustedes mi vida sería tan distinta... Los amo más de lo que se pueden imaginar, ustedes, su hermana y su padre son los tesoros más grandes de mi vida, aunque ustedes escogieron un padre bastante tarado que me hace llorar mucho pero aun así no puedo dejar de amarlo. - beso las frentes de sus pequeños y se fue hasta su habitación.

Saúl: ¿así que los niños escogieron un padre tarado? - se acomodó en la cama y le señaló su costado para que se recostara junto a él. Altagracia se acostó a su lado y lo abrazó.

Altagracia: así que el licenciado Aguirre me estaba espiando y pues sí, los niños escogieron a un baboso como padre.

Saúl: más bien ambos escogimos a esos niños... - la abrazó más fuerte y besó su frente. - ambos llegaron sin esperarlos, pero en el momento perfecto.

Nada es Eterno - COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora