Capítulo 89 - Todo Mejora

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Altagracia POV

Saber que saúl despertó y que esta conmigo me devolvió el alma al cuerpo, al fin puedo estar en paz y con mi familia completa.

Creo que todo lo que hemos pasado ha sido por algo, todo ha tenido un sentido, y eso lo confirmó cada vez que esos hermosos ojos color café que amo con la vida. Ese par de ojos logran mantenerme con los pies en la tierra mientras mi mente flota en un mundo imaginario donde solo existe el, yo y nuestro amor.

Hace dos días que esta despierto y ya toda la familia está al tanto, pero lo que me tiene muy ilusionada es que hoy le dan el alta y lo llevaré a casa para que al fin vea a los niños.

Saúl: ¿Amor en que piensas? - dice Saúl sentado en la camilla mientras yo ordenó su bolso.

Altagracia: estoy pensando en lo feliz que soy ahora que estas de vuelta... Esos dos años fueron una eternidad para mi y para toda la familia. - terminé el bolso y me acerque hasta el para tomar su mano entre las mías - Te amo, y lo que deseo en este momento es... - no pude terminar ya que mi adorable esposo me interrumpió

Saúl: es que te haga el amor verdad - solté una sonora carcajada y el me miro un poco mal.

Altagracia: ni en tus mejores sueños cariño - el rapidamente me jalo hacia el y sin permitirme decir algo me beso apasionadamente. Mi corazón empezó a latir con fuerza y juro que si no fuera por su salud y porque estamos en un hospital le haría el amor aquí mismo, pero no se puede. - si te deseo amor, claro que lo hago... Han sido dos años sin ti, pero en este momento deseo ver la cara de los niños cuando te vean... Los 5 estarán muy felices. - una sonrisa boba se poso en mi rostro, pero en lo de esl pude ver una pizca de miedo - ¿que pasa? ¿Por qué esa cara?

Saúl: ¿y si no me quieren? ¿Que pasa si se olvidaron de mi? - algunas lágrimas cayeron por sus mejillas y yo me apresure a secarlas.

Altagracia: mi amor no digas tonterías, ellos te adoran. Yo siempre me encargue de mostrarle fotos tuyas y nuestras, le hable de ti, de lo mucho que los amas a todos y que sin importar que estarías siempre con ellos de una u otra manera. - tome su rostro ente mis manos y lo besé - no te preocupes... Pase lo que pase estamos juntos y eres un padre excelente, eso sin duda es una gran ventaja mi amor.

Luego de unos minutos llegó Matamoros y el doctor. Ambos me ayudaron a poner a Saúl en la silla de ruedas para poder irnos a casa y dejar que todo comience a tomar su rumbo, ese que nunca debió cambiar, pero la vida desgraciadamente no siempre es como la queremos.

Tras una hora de viaje llegamos a casa. El momento más ansiado había llegado, por fin Saúl podría abrazar a sus hijos, estar en nuestra casa y poder vivir al fin la vida como siempre hemos querido, sin enemigos, sin dolor, sin más barreras en nuestra relación.

Altagracia: ¿estas listo? - le cuestione mientras nos dirigíamos a la puerta de la casa. El solo asintió con nerviosismo y yo seguí empujando la silla de ruedas.
Ingresamos a la casa y ahí estaban todos esperándonos con unas enormes sonrisas en sus rostros, los mellizos y Elena corrieron velozmente hacia su papá apenas lo divisaron.

Santiago: Papá
Anastasia: Papitooooooo.
Elena: volviste

Los tres los brazaron y lo llenaron de besos mientras que Saúl lloraba de emoción al ver a sus 3 hijos.

Saúl: están enormes, mis bebés hermosos no saben cuanto lo extrañaba - los aferro fuertemente a su pecho y las lágrimas caían por sus ojos sin control - ¿ustedes me extrañaron?

Todos: mucho papi.

Altagracia: Ale, Seba... Vengan acá - los niños se acercaron un poco tímidos, algo muy raro en ellos sin duda, pero es comprensible... Tienen enfrente a un hombre que si bien saben que es su padre por la fotos, no lo han visto nunca antes - miren el es su papá, el como les dije a todos estuvo muy enfermito, pero ya esta bien y desde ahora estará todo el tiempo con ustedes - ambos me miraron con ilusión y se acercaron a saúl dándole un fuerte abrazo.

Nada es Eterno - COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora