Le Strange

4. Sra. Stella

Narra Elliot...

Terminamos el almuerzo y de una de las puertas del fondo entraron dos agentes y detrás de ellos una mujer, como de treinta años, usaba un largo vestido negro que le cubría hasta el cuello, su cabello oscuro y sus ojos negros le daban un aspecto mucho más tenebroso.

- ¿Ella quién es? Se ve algo tétrica y malvada- susurré a Sakura.

- Ella es la dueña, la Sra. Stella. Y no sólo se ve tenebrosa y malvada, ES tenebrosa y malvada- Sakura habló algo temerosa.

- Como todos saben hay un compañero nuevo entré nosotros, Elliot Hamilton, quiero que lo traten como igual- dijo seria.

- En verdad da miedo- susurré temeroso.

La Sra. Stella camino despacio hacía nosotros y con delicadez me tomó del hombro, y me levantó de mi asiento.

- Necesitamos hablar Elliot. Vamos a mi despacho- dijo rodeando mis hombros con su brazo y empezó a caminar hacía la puerta.

Gire mi cabeza para ver a Axel y a Sakura, ellos sólo levantaron su dedo pulgar como forma de decir que todo estaría bien. Salimos del comedor y caminamos por un largo pasillo, al fondo de este estaba la oficina de la Sra. Stella. Abrió la puerta, dentro de la oficina había un hombre, como de unos treinta años, alto, robusto, con cara de mal genio, cabello negro tan negro como el de la Sra. Stella. Vestía un pantalón negro, y una camisa de vestir blanco con delgadas líneas grises y una gabardina negra.

- ¡Quién es él?- pregunté algo temeroso.

- Adams Brooks, un leal servidor de esta institución- dijo la Sra. Stella sentándose en la silla de su escritorio.

- ¿Y por qué me trajo aquí?- pregunté mirando a todas partes.

- Se lo que pasó con tus padres y tu hermano, lo siento mucho; pero no debes preocuparte, nosotros cuidaremos de ti como ellos lo hubieran querido y entiendo, según mis expedientes que... ¿Asesinaste a tu hermano?- dijo con una mirada penetrante.

- No fue mi intención, intente controlarlo, me fue imposible y sólo sucedió... De un momento a otro mi hermanito estaba en el piso sin vida- dije melancólico.

- También, los agentes nos informaron que te negabas a venir al internado, ¿Se podrá saber por qué Elliot?- dijo alzando una ceja.

- No creo que sea el único que no le guste estar en éste maldito internado, ¡¿Por que no nos dejan libres a todos?!- exclamé golpeando el piso con mi pie.

- Me temo que no. Verás, Adams no solo trabaja para nosotros buscando y trayendo niños como tú a la institución, si no también se encarga de redimir a esos que se resistan o se nieguen; así que, Elliot, si te resistes o te niegas, tu serás...- abrió el cajón de su escritorio y sacó un cuchillo.

Lo lanzó hacía mi, apenas y me pude agachar, giré la cabeza para ver y el cuchillo estaba clavado en el centro del círculo del tiro al blanco.

- Redimido- dijo con una pequeña sonrisa- Puedes irte querido- dijo abriendo la puerta.

Salí de la oficina y al instante la Sra. Stella cerró la puerta, corrí hacía mi habitación, llegué y entré. Axel y Sakura estaban entretenidos leyendo un libro.

- ¿Que pasó?- preguntó Axel.

Narré lo sucedido, Axel y Sakura nunca habían conocido ese lado de la Sra. Stella, y ahora le estaba quitando la máscara...