3. Helado de chocolate

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Narra Elliot...

Me desperté como a las 6:15 am por los ruidos de las habitaciones de Axel, Sakura y Adrien.

Me levanté y descalzo caminé hacía la puerta, la abrí y fui a la habitación de Axel que estaba a un lado de la mía. Entreabrí la puerta, Axel estaba sentado en la orilla de su cama abrochándose los zapatos.

- ¿Ya se van?- pregunté asomando mi cabeza.

- Ya- dijo sin mirarme.

- ¿Quieren algo para llevar o qué?- pregunté nuevamente.

- Si se puede si Elliot- dijo tomando su mochila.

Bajé como rayo a la cocina y preparé tres sándwiches de jamón con queso y lechuga. Puse a hervir agua para café y de nuevo subí y entreabri la puerta de la habitación de Adrien.

- Ya está el desayuno- dije desdé afuera.

- Gracias, ¿Hoy vas a conseguir empleo?- dijo mientras se peinaba frente al espejo.

- Si, voy a ir a todos para ver cuál me conviene- expliqué muy brevemente.

Por último fui a la habitación de Sakura, toqué la puerta y pasé.

- ¿Qué pasa Elliot?- dijo cepillando su cabello.

- Ya está su lonch listo y el desayuno- dije sentándome en un pequeño banco.

- Claro mamá ahora voy- dijo riendo al igual que yo.

Bajé a la sala, prendí el televisor y me puse a ver las noticias. En unos cinco minutos bajaron Adrien, Axel y Sakura. Corrí a la cocina y tomé los sándwiches para entregarselos.

- Uno para cada quien- les entregué uno a cada uno.

- Gracias mamá, ¿Nos vas a llevar?- dijo Sakura con un tono burlón.

- No hija, ya están muy grandes para que los deje- dije imitando la voz de una madre.

- Está bien Elliot, nos vemos por la tarde- se despidieron y salieron del departamento.

Subí a mi habitación, me recoste en la cama y me quedé profundamente dormido.

°.°.°.°.°

Desperte de golpe, eran las 10:30 am; me senté en la cama y me quedé pensando mientras jalaba los pocos vellos de mis piernas. Me levanté de golpe y fui al baño, abrí la llave del agua caliente y esperé a que sea templara; me quité toda la ropa y entré para ducharme.

Al cabo de unos quince minutos salí del baño, seco y con la toalla envuelta en mi cintura. Me puse crema, me puse mi ropa interior y después me comencé a vestir; me puse un pantalón negro, una playera blanca, una sudadera negra con gris y mis botas negras.

Tomé mi celular, mis llaves, mi cartera y la lista que me dio Leah y bajé a la sala, abrí la puerta principal y salí. La cerré con llave y empecé a bajar las escalera.

Pero en eso algo vino a mi mente...

- ¡EL AGUA!- grité subiendo de nuevo.

Olvidé apagar el agua para el café. Abrí la puerta como desesperado y apagué la estufa, me serví el agua en una taza y me preparé mi cafe... Me gusta dulce. Además me preparé dos panes tostados con mermelada y pude desayunar.

Limpié lo que pude y subí a mi habitación, lavé mis dientes y ahora sí, salí del departamento para conseguir empleo... Mi primer empleo.

°.°.°.°.°

Salí del departamento, la avenida principal estaba muy fría pero la gente ya empezaba a invadir todos los lugares. Atravesé la avenida y caminé un poco para llegar al primer trabajo de la lista... Mudanzas McCarthy

El local ya estaba abierto y todos los hombres de la empresa ya estaban empacando su equipo de trabajo.

- Buenos días- saludé a un hombre gordo y bajo de estatura.

- Buenos días, ¿A qué vienes?- dijo de mala gana.

- Por el trabajo...

- Ya no hay espacio, ayer llegó un chico a pedir empleo. Ahora vete que ya nos vamos.

Me fui un poco molesto por las actitudes del señor. Fui al siguiente trabajo, a una empresa telefónica.

- Buenos días- saludé.

- Buenos días- dijo una secretaría.

- Vengo por el trabajo señorita- dije serio y un poco apenado.

- Hay hijo, hubieras venido ayer, acaba de llegar una chica a pedir el trabajo y el jefe aceptó.

- No hay problema, muchas gracias.

- Cerca de aquí hay un restaurante, puedes ir a preguntar- dijo y anotó la dirección en una hoja.

- Muchas gracias- dije sonriendo.

Tomé una pluma y rayé las opciones a las que ya había ido. Salí de la empresa y fui al restaurante, entré, había una chica formada y la señorita de la entrada la atendía.

De repente vi como la chica empezó a reír y a gritar de alegría.

- ¡Mañana vengo a primera hora, gracias!- dijo entusiasmada y supuse que obtuvo el empleo.

- Hola, ¿En qué puedo ayudarte?- preguntó la señorita de la entrada.

- No nada, quería preguntar del empleo pero veo que esa chica logro obtenerlo.

- Lo siento, mira, del otro lado de la avenida hay una heladeria frente al colegio, puedes ir a preguntar- me dio la dirección.

- Gracias- dije sonriendo y salí corriendo.

Atravesé la avenida con cuidado y llegué a una pequeña heladeria color verde menta con detalles azules. La gente apenas y llenaba las cuatro mesas que habían.

- Buenos días- saludé.

- Buenos dias, ¿Como podemos ayudarte?- dijo una señora de avanzada edad.

- Quería preguntarle sobre el empleo- dije algo nervioso.

- Lo siento hijo, esa chica vino hace dos días y ganó el puesto. Pero puedes darme tus datos por si acaso- dijo un hombre, que al igual que la señora era de avanzada edad.

Le di mis datos (nombre, número telefónico, edad, etc).

- ¿Puedo quedarme aquí un rato?- pregunté señalando la mesa vacía.

- Claro, pide lo que quieras- dijo el señor muy amablemente.

Me senté en una de las sillas, saqué mi celular, iba a llamar a Leah pero al instante cambié de opinión.

- Hola, soy Astrid, ¿Qué vas a pedir?- escuché la voz de una chica, su voz era un poco ronca pero a la vez delgada.

- Hola, s-soy Elliot... Quiero un helado de ch-chocolate, por favor- dije nervioso.

Sus ojos eran hermosos, color verde olivo, su pelo negro y corto arriba de los hombros y su piel clara.

- Ten, helado de chocolate a la orden- me entregó el helado en un cono de galleta.

- Gracias- lo tomé.

Lo tomé, pero al momento de tomarlo tomé su mano.

- De nada, si necesitas algo más me dices, ¿Si?- dijo sonrojada.

...

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