5. ¡Eso ya lo sabía!

18 6 0
                                    


Moscú, Rusia
Narra Génesis...

Estaba en mi casa cenando con mi madre y la abuela cuando de repente sonó el timbre de la casa.

- Yo voy- dije corriendo hacía la puerta principal.

Abrí la puerta y ahí estaba Jordan. Era un chico afroamericano, de pelo rojizo casi café, con rastas de un lado y del otro rapado y ojos verde oscuro. Había llegado como estudiante de intercambio a la escuela local pero al final su familia se mudó a Rusia.

- ¿Qué haces aquí? ¿Qué no ves las horas que son?- dije susurrando.

- Ya lo se, por eso mismo. Encontré información que puede ser útil para descubrir quien mató a tu padre- dijo susurrando.

- Espera aquí- dije cerrando la puerta.

Fui de nuevo al comedor donde estaba mi madre y la abuela. Tomé un pedazo de pan y subí a mi recámara.

- ¿¡A dónde vas!?- dijo mi madre alzando la voz.

- Vino Jordan quiere mostrarme algo- dije sin mirarla intentando hacer una excusa.

- Mientras no te muestre su...- dijo la abuela y mamá la interrumpió antes de que continuara.

- ¡MAMÁ!- gritó mi madre y yo rompí en risa.

Subí a mi habitación y tomé una sudadera me la puse, tome mi celular, acomodé un poco mi cabello y bajé para salir de la casa.

- Ahora regreso- dije en la puerta.

- Aquí antes de las ocho Génesis- dijo mi madre mirándome con sus ojos púrpura.

Salí de la casa, Jordan estaba sentado en el escalón del recibidor. Le di un pequeño empujón en la cabeza y él se levantó.

- Ven sígueme- dijo corriendo frente a mi.

- ¿Pero qué me quieres mostrar?- pregunté un poco agitada.

- Cosas Génesis, cosas- dijo sin darme importancia.

Llegamos a las orillas del viejo bosque, lo malo era que ya estaba oscuro y casi no se veía nada.

- ¡Yo no voy a entrar!- dije cruzándome de brazos.

- Como quieras, si no te interesa quién mató a tu padre quédate ahí, sola, en la oscuridad de la noche- dijo moviendo sus manos como un fantasma.

- Vamos- accedí tomando su mano.

Caminamos unos cuantos metros, parecía que los árboles se concentraban más en esa zona. Dentro del círculo que hacían los árboles había una pequeña cabaña abandonada.

- ¿¡Me trajiste hasta aquí, a la fuerza, para ver a una cabaña en mal estado!?- dije rechinando los dientes.

- No... Bueno si... Pero no... Es por lo que hay adentro- dijo entreabriendo la puerta.

Entramos a la casa, por el interior no estaba tan mal. Cerca de uno de los sofás vi una silueta.

- ¡Jordan!- susurré- Hay alguien ahí- señalé el sofá.

- ¡Pues claro es Tom!- dijo elocuente.

La silueta se levantó del sofá y se acercó, pude verlo. Era un chico de tez clara, alto, de cabello negro y ojos púrpura.

- Nunca pensé que fuera pelirroja, son de mala suerte- dijo con un tono muy fastidioso... A pesar de tener la voz gruesa.

- ¡Y eso a ti que te importa!- dije con las manos en puños.

- Oye cálmate, él es la información que quería mostrarte- dijo Jordan sujetándome de mis brazos.

- ¡Pues que esperas, habla!- me dirigí a Tom.

- Bueno, la verdad no se cómo paso pero... Me inflitre al ministerio ruso. Y logré ver varias cosas que nos podrían ayudar, antes de salir tomé una foto a éste documento- me entregó su celular.

- Gracias- dije y comencé a leer.

Todos se quedaron en silencio mientras leía un poco de lo que estaba.

- Bueno... Sólo dice que fue en París, que varios de sus aliados fueron encarcelados y que fue una verdadera masacre. No dice quien lo asesinó- dije algo decaída.

- Bueno pero por lo menos ya sabes donde fue- dijo Tom ignorantemente.

- ¡Eso ya lo sabía Tom!- dije con los ojos en blanco.

Los dos empezaron a reír de manera descontrolada.

°.°.°.°.°

Nos quedamos sentados en uno de los sofás, platicando sobre cualquier tema estúpido que surgiera, cuando de repente...

- ¿Qué hora es?- dije mirando a Jordan.

- Son las 7: 57- dijo mirando su reloj.

- Mierda, me voy nos vemos mañana- dije tomando mi sudadera y en cuestión de segundos me la coloqué en el cuerpo.

Salí corriendo hasta llegar a las orillas de donde empezaba el bosque, tomé aire y de nuevo corrí lo más rápido que pude. De un momento a otro llegué a mi casa.

Miré el reloj de mi celular... 7:59.

- Justo a tiempo- dije tomando aire.

Abrí la puerta, frente a ella estaba mi madre mirándome con el entrecejo fruncido.

- Te dije antes de las ocho- dijo con un tono muy serio.

- Pero si son las siete cincuenta y nuev... Hay no... Son las ocho- dije con una risa muy estúpida.

Me señaló el sofá y yo caminé con la cabeza agachada. Me senté y mi madre frente de mí, cruzó las piernas. En ese momento descubrí que era la hora de los regaños.

- Vine lo más rápido que pude- dije intentando persuadirle.

- Eso dices siempre Génesis. No puedo dejarte sola si no llegas a tiempo cuando te lo pido- dijo haciendo ademanes con las manos.

- Lo siento mamá, perdí la noción del tiempo.

- Eso también me lo dices siempre que llegas tarde. Los tiempos han cambiado, ya te dije que todavía hay gente que nos busca, por lo que sucedió con tu padre y por ser peculiares.

- Si mamá, voy a procurar llegar a tiempo.

- También dices eso y mira, ya duerme hija mañana va a ser un día atareado.

- Buenas noches mamá- le di un beso en la mejilla y subí a mi habitación.

Subí las escaleras y de una de las habitaciones salió la abuela.

- ¿No te mostró nada de más Jordan?- preguntó la abuela golpeando mi hombro.

- Claro que no abuela- dije entre risas pero al mismo tiempo apenada.

- Eso espero- dijo la abuela riendo a carcajadas.

- Sólo tengo catorce años abuela- dije desdé mi habitación antes de cerrar la puerta.

Pero en algo tenía razón la abuela... La verdad me gustaba Jordan y bastante, sólo que el siempre me a visto como su mejor amiga, siento que así funcionamos mejor pero... Me gustaría decirle lo que siento cuando sea el momento adecuado, en el lugar adecuado.

Me puse la pijama y me arrojé a la cama, me envolví en las sábanas y me quedé dormida.

...

Le Strange Donde viven las historias. Descúbrelo ahora