8. Primer asalto

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Londres, Inglaterra
Narra Amber...

Caminabamos en el bosque... El mismo bosque donde estuvimos Elliot y yo hace siete años éste mismo día. Junto a mí estaba Demian que vestía con un pantalón negro, botas del mismo color, camisa a cuadros azul y un chaleco.

Yo llevaba un pantalón gris, botas negras hasta la rodilla, una blusa blanca y una gabardina negra.

- ¿Estas segura de lo que quieres hacer?- preguntó Demian un poco incómodo.

- Claro que si Demian... Sabes lo que sentí esa noche al verlos... Sentí... Que yo no valía nada para ellos y tampoco Erick- dije molesta pero triste.

- Es tu decisión, recuerda que Leah está aquí y puede contactar lo más rápido posible a todos los ministerios o al FBI... Y no querras que pase lo que pasó en Francia con Gabe ¿O sí?- dijo

- No quiero que pase lo que ocurrió en Francia... Es sólo venganza- dije con una sonrisa picara.

Salimos del bosque y llegamos al cementerio donde fuimos a ver la tumba de Abel. Al pasar cerca de la tumba la acaricié y seguí con mi recorrido, salimos del cementerio y caminamos en la carretera que estaba solitaria y sombría.

Señalé con mi dedo índice los focos de los postes, de repente uno por uno se apagaron hasta que todo quedará en completa oscuridad. Llegamos a mi antigua casa; la puerta principal estaba cerrada con llave.

- ¿Como vamos a entrar?- dijo mierando la puerta.

Lo miré seriamente, señalé la cerradura; se escuchó un <<clic>> y la puerta se abrió.

- No hagas ruido, vamos a arriba- susurré señalando el piso superior.

Subimos lentamente, Demian se quedó frente a la habitación de mis padres y yo entré a la habitación de mi... Hermano; dejé la puerta abierta.

Caminé lentamente mientras veía mi sombra producida por la luz del pasillo. Al llegar a su cama, lo vi: tan pequeño, inocente y diabólico. Tomé una almohada que estaba en el suelo, con cuidado la puse sobre su tierna carita... ¡¿QUE ME PASA!?

Al estar en su rostro empecé a aplastarla para ahogarlo, empezó a patalear con desesperación, movió los brazos y tiró la lámpara de su mesita de noche.

- ¡Amber detente!- gritó Demian.

Unos pasos apresurados se escucharon en la habitación de mis padres. Demian corrió hacía mí y nos quedamos en la habitación; en ese momento salieron.

- Amber- dijo mi madre con un rostro totalmente decepcionado.

- Tanto tiempo, ¿no?, ¿Saben lo que sufrimos en ese maldito internado?, ¿Saben lo perturbador que fue que todos los días te inyectaran y te sacaran sangre?, ¿¡Saben cuanto sufrimos!?- quité la almohada.

- Sabes que lo hicimos por el bien de ustedes...- dijo mi padre cargando a mi hermano que aún seguía vivo pero inconsciente.

- ¡Lo hicieron para deshacerse de nosotros! Nunca fueron a vernos, nunca intentaron comunicarse con nosotros... Nunca se enteraron de que Erick había muerto... Nunca nos dieron la importancia que mereciamos- dije entre lágrimas.

- Amber...

- ¡NADA!- grité y todas las ventanas estallaron.

De repente miles de luces iluminaron la calle y una alarma sonó en el cielo, al igual que un sonido de hélices de helicóptero.

- ¡AMBER!- escuché la voz de Leah- Quedas bajo arresto por abuso a la privacidad, invasión a la vivienda y mafia.

°.°.°.°.°

Miles de agentes y soldados estaban rodeando la casa por fuera; por dentro nos estaban rodeando Leah, Elliot y los demás.

- Tanto tiempo, ¿no?- dije con sarcasmo.

- ¿Por que haces esto Amber?- dijo Elliot con un tono algo melancólico.

- Lo hice por tu culpa... Además de que el pensamiento de gobernar de Gabe me gustaba, yo sigo con su legado- dijo con el entrecejo fruncido.

- Se que actué mal, pero quiero que las cosas sean como antes. Quiero que regreses... Aún me importas.

- Tu a mí ya no me importas- dije severamente.

Alcé mi mano y los pedazos de vidrio volaron hacía él. Elliot se cubrió con sus manos y pequeñas chispas azules brotaron de ellas... De repente un enorme relámpago salió de las palmas de sus manos, lo logré esquivar pero el rayo golpeó el techo y la casa se ladeó.

Los agentes empezaron a disparar, Demian me cubrió y las balas se estrellaron contra su piel.

Lancé de nuevo los escumbros, pero esta vez a Sakura; Sakura creó unos tabiques y los hizo puntiagudos, Demian de nuevo me cubrió.

Elliot de nuevo lanzó otro rayo, esta vez más pequeño, pero golpeó una enorme y ancha varilla, ésto hizo que la casa se ladeara y se fuera hacía atrás.

- ¡Leah! Sácalos- dijo el comandante.

Leah acató las ordenes y se llevó a mis padres y a una chica que estaba junto a Elliot. Lancé de nuevo los escombros pero lograron salir antes de que los lastimara; Demian me tomó del brazo.

- Vámonos, ya no tenemos nada que hacer aquí- dijo en mi oído.

- Esta bien- respondí.

Saltamos por la ventana que estaba rota, algo me tomó de la pierna... Era Axel con su mano látigo, nos jaló y la casa rechinó de la parte baja.

- Suéltame- lancé una pequeña roca a su cabeza y otra a su mano.

Sakura ayudó a jalarnos. Al estar inclinados nos concentramos todos en la parte trasera y la casa se cayó hacía el bosque; Demian me tomó de la cintura y saltamos por la ventana antes de que llegaramos al interior del bosque.

- ¿Estás bien?- dijo levantándome de la tierra húmeda del bosque.

- Sí, hay que irnos rápido- dije sacudiendo mí ropa.

Corrimos hacía abajo, con dirección a la casa hasta que nos perdimos en la profundidad del frondoso bosque. Caminamos por unos quince minutos hasta ver las luces de la calle y el sonido de los autos.

- ¿Estarán bien?- dijo Demian algo preocupado.

- Si estás tan preocupado por ellos puedes regresar- dije sin mirarlo.

- No, sólo que... Se destrozó todo- dijo aguachado la mirada.

- Eso les pasó por que se metieron en lo que no les importa- dije severamente.

- ¿Y ahora a donde vamos Amber? Leah ya debió haber avizado a los demás ministerios.

- Vamos a Italia... Tengo un plan que no puede fallar.

...

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