6. Hola de nuevo... Alteza

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Narra Elliot...

Subimos al avión apresurados, la señorita de la entrada valido nuestros boletos y entramos para buscar nuestros asientos.

- El mio es 105- dije leyendo mi boleto.

- Me toca junto a ti, 106- dijo Sakura.

- 107, voy con ustedes- sonrió Amber.

- Bueno, eso quiege decig que nuestgos asientos son 108, 109 y 110- leyó Jessica.

Jessica, Adrien y Leonard se sentaron al lado de nosotros, Axel enfrente ya que era el séptimo, no había alcanzado hilera de asientos con alguno de nosotros.

La voz del capitán retumbó en el avión y todos nos abrochamos los cinturones.

Unos minutos después el avión comenzó a avanzar y poco a poco empezó a elevarse.

- Haya vamos chicos- dije mirando el cielo nocturno de la ciudad.

Pasaron varios minutos y pedimos unos croissants y unos vasos de cappuchino. Después de nuestra pequeña cena, él capitán dijo que ya podíamos caminar.

- Voy a dormir un rato, Sakura, me despiertas cuando lleguemos- dije y me acomodé para dormir.

- Si, descansa- me sonrió y me quedé dormido.

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Desperté, todo el avión estaba vacío. A mi lado no estaba Sakura ni nadie más en los demás asientos.

- ¿Chicos?, ¿Donde están?- me levanté y empecé a buscarlos.

Un pequeño susurro se escuchó detrás de mí, pero cada vez que volteaba a ver no había nada. Regresé a mi asiento.

- ¿Dónde están?- pregunté confuso.

Un golpeteo se escuchó en la ventanilla. Miré para ver que pasaba, una bola de fuego estaba ardiendo en el ala del avión.

- Oh no- dije buscando un extintor.

Me iba a levantar pero algo no me dejaba. La bola de fuego se acercaba poco a poco.

- ¿¡Que es eso!?- dije sin separar los dientes.

La masa de fuego reveló un rostro femenino deforme y unas garras atravesaron la ventanilla y con el fuego empezaba a consumir todo mi cuerpo.

Todo se volvio rojo sangre...

¤.¤.¤.¤.¤

- Elliot, ya llegamos- apenas y escuché la voz de Sakura.

- ¿Eh? Ah si, ya voy- respondí pasmado por lo que acababa de pasar.

El avión aterrizó y comenzamos a bajar hacía el aeropuerto. Tomamos nuestras maletas y salimos; esperamos unos minutos y un taxi llegó.

- ¿A donde los llevo?- preguntó el señor del taxi.

- Llévenos al palacio de Buckingham, por favor- dije desdé atrás.

- Con todo gusto- el señor arrancó el taxi y empezamos a avansar.

Conforme avanzabamos recordaba la primera vez que estuvimos por aquí. Recorde al ver el Big Ben el día que nos estrellamos contra él.

Pasaron unos cuarenta minutos y por fin llegamos al palacio. Seguía igual que el día que venimos, sus elegantes barrotes negros y su enorme y bello jardín.

- Gracias- dijo Jessica y pagó al señor del taxi.

Unos soldados británicos aparecieron en la puerta principal. Nos miraron raro, como si nos conocieran pero no nos reconocieran.

- No los hemos visto en años. Pasen la reina estará feliz de verlos de nuevo- uno de los guardias nos sonrió.

- Gracias- dijo Adrien y los soldados abrieron la puerta.

Caminamos unos metros y llegamos a la puerta principal del palacio y llamamos a la puerta.

°.°.°.°.°

Entramos al palacio. Todo estaba en completo silencio, del pasillo que lleva a la sala de estar se escuchaba el eco sordo de unas pisadas que venían.

- Niños. ¿En serio son ustedes?- la voz de la reina se quebró.

- Hola de nuevo... Alteza- hicimos una reverencia y ella caminó unos metros más para abrazarnos.

- Que bueno que estan bien. Cuando se los llevaron a Rusia, los familiares de Sakura vinieron y les di un poco de información, y hace tiempo cuando me enteré de Gabe me preocupe aún más...- dijo melancólicamente.

- Descuide alteza estamos bien- afirmé sonriendo.

Jessica aclaró la garganta y nos interrumpió de nuestro emotivo momento.

- Alteza ellos son Jessica y Leonard Le Brun- los empuje hacía ella.

- Mucho gusto- la reina estrechó las manos de Jessica y Leonard.

Caminamos al comedor, la reina estaba sola. Sus hijos estaban en sus asuntos personales fuera de Inglaterra y casi siempre la reina se quedaba solitaria.

- ¿Y que pasó después de que fueron a Rusia?- la reina hizo plática.

- Bueno... Adams nos llevó a su casa, después nos escapamos y fuimos de compras, después fuimos a San Petersburgo y ahí fue donde Adams nos encontró y lo derrotamos- expliqué para después dar un bocado al platillo.

- Que bueno que estan bien. Pero si me preocupa la situación que toda nuestra comunidad esta en riesgo por la amenaza de Gabe, tenemos que acabar que esto y pronto- la reina frunció el entrecejo.

- Me alegro que éste bien Alteza- dije sonriendo.

- Lo mismo digo. Ya saben dónde están las habitaciones pueden subir a acomodarse- nos sonrió y nos levantamos de la mesa.

Subimos a las habitaciones, pero algo no cuadraba con Amber, la notaba extraña no sentía que fuera ella.

Me meti al baño, dejé que el agua recorriera mi cuerpo con lentitud. Tarde más de quince minutos bañándome, pero me sirvió para que sacara el estrés y pensar un poco.

Salí de la bañera y me cubrí con una toalla la cintura, caminé al armario y vi una sombra parada en la puerta.

Salte hacía atras del susto haciendo que se me callera la toalla.

- E-Elliot- escuché la voz de Amber y la mire estaba sonrojada.

- ¡Volteate!- ella se giró rápidamente y me puse la toalla de nuevo- Ya puedes voltear.

- Queria decirte algo pero mejor ya no- frunció el entrecejo con desdén.

- Siento que vieras eso, pero me asusté- dije apenado.

- No te preocupes. Quería decirte que cuando Gabe nos secuetro, Sakura y yo escuchamos que su próximo paradero será en París- dijo Amber sentada en la cama.

- Pues... Tenemos que ir haya, para rescatar a la presidenta Leah y para acabar con ese bastardo- dije tomando otra toalla y secándome el cabello.

- Ya no te interrumpo más, buenas noches- caminó despacio a mi y me plantó un beso en los labios.

- ¿Tienes algo de qué hablar?- pregunté serio.

- No, sólo que... Olvidalo- dijo y salió de mi habitación.

...

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