2. Chernobyl 2/2

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Narra Leah...

El perro que estaba frente a mi empezó gruñir, rugió con fuerza y su boca se abrió en cuarto partes, mientras al mismo tiempo se escuchaba un cascabel.

- Buen perro, buen perro- dije intentando calmarlo.

Soltó una mordida, por suerte quité mi mano antes de que me la arrancara. Tomé una piedra y la lancé en su en su cabeza.

- ¿¡Leah qué haces!?- dijo el comandante con pánico.

- La distracción- dije abriendo los ojos como platos.

El perro de atrás saltó y me capturó entre sus robustas patas delanteras. Movió su cola y de la punta de esta salió la cabeza de una serpiente.

Clavó su cola contra el suelo, queriendo morderme pero por suerte esquivé todo. Solté una patada en su estómago y me quité antes de que cayera sobre mí.

- La distracción es la siguiente... Corro para que me sigan y ustedes van a la reja para salir y me esperan- hablé como ametralladora.

- Está bien.

Corrí por la vereda, el comandante y los demás entre los edificios. Los dos perros me siguieron, de entre el bosque salió otro que también se unió a la persecución.

- Vamos a ver quién cae primero.

Corrí y derrapé en una curva, justo en la cuerva estaba un edificio a punto de colapsar. Uno de los perros se estrelló contra ls pared y el edificio colapso al instante.

- Faltan dos- dije agotada.

Uno de ellos me bloqueó el paso. Intenté escapar por atrás pero el otro ya estaba acorralándome. Tomé un piedra y la lancé al de atrás, se abalanzó contra mí, me aguache y cayó sobre el otro... De nuevo tenía el paso libre.

Seguí corriendo, casi llegaba a la reja... Uno de los perros chocó contra la rueda de la fortuna, esta empezó a tronar hasta que un tubo cayó sobre el perro atravesando su cuerpo por completo.

De nuevo escuché ese cascabeleo, giré para ver y ahí estaba el último. Corrí hasta la reja.

- ¡Rápido Leah!- dijo el comandante estirando su mano.

A metros de distancia salté y alcancé a sujetar su mano. Los dos soldados cerraron la reja... Pero en ese instante el perro alcanzó a sacar su cabeza sobre la reja, al momento de cerrarla quedó degollado.

- La llevaremos para mandarlo a estudios- dije caminando hacía la camioneta.

Tomé una de las cajas de la camioneta e introduje la cabeza en la caja. La volví a dejar en su lugar y subí a la camioneta.

- ¿¡Qué haces!? Quítate el traje- dijo el comandante.

- Lo siento- dije entre risas.

Me quité el traje y lo dejé en la reja, junto a los del comandante y los demás soldados.

- Ahora si vámonos- dijo el comandante hechando a andar la camioneta.

Subí en el asiento del copiloto, regresamos al ministerio ruso. Obviamente no podíamos ir a otro, es el más cercano.

- Vamos a mandar a estudiar todo lo que encontramos- dije revisando los objetos.

- Bueno por lo menos no recibimos radiación- dijo el comandante sin quitar la vista del camino.

°.°.°.°.°

Al cabo de unas dos horas llegamos a una montaña, bueno, a la falda de la montaña. En la falda había una especie de búnker enterrado en la nieve, dos soldados la custodiaban.

- Buenos días, venimos a hablar con el ministro ruso- dije amable.

Asintió con la cabeza y la puerta se abrió. Corrí de nuevo a la camioneta y tomé las cosas que encontramos en Chernobyl. Las instalaciones eran enormes, miles de pequeños cajones estaban en todas las paredes de todos los pasillos de todas las habitaciones.

- Esa es la puerta del laboratorio- dije señalando una enorme puerta blanca.

Un soldado la abrió, al entrar habían miles de personas, algunas con el mismo traje que nosotros y otras sólo con bata.

- ¡Leah! Tanto tiempo, ¿Encontraron algo?- dijo el ministro.

- De hecho... Varias cosas- dije sonriendo de lado.

Mostré la caja, la abrió y la cerró al instante al ver la cabeza.

- Llévenlo para los estudios- dijo el ministro dando la caja a una chica.

- Y también esto- dije entregando el tubo de ensayo y la bolsa.

- Muy bien Leah, mandaremos esto a estudiar lo más rápido posible- dijo asintiendo con la cabeza.

Salimos del ministerio ruso y de nuevo entré a la camioneta.

- Y... ¿Qué sigue?- preguntó el comandante.

- Pues vámonos, llévame al aeropuerto.

°.°.°.°.°

2 días después...

Regrese a EU, exactamente en San Francisco, California. De nuevo vería a Elliot y a los demás, los he estado ayudando con muchas cosas. Lo ayudé a hacer su tramite para ser ciudadanos estadounidenses, a conseguir un departamento y escuela... Me siento satisfecha por lo que he hecho.

Salí del taxi que me llevaba, atravesé la avenida y me detuve al llegar al otro lado de la acera.

Apreté el timbre y un pequeño zumbido se escuchó. Unos pasos apresurados se oyeron al interior, abrieron la puerta, era Axel.

- Hola Leah- dijo saludándome con la mano.

- Hola Axel, ¿Puedo pasar?.

- Pero por supuesto, pasa- dijo sonriendo alegremente.

Subimos unas cortas escaleras y abrió otra puerta. Dentro estaba Elliot y Adrien jugando en la consola, Sakura estaba en la cocina.

- ¡Hola Leah!- dijeron los tres al unísono.

- Hola chicos, ¿Cómo han estado en su nuevo departamento?- pregunté sentándome en el sofá.

- Bien Leah muchas gracias. ¿Quieres cenar?- preguntó Elliot.

- Si, muchas gracias- dije sonriendo.

Empezamos a preparar la mesa y a servir los platos. Los dotes culinarios japoneses de Sakura estaban creciendo aún más. Hizo una ensalada dulce, con sushi y jugo de piña.

- Esto huele muy bien- dije saboreando todo.

- Gracias- dijo sonrojada.

Servimos todo y acomodamos los platos y las bebidas. Me senté en la cabeza de la mesa y los demás a los extremos.

- Buen provecho- dije tomando mi tenedor.

Al cabo de una hora terminamos de comer y recogimos todo.

- Adrien, Sakura y Axel. Me enteré de que quedaron seleccionados para un colegio de alto prestigio aqui, en San Francisco. ¿Es cierto?

- Si Leah- dijo Sakura- mañana entramos, nos dieron una lista por que ya van a la mitad del primer semestre.

- Bueno... ¿Y tu Elliot?- dije mirándolo.

- Pues... No quería, tengo otras metas y la verdad...

- No expliques más, ten esto, es una lista de trabajos que hice al venir, tal vez te sirva- le entregué una lista.

- Muchas gracias Leah. Y por mi educación no te preocupes, puedo buscar cursos en internet- dijo con una enorme sonrisa.

- Bueno, descansen, mañana será un día atareado por todo lo que vamos a hacer- dije levantándome de la silla.

- Está bien Leah, fue un gusto verte de nuevo- se despidieron.

- Igualmente- salí con una sonrisa en el rostro.

...

Le Strange Donde viven las historias. Descúbrelo ahora