Narra Leah...El perro que estaba frente a mi empezó gruñir, rugió con fuerza y su boca se abrió en cuarto partes, mientras al mismo tiempo se escuchaba un cascabel.
- Buen perro, buen perro- dije intentando calmarlo.
Soltó una mordida, por suerte quité mi mano antes de que me la arrancara. Tomé una piedra y la lancé en su en su cabeza.
- ¿¡Leah qué haces!?- dijo el comandante con pánico.
- La distracción- dije abriendo los ojos como platos.
El perro de atrás saltó y me capturó entre sus robustas patas delanteras. Movió su cola y de la punta de esta salió la cabeza de una serpiente.
Clavó su cola contra el suelo, queriendo morderme pero por suerte esquivé todo. Solté una patada en su estómago y me quité antes de que cayera sobre mí.
- La distracción es la siguiente... Corro para que me sigan y ustedes van a la reja para salir y me esperan- hablé como ametralladora.
- Está bien.
Corrí por la vereda, el comandante y los demás entre los edificios. Los dos perros me siguieron, de entre el bosque salió otro que también se unió a la persecución.
- Vamos a ver quién cae primero.
Corrí y derrapé en una curva, justo en la cuerva estaba un edificio a punto de colapsar. Uno de los perros se estrelló contra ls pared y el edificio colapso al instante.
- Faltan dos- dije agotada.
Uno de ellos me bloqueó el paso. Intenté escapar por atrás pero el otro ya estaba acorralándome. Tomé un piedra y la lancé al de atrás, se abalanzó contra mí, me aguache y cayó sobre el otro... De nuevo tenía el paso libre.
Seguí corriendo, casi llegaba a la reja... Uno de los perros chocó contra la rueda de la fortuna, esta empezó a tronar hasta que un tubo cayó sobre el perro atravesando su cuerpo por completo.
De nuevo escuché ese cascabeleo, giré para ver y ahí estaba el último. Corrí hasta la reja.
- ¡Rápido Leah!- dijo el comandante estirando su mano.
A metros de distancia salté y alcancé a sujetar su mano. Los dos soldados cerraron la reja... Pero en ese instante el perro alcanzó a sacar su cabeza sobre la reja, al momento de cerrarla quedó degollado.
- La llevaremos para mandarlo a estudios- dije caminando hacía la camioneta.
Tomé una de las cajas de la camioneta e introduje la cabeza en la caja. La volví a dejar en su lugar y subí a la camioneta.
- ¿¡Qué haces!? Quítate el traje- dijo el comandante.
- Lo siento- dije entre risas.
Me quité el traje y lo dejé en la reja, junto a los del comandante y los demás soldados.
- Ahora si vámonos- dijo el comandante hechando a andar la camioneta.
Subí en el asiento del copiloto, regresamos al ministerio ruso. Obviamente no podíamos ir a otro, es el más cercano.
- Vamos a mandar a estudiar todo lo que encontramos- dije revisando los objetos.
- Bueno por lo menos no recibimos radiación- dijo el comandante sin quitar la vista del camino.
°.°.°.°.°
Al cabo de unas dos horas llegamos a una montaña, bueno, a la falda de la montaña. En la falda había una especie de búnker enterrado en la nieve, dos soldados la custodiaban.
- Buenos días, venimos a hablar con el ministro ruso- dije amable.
Asintió con la cabeza y la puerta se abrió. Corrí de nuevo a la camioneta y tomé las cosas que encontramos en Chernobyl. Las instalaciones eran enormes, miles de pequeños cajones estaban en todas las paredes de todos los pasillos de todas las habitaciones.
- Esa es la puerta del laboratorio- dije señalando una enorme puerta blanca.
Un soldado la abrió, al entrar habían miles de personas, algunas con el mismo traje que nosotros y otras sólo con bata.
- ¡Leah! Tanto tiempo, ¿Encontraron algo?- dijo el ministro.
- De hecho... Varias cosas- dije sonriendo de lado.
Mostré la caja, la abrió y la cerró al instante al ver la cabeza.
- Llévenlo para los estudios- dijo el ministro dando la caja a una chica.
- Y también esto- dije entregando el tubo de ensayo y la bolsa.
- Muy bien Leah, mandaremos esto a estudiar lo más rápido posible- dijo asintiendo con la cabeza.
Salimos del ministerio ruso y de nuevo entré a la camioneta.
- Y... ¿Qué sigue?- preguntó el comandante.
- Pues vámonos, llévame al aeropuerto.
°.°.°.°.°
2 días después...
Regrese a EU, exactamente en San Francisco, California. De nuevo vería a Elliot y a los demás, los he estado ayudando con muchas cosas. Lo ayudé a hacer su tramite para ser ciudadanos estadounidenses, a conseguir un departamento y escuela... Me siento satisfecha por lo que he hecho.
Salí del taxi que me llevaba, atravesé la avenida y me detuve al llegar al otro lado de la acera.
Apreté el timbre y un pequeño zumbido se escuchó. Unos pasos apresurados se oyeron al interior, abrieron la puerta, era Axel.
- Hola Leah- dijo saludándome con la mano.
- Hola Axel, ¿Puedo pasar?.
- Pero por supuesto, pasa- dijo sonriendo alegremente.
Subimos unas cortas escaleras y abrió otra puerta. Dentro estaba Elliot y Adrien jugando en la consola, Sakura estaba en la cocina.
- ¡Hola Leah!- dijeron los tres al unísono.
- Hola chicos, ¿Cómo han estado en su nuevo departamento?- pregunté sentándome en el sofá.
- Bien Leah muchas gracias. ¿Quieres cenar?- preguntó Elliot.
- Si, muchas gracias- dije sonriendo.
Empezamos a preparar la mesa y a servir los platos. Los dotes culinarios japoneses de Sakura estaban creciendo aún más. Hizo una ensalada dulce, con sushi y jugo de piña.
- Esto huele muy bien- dije saboreando todo.
- Gracias- dijo sonrojada.
Servimos todo y acomodamos los platos y las bebidas. Me senté en la cabeza de la mesa y los demás a los extremos.
- Buen provecho- dije tomando mi tenedor.
Al cabo de una hora terminamos de comer y recogimos todo.
- Adrien, Sakura y Axel. Me enteré de que quedaron seleccionados para un colegio de alto prestigio aqui, en San Francisco. ¿Es cierto?
- Si Leah- dijo Sakura- mañana entramos, nos dieron una lista por que ya van a la mitad del primer semestre.
- Bueno... ¿Y tu Elliot?- dije mirándolo.
- Pues... No quería, tengo otras metas y la verdad...
- No expliques más, ten esto, es una lista de trabajos que hice al venir, tal vez te sirva- le entregué una lista.
- Muchas gracias Leah. Y por mi educación no te preocupes, puedo buscar cursos en internet- dijo con una enorme sonrisa.
- Bueno, descansen, mañana será un día atareado por todo lo que vamos a hacer- dije levantándome de la silla.
- Está bien Leah, fue un gusto verte de nuevo- se despidieron.
- Igualmente- salí con una sonrisa en el rostro.
...
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Le Strange
RandomTodos somos especiales... Ya sea por nuestros habilidades mentales o por nuestro atletismo... Pero no para Elliot y sus amigos. Para ellos ser especial es... Controlar la electricidad o la mente. ¿Como pudieron? ¿Con que ayuda? ¿Quien lo hizo? Y...