Hace 13 años (14 años de edad)Narra Gabe...
2006, Moscú, Rusia.
Ya habían pasado siete años desdé la muerte de mis padres por la maldita epidemia de matar a los extraños.
Vivía con Sasha, su hermana y su madre que me cuidaba como uno más de sus hijos.
Hoy iriamos al baile de primavera que organizaba la escuela cada año.
La mamá de Sasha me habia comprado un traje que combinada con los vestidos de las gemelas.
Al pasar de las horas me fui a arreglar para irme al baile. Terminé de arreglarme con un traje negro y camisa azul pastel y un moño azul eléctrico.
Las gemelas llevarían un vestido corto color azul pastel y un enorme lazó que terminaba en moño en la cintura.
- ¿Estás listo Gabe?- preguntó Tasha con su voz un poco ronca.
- Ya voy- dije mirándome al espejo mientras acomodaba mi cabello.
Salí de la habitación, apenas llevaba unos escalones cuando el olor a blini inundaba la casa.
- Mis favoritos- dije entrando a la cocina e inalando profundo.
- Que bien, siéntate Gabe. ¿Me ayudas a servir el jugo?- dijo la señora Diatlov.
- Claro- me acerqué al refrigerador y saqué una jarra de jugo de naraja.
Tomé los cuatro vasos y serví el jugo. Sasha me mostró sus perlas y la regresé otra sonrisa con sonrojación incluida.
- Gracias- dijeron las gemelas al mismo tiempo.
- Están listos- dijo la señora Diatlov con un tono musical en su voz.
Tomó los platos y a cada quien nos colocó tres y comenzamos a comer. Duramos pocos minutos en la mesa, ya que comimos muy rápido al ver la hora.
- Vámonos- dijo apresurada la señora Diatlov.
Salimos como rayo de la casa y entramos a la van, la señora Diatlov arrancó y fuimos en marcha.
- ¿Están nerviosos?- preguntó sin quitar la vista del volante.
- Claro que no- dijimos los tres al unísono con tono sarcástico.
- Eso espero, por que quiero ver a mis niños bailando como nunca- dijo la señora Diatlov con una enorme sonrisa.
Llegamos a toda prisa, bajamos y corrimos al interior del colegio. La señora Diatlov se sentó en una silla en segunda fila y nosotros tres fuimos a un pasillo donde veíamos a los demás y a los padres.
- Pensé que los raros no vendrían- una voz masculina y algo ronca se escuchó a un costado de nosotros.
- ¿¡Qué quieres Mark!?- dije de mala gana.
- Oh, nada me gusta molestarlos- dijo sinicamente.
Sasha soltó un suspiro de ira y rodó los ojos. Yo la miré y después a Mark que la miraba con ojos de cólera.
- ¿Qué me vez?- dijo Sasha mirándolo con desagrado.
- No puedo creer que estén aquí, ¿Qué no saben que existe un internado? El internado Winchester- dijo alzando una ceja.
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Le Strange
RandomTodos somos especiales... Ya sea por nuestros habilidades mentales o por nuestro atletismo... Pero no para Elliot y sus amigos. Para ellos ser especial es... Controlar la electricidad o la mente. ¿Como pudieron? ¿Con que ayuda? ¿Quien lo hizo? Y...