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Por primera vez veo resultados, Chanyeol tenía razón... ¡No lo insulté, no le mentí, ni siquiera fui cruel! Toda nuestra plática de hoy fue tan normal, bueno sin evitar el tema de conversación en sí. Pero perdí el nerviosismo con él y ahora que lo pienso con Baekhyun es igual. Creo que al fin puedo comenzar a avanzar luego de tanto tiempo frustrado. Solo hay algo que hice de lo cual espero no arrepentirme luego. BESARLE. Oh por Dios, creo que morí, fui al cielo y regresé en esos segundos en los que nos besamos.

Unos pequeños golpes en su puerta lo desconcentran y hace que rápidamente esconda la libreta bajo las almohadas mientras se sentaba en la cama tratando de esconder el sonrojo de sus mejillas -Adelante- indica y se asombra al ver a sus padres entrar y ubicar dos sillas justo frente a él muy serios.

-Kyungsoo- habló el padre -¿estás molesto por algo? ¿Tienes algún problema del que necesites hablarnos?-

-Puedes decirnos lo que sea bebé- intervino la madre –¿ha ocurrido algo con ese amigo tuyo... Chan_algo?-

-Chanyeol mamá, se llama Chanyeol. Y no, no ha ocurrido nada, ¿por qué las preguntas?- *¿sería que descubrieron algo? ¿sería que saben que Yeol le pretende y que él era gay?* Soo tenía sus pelos de punta *¿con qué cara les diría eso?*

-¡¿Cómo te atreves a mentirnos en la cara?!- explota -el señor Lee vino a mi oficina hoy para ayudarte y decir que había sido una tontería, que eras un chico bueno y que debía perdonarte fácil. ¡Imagina mi sorpresa cuando ni siquiera sabía de qué hablaba!- ¿En serio ese profesor se había tomado la molestia de ir a la dirección a interferir por él? nunca supuso que ese hombre hiciera algo así -si en la escuela llegaran a saber que eres mi hijo... ¿crees que librarías más fácil de tus problemas o yo de los míos?- suspira -No, solo sería peor. Así que compórtate solo te queda año y medio allí, pasa desapercibido como hasta ahora-

-pero papá, yo...- intentó excusarse pero no encontró el modo. Había faltado casi a todos los turnos de clase en el último tiempo, no había entregado ni una sola tarea o evaluación, sus ropas lo hacían parecer un delincuente y para rematar le había respondido mal a un profesor frente a todos los estudiantes del aula. No tenía excusas se había comportado muy mal, lo sabía... pero no se detendría del todo. Alejaría a todos y si esto le daba problemas en casa no le importaba, había sido un niño bueno y obediente por demasiado tiempo ya, era hora vivir un poco y sufrir las consecuencias luego –lo haré tantas veces haga falta, me aburre Lee y toda su estupidez de Historia. Prefiero las mates que me ayudarán luego a contar el dinero que gane- responde siendo consciente de que había cavado su propia tumba.

-¡Nara!- recrimina su padre a la mujer a su lado, pues había abofeteado a su hijo con tal fuerza que había caído de lado en la cama –no hay necesidad de tanto Nara- se levanta, camina a su hijo y le revisa la mejilla que ya se encontraba roja pero el menor solo se alejó bruscamente.

-¿feliz?- bufa -dime mamá, ¿te sientes bien luego de golpearme? ¿O necesitas que me voltee para que me pegues con el cinto de papá cuando él no está?- desafió y Sungjae la miró asombrado.

-Nara, ¿golpeas a Kyungsoo cuando no estoy?-

-Vamos Sungjae, tú solo piensas en tu estúpida escuela y en lo que pensarán de ti si descubren que tienes un hijo que todo lo que dicen son asquerosidades al hablar- censura.

-¡YA!- gritó el menor temblando al ver que sus padres al fin se habían cruzado más de dos palabras y que iban por un mal camino -¡déjenme solo!- se encerró en el baño y resbaló por la puerta hasta quedar abrazando sus piernas dispuesto a llorar por toda la noche. 

Kyungsoo amaba a su madre, era preciosa, agradable, divertida, comprensiva e incluso una buena cocinera y repostera. Siempre le decía bebé a pesar de que él ya tenía 17 años y también besaba su frente y mejillas incontablemente. Lástima que todo eso desaparecía cuando estaba molesta, cuando Do Nara se molestaba no había Dios que la hiciera tranquilizarse hasta que descubrió que golpeando a su hijo lo lograba. Al principio Soo era demasiado pequeño como para entender, solo creía que había hecho algo mal y lloraba diciendo que no lo haría más; pero los años pasaron y el menor se dio cuenta de que era simplemente como su saco de boxeo personal. Él la amaba, así que la dejó hacerle cuánto le viniera en ganas... al final, era su madre y ella le había dado la vida, tenía el derecho de quitársela cuando pretendiera.

~🐯x🐧~

En cuanto Soo descubre que se ha hecho de día se pone de pie, se asea, se viste y se va de casa con una ligera mochilita en la espalda sin que sus padres lo supieran. Un papel encima de su cama es todo lo que deja como excusa

*Estaré en casa de un amigo este fin de semana, resuelvan sus problemas antes del domingo en la noche.
-Su desgracia de hijo-*


Miró hacia atrás una sola vez, suspiró triste pero no quería escuchar las peleas de sus padres una vez más. El problema ahora no era ese, sino dónde quedarse esa noche. No valía ir con su prima pues al momento lo encontrarían; no podía aparecer frente a la puerta de Chanyeol luego de volver a rechazarlo por milésima vez; con Baekhyun no tenía tanta confianza... así que solo caminó, caminó y caminó.

Eran aproximadamente las once de la mañana y saltarse el desayuno le estaba causando molestias ahora, volteó en busca de algún local donde comprar algo y se asombró al descubrir al chico aquel mirándole fijo.

Lo reconoció de inmediato, ¿cómo olvidar esa piel caramelo y esa sensualidad que desprendía sin siquiera moverse? El tal Kai, el muchacho del puesto de hamburguesas le saludó de lejos y Kyungsoo no supo qué más hacer solo darse la vuelta ¿Quizás no le había visto? Eso debía pensar el otro para darle tiempo a escapar, así que caminó rápidamente a un parquecito que quedaba cerca sentándose en un banco abrazando sus rodillas y escondiendo su rostro en ellas resignado.

-¡Hey!, te conozco ¿cierto?- se sienta al lado del pelirrojo quien se asombra con las acciones del otro -¿me recuerdas? Soy el chico feo del puestos de hamburguesas- sonríe y le ofrece la mano a modo de saludo.

-H..Hey.. no creo.. que seas feo.. – respondió sonrojado y el otro ríe ante la frase.

-¿entonces soy lindo?- inquiere juguetón.

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Aquí tienen el capitulito que toca.

Estoy muy feliz y espero que les guste.

Un poco de KaiSoo no le hace mal a nadie, ¿verdad? Jejejejeje

Nos leemos a las 20 estrellitas.

Smile For Me |ChanSoo| Completa ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora