Capítulo 44. MONSTRUO

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Y si el cielo se cae, no esperes a que me levanté, corre, y salvate, de esa manera, me salvas también.

Me levanté de la cama con ayuda de Hugo, de la nada mi panza se ha hecho más grande, es como si hubieran decidido crecer. Esto es terrible para mi, porque implica que no podré hacer ningún trabajo de campo pesado, seguro que simplemente seré apoyo, y para ser honestos, la estrategia no es lo mío. Aunque puedo aprender. He visto a Helios y a Hugo lo suficiente, pero realmente es de Ader de quien quiero aprender. Esa mujer es cruel, fría, despiadada, pero vaya que es inteligente.

Hugo se detiene en la punta de la escalera y me mira como inspeccionando la situación, luego de unos segundos, al fin decide hablar.

—Te cargaré y hagamos un salto al final de la escalera...

Lo miro pensando en que no es mala idea, pero no sé si quiera gastar energía en una teleportacion tan pequeña. Cuando estoy por contestar la voz de Helios se hace escuchar.

—Tú no la vas a cargar Hugo—Dice llegando a los escalones—Ya llegue, así que yo me encargo, gracias por cuidarla.

Hugo mira de mala gana a Helios, para no decir que tiene ganas de hacerlo cenizas, cuando llega junto a nosotros Hugo me suelta delicadamente y se aparta de Helios quien se queda un escalón más bajo y me invade los ojos con los suyos.

—¿Cómo estás Yeru?,—Pregunta mientras Hugo se cruza de Brazos y ahora no sólo mira a Helios, si no que también a Lior.

¡Ay por Dios! está situación no es tan cómoda que digamos, en un tiempo atrás estoy segura que quizás me hubiera puesto como tomate, pero ahora sólo se que no tengo fuerzas suficientes para mantenerme de pie sola.

—Sólo quiero ir a la sala, salir de mi cuarto— Respondo apenas.

—Ok, ven—Dice estirando se mano hacia mí.

—¿Ok, ven?—La voz de Lior interrumpe a Helios quien ahora lo mira con ganas de quemarlo—Se nota que no sabes lo que haces.

—Nunca cargaste a una embarazada—Remata Hugo quién sigue con los brazos cruzados.

—¿Ah, y ustedes sí señores?—Helios sigue abrazandome, pero aún no me ha cargado, supongo que tiene que ver con que ya le metieron miedo y tiene miedo de lastimarme, pero estar parada aquí no es  que se me de muy bien ahora mismo.

—¿Qué pasa aquí?—la voz de Ander me llena de Alivio y verlo acompañado de Gizah me da más tranquilidad aún, no sé porqué—¡Ay, no cuñado!—Grita mientras aparta a Lior con amabilidad y sube rápidamente las escaleras para apartar a Helios, está vez sin nada de amabilidad y tomarme de una en sus brazos—No se duda cuando se rescata a una dama Helios, pensé que lo aprendí de ti, pero creo que te olvidas cuando estás frente a mi hermana.

No pude evitar reír, y notar el rostro de felicidad de Lior y Hugo, mientras que Helios se llenaba de frustración.

Al llegar al final de las escaleras Ander me llevó hasta el sofá en donde me bajo, mientras Gizah comenzaba a abrir las ventanas del lugar para que la luz y el viento entre a la casa.

—¿Cómo estás hermanita?—Pregunta Ander mientras se sienta a mi lado de propósito para que Helios esté bien lejos de mi. ¿Mi hermano es celoso? o simplemente quiere joder a Helios por alguna extraña razón, quizás, así se divierte.

—Bien Ander... hoy ha sido un día muy revelador, y me alegra que los referentes de los Dominis y los nemosorum estén aquí, hay algo que debo decirles...

El silencio se hizo, la mayoría se sentó, menos Hugo, quien está en frente con los brazos cruzados.

—Nuria estuvo por aquí... quiere que hoy hagamos una cena, con todos los nemosorum y dominis que están en esta casa—El rostro de Helios y Hugo sólo refleja negativa, aspereza absoluta, pero la voz de Lior y Gizah me llenan de Alivio.

Las Luces el Sol y la Luna [Libro3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora