Las Luces el Sol y la Luna [Libro3]

Capítulo 60. Una familia

Quieres huir y no volver, nunca para de florecer y vivir junto al mar. Quieres correr como un corcel, junto a tu máquina crecer, junto al viento volar.

Leo Jimenez

Miro a Helios quien enredado en las sábanas al igual que yo, por un pedido mío tomó la guitarra, y comenzó a cantar una música de Salamandra, la estaba disfrutando, hasta que acabó, lo miro con admiración, y no puedo creer que viva esto, se veía tan lejano hace un año, y ahora estamos así, uno a lado del otro, amandonos por segundos, odiandonos por minutos, pero juntos, al fin y al cabo.

-Me encata tu voz-digo cuando me da un beso

-Nos hemos pasado las una hora de Berenice, nos va a matar, sabe que no soy imputual, y lo estoy siendo por tí-Intenta levantarse pero logro hacer que se siente de nuevo.

-Sólo una música más- pido haciendo un puchero, y un vacío se dibuja en mi pecho, ¿qué pasó?

Helios vuelve a tomar la guitarra, y con una sonrisa de satisfacción da unos acordes, pero no va a ninguna música, lo que hace es afinar a su amiga, hasta obtener el sonido deseado.

-¿Que quieres que te cante Yeru?-pregunta muy feliz, yo me encojo de hombros, por que la verdad no sè que quiero, hasta que recuerdo unos acordes que escuché hace tiempo cuando hablamos por celular.

-No sé el nombre de la música-Digo cuando tomo su guitarra, él accede, hasta que en medio de mi memoria distante dibujo las notas, y entre rasguidos y rasguidos al fin lo consigo, Helios me mira con melancolía, como si acabara de tocar una fibra expuesta.

-¿Dónde la oiste?-Pregunta quitandome la guitarra suavemente.

-En una ocación, mientras hablabamos por teléfono- Dije mientra me deslizaba entre las sábanas-Si trae malos recuerdos, es mejor que no...

Él sonrió algo dolido, per vuelve a imitar los acordes y mi piel se eriza, llevandome de nuevo a ese instante, llenandome de aquello que sentí en ese momento, esa sensación que me acercaba más a él.

-Luego de, Like a Stone, es mi música favorita... y la escuchaba cuando pensaba en tí, en tu vida...

-Pensé que esa era Bella Julieta-Respondo mientras me acomodo para perderme en su rostro lleno de penurias de la nada.

-Bella Julieta es un himno, pero esta música, es el vacío que me hacias sentir, el vacío que me hacía sentir lo que te hacias, tu vida, tu dolor, quizás, porque estábamos conectados, no lo sé, pero sí sé, que pensaba en tí, y sólo en tí.

Los acordes continuaron, y al fin comenzó a cantar, las primeras letars me llenaron la piel de algo extraño, la respiración se me agitó, y lo entendí, sus palabras, Helios de verdad sentía esa música, y ahora puedo entender, porque se le quiebra la voz mientras cantaba, si bien, la letra relata una historia, de verdad puedo entender porque me señalaba con esa canción.

-Querias huir y no volver, nunca parar de florecer

y vivir junto al mar

Querias correr como un corcel
junto a tu maquina crecer, como el viento a volar

Y ese viento te cegó, apagando tu visión
una hoja de metal , te secó tu voluntad
y a una silla te postró

¿De que servia planear toda esa vida por llegar si ahora no lucharas?

Tuu, estas tardando en reaccionar, abre los ojos y veras que el camino
aun es largo y lo tienes que andar

Y ese dia llegará, la emoción te hará flotar,
sentiras tu corazon, a tu pecho desgarrar
con la furia de un volcán

Tienes que comprender que en tu fuerza esta el poder
con mi ayuda vencerás.

Tu pasion lograra levantarte y pelear
con valor podras volar

Y ese dia llegará, la emocion te hara flotar,
sentiras tu corazon, a tu pexo desgarrar
con la furia de un volcan

Tienes que comprender que en tu fuerza esta el poder
con mi ayuda venceras
Tu pasion lograra levantarte y pelear
con valor podras volar

El silencio se hizo entre los dos, provocando que mi cuerpo sintiera una especie de dolor, un raro dolor que me genera angustia, Helios siempre quizo salvarme, el reconocía el abismo en el que estaba sumergida, y aún así, jugó a no quererme.

-¡Wow!- digo soltando el aire, cuando la puerta de nuestra habitación es golpeada.

-Los necesitamos-La voz de Tamirá suena divertida, como siempre-Ya sé que están muuuy ocupados, pero de verdad, deben estar presentes en la reunión, no podemos iniciar sin nuestro lider, y son la portadora de uno de los amuletos.

-Ya vamos,-Responde Helios sin dejar de mirarme- No te preocupes, que nos aguanten sólo unos minutos.

-Siempre y cuando sea por que se van a dar una ducha antes de ir, tienen todo el permiso-Tamirá ríe desde el otro lado, lo que provoca que me tape el rostro con la sábana.

-Estoy a punto de hacerte volar Tamirá-Helios dice algo molesto, pero divertido conmigo-Ya vamos.

Me levanto de la cama y camino hacia la ducha, cuando Helios corre tras mío.

-Si lo hacemos juntos será más rápido -Asegura mientras abre la puerta.

-La verdad es que simplemente eres un aprovechado-lo acuso, pero no voy a echarlo, está claro que quiero que vaya conmigo bajo el agua.

Abrimos la ducha, y el agua cae sobre nosotros, él no para de reír, y de artojarme agua a la cara, la verdad es que yo también hago lo mismo, parecemos niños, y mi mente se divaga a lo que sería si fuéramos una familia de verdad, si me quedara a vivir aquí.

Si tan sólo hubiera una forma de que pueda estar con ellos, de no convertirme en eso que es mi madre, si pudiera borrar las excusas y las malas decisiones.

De la nada lo abrazó, y él corresponde, me hundo en su piel, y lo exploro con mis manos, su pecho duro, ahora se llena de sus poros erizados, a causa de mi acto.

-¿No sería hermoso jugar más tiempo a ser una familia? -susurro contra su piel, y él suelta un suspiro.-¿Por qué las cosas injustas me han pasado a mi? Cuando gente mala está afuera, disfrutando de la vida, de su mundo...

-No lo sé mi Yeru, sólo sé que mucho de lo que nos pasa, es causa de malos pasos que hemos dado.

-¿Por qué huía de tu amor?

-¿Por qué yo huía del tuyo? No lo sé... pero ahora, estamos aquí, juntos, bajo la ducha, sintiéndonos, sé que no es suficiente, pero es lo que hay entre los dos, y quien sabe cuántas veces más lo podremos repetir. Te quiero... no-me da un beso provocando que el agua corra en medio de nuestros rostros-Te amo, y juro que haré lo posible para que un día podamos estar juntos.

-No jures imposibles-amenazo-mejor, mejor hagamos que esto valga la pena, y pensemos que, nada malo va a ocurrir, aunque los dos sabemos que nos mentimos, y vaya que mentira nos estamos creando.

Lo miro de nuevo, y me pongo de puntas para plantarle un beso, el cuál se intensifica, ya veo, que nos esperaran otra hora, y qué si lo hacen un día entero, que lo hagan ahora voy a disfrutar.