Capítulo 63. El futuro

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Sostengo  la mano pequeña  de una de mis princesas, ella acaba de despertar, y entre sollozos, la arrope, para que  no despertara  a las demás. Ojalá  estuvieras aquí  y las vieras crecer.

Estoy golpeando  la pared a causa de la ira. Me cambió por Lior, otra vez, se supone que yo soy el importante, se supone que soy yo quien pone su mundo  patas para arriba, hace un año estoy seguro de que yo iba a ser su prioridad, pero ahora... es él.

Tamirá  intenta tranquilizarme, pero no hay forma, no hay palabras que ella pueda decir para que me quede calmo. Tomé  todo el aire que podía  y lo metí  en los pulmones, esperando conseguir un poco de cordura de esa manera.

—¡Lo odio!—Suelto.

—Así  ella se sentía   cuando te veía  co  Dara— Tamirá  mira el techo  y hace de cuenta que no es grave la situación, pero  sé  que ella no obvia los detalles.

—¿sabes? Ya no quiero estar con los nemosorum de repente, quiero mi independencia... irme de aquí...

—No podrás  separar a Zafiro de Lior... nunca—su voz me da una paliza, pero  al fin y al cabo es la verdad y lo sé.

Vuelvo  a golpear la pared, cuando Aldebaran  llega con Zafiro y Ander, los tres  esperan a que de la orden, y los deje pasar, mucha formalidad  para un líder molido por los celos.

Levanto la mano y los tres se acercan a mi. Aldebaran  se antepone  a sus hijos, pero aún  así, yo sólo  veo a Zafiro, quie  parece  evitar mirarme directo a los ojos.

—El último reporte de Lior—habla mi futuro suegro— Es terrible, fueron atacados por perdidos, en una misión  a la que lo enviaste sin mayor seguimiento... espero que no haya sido adrede.

Aldebaran levanta una ceja, y soy terriblemente  juzgado por la mirada de Yeru, quien queda quieta.

—Ojalá  lo hubiera sido, pero  no, no soy tan irresponsable, si fueron solos es porque  sólo  debían hacer rastrillaje—trago saliva y aprieto mis mano en puños—no iban con intensiones de atacar. ¿Qué  querían los perdidos? ¿Almas para quemar?

—A mi hermana—Ander se adelanta a todos— Los perdidos, los demonios rebeldes y lo inmortales  se unieron, e contra de Dorot, y quiere  proclamar a tu futura  esposa, como reina de las almas rotas... ¿sabes lo que significa?

Niego con la cabeza, ni siquiera sabía  que existía  esa posibilidad, mi Zafiro, convirtiéndose en reina de la maldad, es demasiado para lo que yo pueda soportar. Si cómo  Astram ya me hace mal, sufrí  y me desvele, no quiero saber que pasaría de ser esto cierto.  

—Helios...—La voz de Tamirá me sobresaltó, esa era la voz que  ponía  cuando veía  algo.

Volteo a verla y sus ojos están sobre Zafiro, la preocupación  llenó  su rostro y en ella se nota la amargura de u  futuro  o un presente muy  doloroso.

—Debemos...

—Deben  ir a la ciudad...—Nuria siempre  aparece cuando las cosas horribles se acercan, ella apareció  en medio de todos nosotros y con los ojos bien abiertos nos gritó —Ahora, Ahora, lleva a Franco y Ebe... Zafiro no debe ir...

—¿Por qué  no?—pregunta ella cruzando los brazos.

—Por que tus hijos morirían...—Tamirá ni se inmuta, sólo  mira a Zafiro y Sabemos  que lo que pase afuera  es serio.

—Tampoco puede ir Aldebaran, ni Ander—Nuria aprieta sus labios y esto se vuelve  cada vez más  pesado, es cómo  el libro del destino siendo leído, yo sé , ese olor a muerte está  acá.

—Todo está oscuro para nosotros —respondo, y sin más  procedo  a salir de la habitación, seguido por Tamirá  y Nuria, quienes vienen pegadas a mi.

No miro tan siquiera a Zafiro, pues el enojo aún  me puede, de verdad me puede un montón, me duele que haya elegido  una vez más  a Lior, sobre mi.

Mis pasos  son apresurados, y la verdad que antes de seguir con esta locura necesito  saber más  para saber a que nos enfrentamos, envío  el enojo al fondo de mi emociones y decido que debo  ser el estratega.

Miro mi brazo y el tatuaje de energia se mueve, pero no veo nada extraño, sea lo que sea que esté  pasando, está  ligado  a Zafiro, esa es la única razón  por la que Tamirá  lo vio.

Suelto el aire que tengo retenido cuando doy contra Alex quien venía  caminando en nuestra dirección. Ella no observa, y cuando estoy por decir algo, Nuria susurra, "SOLO  DOMINIS"

Así  que apresuro mis pasos, la joven parece querer preguntarme  algo, pero al ver que apresuro mis pasos ella decide seguir su camino.

—Metelos en una  bifurcación  a todos, están  disperso, no nos da el tiempo—Sugiere Nuria, y eso me exalta más.

—Nuria...—Advierto— Me estás  pidiendo ir sin una estrategia... sin idea  lo que nos enfrentamos, a algo que aparentemente  es urgente...

—Recuerdas a Ambar—Pregunta y su rostro palidece, hago un pequeño gesto— Ella quedó  muy mal en la última  batalla...murió... y tu madre...

—No estoy entendiendo Nuria—miro a Tamirá  quien sólo  se encoje de hombros.

—La trajo de nuevo... —Tamirá  responde a penas—Pero escapó, la orden de las rosas  no puede con ella y ahora, está  suelta, en busca de Zafiro... la quiere  borrar, por venganza.

—¿Y nos vamos a enfrentar a una Astram?—pregunto  un poco Nervioso—Específicamente  a alguien que manipula almas, y ya era una nemosorum...¿por qué?

—Está  convirtiéndo a las personas en piedras Rojas...—Nuria tiembla, y se  que lo hace por miedo, esa chica está  loca, así  que no quiero imaginar ahora que  es un Astram lo que sea capaz de hacer.

—Y eso no es lo peor—Asegura Tamirá — Esta por abrir una parte de la bóveda... tiene a la hermanita de Aracy...

—Eso no puede ser posible,—Discuto y en verdad ahora estoy más nervioso —necesita  las tres piedras y que la designada sea..  un poco más  conciente, la designada es un bebé...

—Qué  si no llegamos a tiempo... será  la primera bebé  Astram, piensa matarla... así  que señor, pensemos en el futuro de esa bebé  y ponte a pensar ¡qué  carajos hacemos!

Y esta vez, no puedo pensar en ninguna estrategia, será  hora de improvisar, improvisar  y salvar a ese bebé  de la maldad de una mujer llena de odio. ¡esto cada vez se vuelve una mierda mayor!

Las Luces el Sol y la Luna [Libro3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora