Nada se compara con el dolor de las almas perdiendo todo lo que les queda.
Dana está en cama, al igual que Lior, hemos decido que ambos estén en la misma habitación, así, tando Ebe, como Berenice pueden ayudarlos.
No me he despegado de Lior, la verdad es que no me da el corazón para dejarlo sólo, a pesar de que Helios me mata con los ojos cada vez que entra a la habitación, supongo que los celos no los podrá controlar, pero de verdad, no voy a dejar a Lior sólo, no puedo hacerle eso.
Miro de tanto en tanto a Dana, y espero que alguno despierte pronto, porque necesito saber que fue lo que les ocurrió.
Tomo mi celular en las manos y acomodo los auriculares en mis oídos, hace tanto tiempo que no escuchaba a solas, esperando algo, sanando el vacío, obviamente, lo primero que puse fue la música que Helios me había cantado, esta me da una caricia interna y me recuerda lo lindo que se siente disfrutar de ser humana, aunque eso sea por un tiempo limitado.
La puerta de la habitación es irrumpido por Helios y Tamirá, ambos miran a los muchachos, Tamirá lo hace más tiempo, pues los ojos de Helios terminaron clavados en mi, con algo de celos y con mucha ira contenida, lo sé porque sus manos están cerradas e puños, temblando por la fuerza aguantada.
Los músculos de sus brazos se marcan más, y su tatuaje de energía se ve más brillante.
—¿Por qué no vas a descansar? Tamirá te remplazará—Su mandíbula se tensa con esas palabras, yo me quito un lado de los auriculares y le ofrezco un no moviendo la cabeza—Deberías estar en cama.
Su voz suena más a enojo que a preocupación, y eso hace que me vuelva más caprichosa.
—No voy a dejar a Lior por tus celos Helios cuando digo eso, la mano de Tamirá se posa sobre el hombro de Helios—Es su amigo, y ella está muy bien, dale eso, a tu futura esposa.
Helio respira profundo, y sé que Tamirá dijo eso para dar paz, pero la verdad es que lo veo más enojado que antes.
—¿Por qué?—me pregunta con un dejo de dolor.
—Porque el está siempre...—Respondo y Tamirá da un paso atrás de su amigo.
—Yo también lo estoy...
—Pero él me necesita ahora—ahora alegó quitándole al fin el otro auricular.—No lo ves... está herido... inconsciente...
—Estará bien ¡Maldita sea! Él no se merece que estés aquí, preocupándote.
—¿Y qué sabes tú?—casi grito de la indignación —No tienes idea de lo que vivimos juntos...
—Y tú no tienes idea de lo que él ha hecho, no tienes idea de que la única razón...
—¡Basta!—Tamirá alza la voz y su amigo calla, dejándome con la duda—No es momento, Zafiro, sabrás entender... que lo que Helios tenga que decir de Lior, lo dirá cuando él esté consciente...
Helios deja de mirarme, y se comienza a alejar de nosotros, cuando Tamirá me ofrece una pequeña reverencia. Estoy por ponerme de nuevo el auricular, cuando siento que Lior regresa a su conciencia. Los tres quedamos quietos, por un segundo creo que él sólo iba a acomodarse, pero abre sus ojos con rapidez, y cuando la felicidad está por invadirme, todo se vuelve oscuro.
Tan rápido como abre sus ojos, sus manos se cierra alrededor de mi cuello.
—¡Mierda!—oigo decir a Tamirá mientras el aire se va de mi cuerpo.
Justo cuando puedo respirar, estoy siendo ahorcada, que ironías de la vida. Helio intenta atacar a Lior, pero yo lo apunto con energía obligándolo a quedarse como espectador.
— Esdra Amit—esa oración ya la había escuchado.
—Estoy aquí —contesto a penas—ya volví...
—somdra escuerei treadra, esdra, Amit.
—¿qué dice? —pregunta Helios, y por muy poco que parezca lo entiendo.
—Dice que soy una cáscara, y la verdadera Amit vendrá...
—Espiers, sandra esdra.
—Sobra la vida vendrá...
—Se refiere a tus hijos, cuando ellos nazcan... —Tamirá está examinando a los datos de lo que sea está dentro de Lior.
De los labios de Lior comenzaron a salir una especie se liquido viscoso negro que se escurría entre sus dientes, y lo mismo pasó con sus ojos, una risa retorcida se hizo eco en él cuando su agarre se hizo más fuerte contra mi cuello, pero entonces, antes de que pudiera hacer algo, Helios ya se había lanzado contra el cuerpo del chico, y con toda su habilidad, comenzó a pasar energía.
Lior me soltó el cuello, pero estaba, y de su garganta se escapaban gritos distorsionados, como si más de una persona estuvieran en él. Su cuerpo se retorcía, y se evidencia el dolor que su músculos sienten.
Cuando el frito se hace unísono, se que Helios a logrado separa a la cosa de Lior, pero Helios no para hasta que mi voz se levanta sobre lo gritos.
—Basta, basta—ordeno, mientras Tamirá me sostiene para que no tenga que atacar a Helios.
Él para y Lior queda acurrucado, tosiendo, increíblemente conciente. Hago fuerza para separarme de Tamirá quien a duras penas me suelta, y voy hasta Lior a quien tomo en brazos, condenando con la mirada a Helios, él sabía que había acabado, pero decidió continuar para lastimarlo de propósito.
Helios, me mata con los ojos, y sé cuales son las consecuencias de mi irreverencia, pero no voy a permitir que lastime más a Lior.
—Tú no te das cuenta en quién estás confiando—Asegura mientras sale de la habitación, Tamirá sólo se encoge de hombros, y sigue a su amigo.
Los ignoro por esta vez, porque de verdad es Lior quien me interesa. Él me abraza, y finalmente sé que es él.
—Lo siento—dice en medio de mi cuello— es culpa de...
—Shhhhh— me separo se él y lo ayudo a acostarse—Descansa ahora, luego...
—No puede esperar...—Asegura—Y aunque lo odie... debes ir a decírselo...—sus ojos están rojos, y llenos de tristeza— Los perdidos han escogido bando... los inmortales también, y los demonios sueltos, que no respetan las reglas, aquí están...¡Dios sabe que he tratado de hacerlo sólo! Pero esto no se podrá sin Helios y Hugo... ellos vienen por ti... ellos te quieren coronar...
—No entiendo —digo dando un paso atras.
—La reina de la nada y la destrucción, eso dicen que serás cuando tus hijos nazcan y hay toda una legión esperando por ti... Amit... por eso Dorot te quiere muerta, no quiere que le quites lo que él cree es suyo.
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Las Luces el Sol y la Luna [Libro3]
FantasíaLuego de la partida de Zafiro con Lior, Helios debe enfrentar el dolor que su corazón aqueja. Pero eso no es todo, ahora le toca volver al mando de los dominis, y fingir que nada ocurrió. La lucha entre los poderes se vuelve cada vez más clara, y...