Que las sombras se devoren lo que queda de tu alma.
Zafiro estaba sujeta a mi brazo, y su piel se sentía fría, absurdamente fría, eso me llenaba de miedo, pues no debería ser posible, se supone que ahora la sangre corre en ella.
La recorro con la mirada, haciendo todo el esfuerzo para que no se percate de mi preocupación.
-Helios, -Tamirá me llama a la par que pone una mana sobre mi hombro. -No estamos listos para esto- señala el campo de batalla.-Gizah y Andree no podrán sostener la formación, la mayoría estamos exhaustos y por más que Aldebaran está ayudando, seamos honestos, nos superan en número, y tu madre no se rendirá hasta llevar a Zafiro de nuevo a abrir la bóveda.
Tamirá tiene razón, busco con la vista a mis hermanas, y las veo exhaustas. Si Bien estamos entre muchos, nos superan en energía, y tampoco quiero usar a Zafiro ahora, algo me dice que las cosas no van bien en ella.
A lo lejos veo como Liza está siendo asistida por Fer nuevamente, ellos no podrán con esta batalla, es demasiado.
Miro de nuevo a Zafiro, quien parece no sólo consternada, sino que adolorida. Se lleva una mano al vientre, y todos mis miedos se hacen visibles, cuando veo que se vuelca al suelo a vomitar, pero no puedo asistiría con rapidez y quien la sostiene es Lior.
—Helios, no hay tiempo, o lo haces ahora, o morimos todos—Grita Tamirá cuando Ander sale corriendo y ataca a Dara, quien ya está aquí haciendo frente con su séquito.
—Carajo—mascullo,—Cuidala—ordeno a Lior, quien me ofrece una sonrisa altanera.
—Tú no me das órdenes Anta—Dice—Asi que más vale que vayas por los demás, y déjame a mí hacer lo que tu no sabes hacer.
—Eres un desgraciado—Digo cuando soy estorineado por Tamirá.
Me alejo de la escena y no puedo hacer nada más que confiar ciegamente en el idiota de Lior, por que a pesar de todo, se que Yeru, estará bien en sus manos. Suelto aire, y me uno a la fiesta, comienzo a luchar contra algunas chicas, y a pesar del cansancio, recibí algo más de energía.
Zafiro re conecto el hilo, y me pasó su energía. Volteo para ver que está en los brazos de Lior, quien acaricia su frente. Debo confesar que eso hace que mis tripas se resuelvan, ver como él la cuida me hace sentir inútil.
—Helios, ¡Atento!—Hugo me empuja, evitando de esa manera que yo sea atacado por Dara, quien arrojó una vara de energía contra mi.
Me saludo la cabeza y voy contra ella, en el preciso instante en que llega mi mamá. Ambas comienzan a atacarme, me protejo tan rápido como puedo, creando un escudo cada que ellas me arrojan energía.
Gritos de Dolor y desesperaciónse desprenden por todos los sentidos, mis soldado y los nemosorum ya no pueden sostener la batalla. Eso me desespera, porque se van acercando a Zafiro, a pesar de que Andree y Ander están allí, evitando que los tomen, en cualquier momento los superarán.
—¡Anta!—Grita Aldebaran mientras lucha con unas guerreras de la Orden de las Rosas.
—Activa el sello de todos y llama a tu padre—Ordena.
—¿Cómo carajos hago eso?—Grito cuando me vuelvo a proteger de Dara.
—¡Una bifurcación! —gritan al unísono con Tamirá.
Hago una mueca, pues la verdad es que soy consciente que es lo único que puede llamar a mi padre y a los dominis domo.
—¡Saskia! ¡Bruno! Necesito 10 segundos—mi voz suena desgarrada, pero mis soldados lo oyen con claridad. Así que ambos unen sus manos y me liberan de la batalla.
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Las Luces el Sol y la Luna [Libro3]
FantasiaLuego de la partida de Zafiro con Lior, Helios debe enfrentar el dolor que su corazón aqueja. Pero eso no es todo, ahora le toca volver al mando de los dominis, y fingir que nada ocurrió. La lucha entre los poderes se vuelve cada vez más clara, y...