capítulo 2

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Tú, yo, ellos, nosotros:

Serena:

Sábado. 15 de abril.

Luna* listo, hija. Con esta trenza ya no te estorbará el cabello cuando cargues a mis bisnietos.

Le doy las gracias a mi abu por peinarme, y ahora me dispongo a cambiarme de ropa.

Mis primas Mimet y Molly están aquí, sentadas en el sofá, cargando a mis mellizos.

Mi niña tiene una hora que dejó la incubadora, y me aseguraron que ahora sí en todos los aspectos se encuentra perfecta.

No pude evitar llorar como Magdalena cuando me la entregaron en mis brazos y por fin pude sentir su calorcito, llenar de besos su linda carita tan tierna y dulce, y también alimentarla. No quería soltarla jamás, pero no podía quedarme eternamente con ella. Hay muchas cosas que debía, y todavía tengo por hacer antes de dejar el hospital.

Por cierto, mi hermosa niña ya abrió sus ojitos y fueron azul celeste como los míos. Me dolió habérmelo perdido y Darien tampoco pudo presenciarlo ya que luego de la fuerte discusión que tuvimos Neherenia y yo, él ya no pudo seguir mucho tiempo aquí en sus visitas.

Dijo que Neherenia se ponía histérica cada que se enteraba que seguía aquí, más de las horas que le había dicho que estaría. No le ha prohibido nada, pero tampoco quiere que Darien pase mucho tiempo con nosotros tres.

Se está vengando, lo sé. Pero no me arrepiento de haberle dado su merecido. Hace mucho tiempo que se lo había ganado, pero nunca me atreví a decirle o hacerle nada pues a mí me podía insultar todo lo que quisiera, pero el que haya insultado a mi Dafirot, no tenía perdón y nunca dejaría pasar algo así.

Espero que con eso, jamás se le vuelva a pasar por la mente lo que me dijo de convencer a Darien para que me quite a mi bebé, porque esta vez no me conformaré con solo darle bofetadas, rasguños y jalones de cabello...

En otros temas: mis abuelitos quisieron ir a ver a los padres de Andrew como me dijeron, pero no pudieron. Resulta que apenas y les habían dicho que eran familiares míos, cuando el matrimonio Furuhata les dieron la vuelta dejándolos con la palabra en la boca.

Parece que no quieren saber nada que tenga que ver conmigo: la responsable de que su hijo esté así.

En un momento los iré a ver y no me sorprenderá que a mí también me hagan lo mismo, pero me conozco y sé que eso no me detendrá. Les pediré perdón, me quieran escuchar o no. También ya veré después como le hago para ver a Andrew.

Lo único que sé, y fue gracias a Petzite, es que Andrew aunque aún está delicado todavía, ya no corre peligro. No ha despertado para nada. Creé que tal vez es solo la debilidad lo que no lo deja despertar.

Mi familia y yo no páramos de orar por él, cada que podemos. Es lo único que está en nuestras manos aunque queramos hacer más...

Salgo del baño por fin con mi ropa normal, y no las batas que estuve usando estos tres días.
Me puse un vestido color amarillo. Es sencillo, con mangas cortas y suelto de la cintura para abajo, ya que todavía mi vientre se encuentra muy inflamado. Y no sé por cuanto tiempo estaré así...

Serena* cómo van con sus sobrinos?

Me acerco a ellas y les doy un beso a mis hijos en sus cabecitas.

Mimet* casi no pesan nada, y Naiku es muy tranquila. Se durmió de inmediato.

Molly* por suerte Dafirot no ha llorado, o si no ya nos hubiéramos quedado sordas.

Caminos Inesperados 🌛🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora