Caminos Inesperados 🌛🌜

capítulo 41

De nuevo juntos:

Darien:

Cuando estás a nada de toparte con la misma persona, muchas veces en el camino, sin pretenderlo o buscarlo, algunas personas suelen llamar a eso como: 'el mundo es muy pequeño'. Otros, prefieren llamarlo 'como un pañuelo'. O simplemente, lo ven como cosas del destino. Pero, lo que nos había sucedido con Serena, eso no tiene como nombrarse! No puedo creer que todo este tiempo estuvimos tan cerca de ella, y nunca lo supimos, ni percatamos!!

Elliot me ha contado todo, ya más de dos veces, pues estoy en shock y no puedo entenderlo ni creerlo! Me relató como encontraron a Serena y lo que hicieron con ella. Todo suena como sacado de una película o novela. Sobre todo, porque me asegura que Serena tiene amnesia! No me recuerda a mí ni a nadie. Ni siquiera sabe que tuvo hijos. Lo cual me parece increíble! Tan dañada quedó al creer que perdió también a Naiku, que su cerebro colapsó de esa manera... Mi pobre y dulce Serena...

Con voz tartamuda, le pido a Elliot que me vuelva a relatar todo, pues son tantas cosas, que mi cerebro aún no puede procesar bien todo lo que he escuchado.

* no hay problema, señor. Mire... Todo sucedió hace cinco años, aquí en México, pero muy alejado de estos rumbos. Era muy temprano cuando, a lo lejos, miré como una mujer estaba por lanzarse de un edificio. Sin hacer el cuento largo, el señor Jedite lo impidió. La señorita estaba muy desnutrida; su vida pendía de un hilo. Mi Jefe en un comienzo iba a llevarla a una de sus instituciones para que la atendieran, pero cuando le llevé la poca información que conseguí sobre ella, hubo cambio de planes. El señor Jedite...

Hizo una pausa, como si no supiera como decir algo.

* hmm... El señor Jedite, tal como otras veces lo ha hecho con sus anteriores protegidas, decidió hacerse cargo de ella, al sentir simpatía por esa joven tan desvalida y perturbada... Al llegar a Nueva York, la llevó con los mejores médicos, para que se recuperara por completo. Pero su salud mental, no tenía como remediarse; los psiquiatras no daban ninguna esperanza...
Debido a que la señorita Celeste... perdón, Serena, tiene cierto parecido con la señorita Mina, eso causó que el señor Jedite se conmoviera más de lo usual, y fue por eso que le permitió vivir en su casa, aún sin importarle que tal vez la señorita quedaría mal de por vida. Así fue hasta que, un día, así como si nada, recobró la sensatez. Pero lamentablemente con su memoria quedando totalmente en blanco. Se intentó de todo, para que la recuperara, pero hasta la fecha no se ha podido. Jedite Aino junto con su hermano, además de lo indispensable, le dieron educación, cariño, consejos, pero sobre todo, protección. En especial este último año, ya que han intentado secuestrarla, y hasta en dos ocasiones quisieron matarla. Una de esas veces, la señorita no lo supo, pero nosotros sí.

Mi sangre se heló! Eso era una de las cosas que aún no le prestaba atención.

* matarla? Eso no puede ser posible... Quien intentó hacerle daño, ha estado cuatro años bajo tierra.

Dije confundido, y luego a mi memoria llega el correo con las fotos. Pero no... No podía tener relación... O sí?

* yo solo le comento lo que sé, señor... Debido a las circunstancias, los hermanos Aino no quisieron traerla a este país, ni reportar que ellos la tenían bajo su cuidado. Continuábamos creyendo que algún sobreviviente de esa organización que servía para el delincuente Soichi Tomoe, es quien no quiere quitar el dedo del renglón. En su momento creímos que era para continuar traficando con ella, pues fue lo que más se nos quedó grabado cuando la encontramos, pero ahora que usted le contó todo al señor Aino, parece que todo tiene sentido.

No digo nada, y ahora me doy cuenta que estaba conteniendo la respiración. Sigo en shock. No sé qué decir, qué pensar, ni sé si sentirme feliz o no. Aunque... debería! Maldita sea, cómo no voy a estarlo? Mi Serena está viva!!! Al fin pude saber su paradero!!! Mi pequeña hija recuperará finalmente a su madre, y yo a la única mujer que he amado con toda mi alma!! Sabía que no murió! Mis presentimientos siempre fueron verdaderos. No estaba loco ni obsesionado!