capítulo 50

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La verdad se destapa, primera parte:

Diamante:

Nueva York:

Al fin. En unos momentos por fin tendré en mis manos los documentos que le cambiarán la vida para siempre a mi reina. Bueno, eso si no es que mis conjeturas están erróneas, pero no lo creo. Mi instinto nunca se equivoca.
Por otro lado, no puedo creer lo que haré, ya que normalmente yo no solía ayudar desinteresadamente a nadie. En el pasado, siempre vi cómo salir beneficiado, y si nada ganaba, si nada sacaba a mi favor, simplemente daba la espalda a la situación o a quienes recurrieran a mí en busca de ayuda o apoyo. Pero eso cambió cuando ella apareció en mi vida. Me la cambió por completo, igual como hizo conmigo. Con todo lo que solía ser...

Me levanto del escritorio, para acercarme a la ventana. Miro el cielo sin prestarle atención. Porque mi atención solo está puesta en ella... en mi ex-Celeste...
Desde que caí en esa cama de hospital, no dejé de pensar en ella. En cada hora, minuto y segundo, ella estaba en mi mente y hasta en mis sueños. Soñaba con su angelical rostro. Con esos tremendos ojos que me podían llevar al paraíso en un segundo solo con mirarme...
Es increíble que al final pudiera perdonarme de corazón. Haberse olvidado de su orgullo e ir a verme hasta allá. Porque así es; pude oír todo lo que me dijo y hasta sentir sus besos que me dio como despedida. Siempre fui consciente de todo mientras yacía moribundo y, cuando la escuché, creí que ya había muerto y me había ido al cielo, después de todo lo malo que hice. Después de haber casi vendido mi alma al diablo, con tal de cumplir con la promesa que había hecho a mi familia, pero, cuando tocó mi mano, y pude sentir su calidez, ahí me di cuenta que no. No podía estar muerto porque ni siquiera el cielo podía ser tan maravilloso, comparado a poder tocar nuevamente la tibia, suave y delicada piel de mi reina...

Todo lo que me dijo, pude oírlo claramente y, sentí como si volviera a nacer cuando me dio su perdón. Me costó creerlo luego de lo que le hice, pero mi corazón no pudo resistirse a tal acto tan hermoso y puro. Me sentí nuevamente vivo! Revitalizado, y pude ver todo de un diferente color. Un color lleno de vida que borró el color gris de mi existencia...

Cuando me dijo que quizá nunca nos volveríamos a ver, sentí miedo y quise poder hablar para pedirle que no volviera a irse de mi vida. Pero, maldita sea! No pude! Estaba mi cuerpo tan jodido... De hecho, debido a eso que me dijo, los días siguientes llegué a tener pesadillas en donde ella ya no existía más. Le gritaba con el apodo que le di, para que se acordara que era yo quien clamaba por ella, pero ella no apareció jamás, lo cuál me partía el alma y sentía que moría a diario.

Al despertar finalmente, estaba decidido a luchar por ella. Sería una mejor persona para ese ser angelical, y jamás permitiría que nada ni nadie nos separara, pero... nada me preparó para lo que Akiral me dijo, cuando le pedí que me pusiera al tanto de todo... Todavía parece que fue ayer...

*
( HACE VARIOS DÍAS ATRÁS )
*

* qué haz dicho, Akiral? Repite lo que acabas de decir. Y sin titubeos.

* señor, no se altere porque...

* que lo repitas, he dicho!

Demando ahora sí algo alterado. No puedo dar crédito a lo que mis oídos acaban de escuchar! Debí oír mal.

* está bien, señor... Mientras usted yacía inconsciente, muchas cosas sucedieron. Pero lo más impresionante fue lo de Jedite; perdió a su mujer, a su suegra y su hija está grave. Tanto que se la llevaron a Alemania, para que los mejores médicos la atiendan.
También, fue mentira lo que Jedite Aino le dijo aquella noche en su estudio; su protegida no es su hija. Y eso está relacionado a lo otro que le comenté, porque resultó que la señorita que usted creía conocer bien, no era lo que todos pensábamos. Su verdadera identidad es Serena Tsukino; una mujer de baja escala social con una hija, y tal parece que también una pareja. La niña junto con el padre y Elliot, vinieron por la señorita Serena; tal parece que ellos fueron quienes dieron con ella, porque la señorita tenía días sin salir de la mansión. Desconocemos el motivo. Y bueno, señor, a los pocos días todos partieron a México. Parece que allá son sus orígenes. Desde ese momento, toda relación entre la joven y los Aino, terminó por completo. Y eso fue lo último que averiguamos.

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