capítulo 52

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Títere:

Darien:

Salgo a toda prisa de la casa de Serena hecho una furia! Y en lugar de ir a mi departamento, solamente voy por mi auto y me voy a toda marcha de ahí. Necesito estar solo! Necesito desahogar esta furia y dolor por la traición que traigo por dentro y que me está devorando! Nunca creí que Serena me heriría de tal manera. Nunca la creí capaz de algo así...
Estoy consciente que de una parte no tuvo la culpa. Y hasta desearía tener delante mío a Black, para partirle toda la cara por haber casi violado a Serena! Pero, y por lo demás?! Lo demás ella lo hizo consciente! Lo hizo con toda la intensión, importándole un bledo sus valores y principios de los que tanto presumía!

De solo imaginarla intentando seducir a un hombre que prácticamente podría ser su padre, y que dicho sea de paso, era casado, se me revuelven las tripas, y deseo escupir toda esta bilis que eso me produce! Fui traicionado por las tres personas en quien tanto confié! A Jedite hasta lo llegué a estimar como a un padre. A Black sentía que se lo debía todo. Sentía que estaba en deuda con él. Y todos ellos me salen con esto! Maldita sea! Maldita sea, maldita sea!!!

Golpeo el volante, como si con eso pudiera sacar este maldito dolor. Me quema! Me hierve la sangre! Pero ni este dolor se compara al de mi corazón y alma destrozados. Se destrozaron no solo por la traición, sino también, y eso es lo que más me hiere, por lo que Serena le hizo a la mujer que yo conocía. A la chica dulce, inocente, e ingenua que amé todo este tiempo. Eso es lo que más me tiene destrozado al grado de que, no sé qué demonios voy hacer...

Cegado por la ira y el dolor, manejo sin rumbo fijo hasta que se oculta completamente lo que quedaba del sol. Al entrar en una zona en donde los lugares de perdición abundan, me detengo frente a un bar, que tiene aspecto de ser el más decente de todos y, bajo del auto decidido a irme a embriagar.

Las personas que están afuera, en su mayoría mujeres, se me quedan mirando tanto a mí, como a mi auto. Unas me guiñan el ojo, entre otros coqueteos, pero yo las ignoro por completo, entrando al bar con pasos largos y decididos. Dentro de el, el olor a alcohol y cigarrillo abundan. La música es horrible, y lo único que veo por todas partes, es a hombres apunto de embriagarse hasta la inconsciencia. Tal como seguramente yo quedaré en cuanto rompa mis cinco años de sobriedad...

* la mejor botella que tengas!

Le demando al cantinero, a la vez que tomo asiento en una mesa para dos personas. Mi voz enojada captó la atención de algunos tipos. Sobre todo de los que se encontraban en la barra. Me miraron de una manera despectiva, pero ignoro sus miradas.

* aquí tiene, señor. Es de nuestros mejores whiskis.

Sirve un poco en un vaso de cristal grueso, y luego se retira dejando la botella. Al ver el liquido amarillento de fuerte olor, llego a sentir náuseas. Qué demonios estoy por hacer?

Titubeo, girando el vaso con los dedos. Pero al recordar lo que me dijo Serena, y el imaginar como hizo todo, me jode por completo y eso me da valentía. Si es que se le puede llamar así. De un solo trago me acabo la amarga bebida. Me quema la garganta, hasta sentir como baja a mi estómago. Es desagradable y quiero detenerme, pero mi dolor es un muy mal consejero y, aún sabiendo eso, decido continuar. Quiero olvidar todo! Ya que más da?! Todo ha vuelto a ser como antes, y mucho peor! He caído en los mismos errores de mi pasado, y esta vez Serena me pagó con la misma moneda. Así que, por qué no puedo volver a ser el mismo? Ya que más pierdo?

Diciéndome eso y más, lleno hasta a la mitad el vaso, y lo bebo. Luego otra vez. Uno tras otro. Conforme pasaban los minutos, mi humor iba variando. Primero estaba furioso, después decepcionado, luego dolido y ahora jodidamente triste! No solo por lo que me confesó Serena, sino también, por lo que yo he hecho y ocasionado...

Caminos Inesperados 🌛🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora