Caminos Inesperados 🌛🌜

capítulo 54

Adiós, Serena:

Narración:

Precisamente cuando Darien recibió el segundo disparo, y cayera inconsciente con Serena entre sus brazos, la policía y un par de ambulancias liderados por la gente de Black y Aino, llegaron al lugar. El plan de Black había resultado exitosamente. Neherenia había caído, junto con el tercer cómplice que se encargaría de cobrar el dinero. Neherenia era astuta, pero esta vez la suerte no estuvo de su lado. Desgraciadamente, no llegaron antes para evitar que Darien recibiera esos disparos y que Serena quedara en tan terrible estado.

Aitor estaba decidido a darle el tiro de gracia a Darien, pero obviamente no se esperaba lo que sucedería y, aunque al escuchar las sirenas de la policía intentó escapar, no lo logró. Estaba muy malherido para llegar lejos. Tal como Neherenia, él también fue tomado preso...

Fiore se había desmayado debido a que gastó lo último que le quedaba de energía, al haber ayudado a Darien. Lo último que presenció, fue cuando Darien golpeaba sin cesar a Aitor, pero ya no supo si logró rescatar a Serena, o qué sucedió. A él, aunque se lo llevaron al hospital, pues estaba en muy mal estado también, igualmente iría preso. Neherenia ni loca permitiría que toda la culpa se la adjudicaran a ella. Aunque Neherenia lo creé muerto, aún así no dejó pasar la oportunidad de hacerlo a él también responsable. Y hasta en un principio intentó echarle toda la culpa a Fiore, mintiendo que él siempre fue la cabeza del grupo para dañar a la familia Chiba y los Tsukino, pero no funcionó.
En ese momento, aún no sabían que la responsable del secuestro es Neherenia Tomoe, pues como se ha venido diciendo, está cambiada, pero ya después la verdad se destaparía.

Respecto a Darien y Serena, ambos lograron salvarse. Serena casi pierde la vida, y hasta el bebé estuvo a nada de ser abortado, por todo el trauma que sufrió el cuerpo de Serena. Pero, algo en ella no le permitió perecer; su espíritu guerrero la hizo ser fuerte, por el ser que vive en su vientre. Y con el bebé sucedió lo mismo. Se aferró a la vida de su madre.
Lo único verdaderamente lamentable que resultó de todo, fue que los médicos descubrieron algo en Serena que era bastante preocupante, y se lo harían saber en cuanto despertara. Era algo que debía ser tratado cuanto antes, pero debido al embarazo, tendrían que darle a elegir entre el bebé o ella...

El segundo disparo que Darien recibió, fue peligroso, y hubiera muerto desangrado, de no ser porque las ambulancias llegaron en el momento preciso para impedirlo. Fue sometido a cirugía apenas llegando al hospital, para sacarle la bala del hombro y detener la hemorragia. Por todo un día estuvo inconsciente, y al despertar, lo primero que hizo fue preguntar por Serena. Asustado y tembloroso, pedía una y otra vez que lo dejaran salir de la cama, para ir a verla. En ese momento su familia que no se había despegado del hospital, fue a verlo y ellos lo pusieron al tanto de todo. Para Darien fue un gran alivio escuchar que Serena se había salvado. No mencionaron nada sobre el bebé, ya que eso no lo sabían, entre otros detalles delicados. Eso a Darien lo dejó inquieto, pero no quiso contárselos, porque no quería que intervinieran. Además, sería una larga historia, y en esos momentos no estaba en condiciones para hablar, y menos sobre todo ese tema...

Diamante al enterarse que todo había resultado "bien", por llamarlo de alguna manera, le pidió a su amigo Kakeru que se encargara del caso e hiciera caer todo el peso de la ley sobre los secuestradores. Moría por ir a visitar a Serena, porque también se enteró que casi fue violada, junto con todo lo demás que le hicieron, y eso lo tenía al borde de la locura. Pero, como eso no le haría bien a nadie, decidió contenerse, y definitivamente cerrar esa página del libro, y seguir su camino como había prometido.
Lo último que hizo, fue regresarles a los Aino el dinero que ya no fue cobrado. Haruka se quedó admirado por lo que logró, y aunque no le ofreció su amistad, le hizo saber que se había ganado su respeto. De verdad se le veía cambiado...