capítulo 43

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Aceptando la realidad:

Narración:

Después de una larga charla, muchos besos y palabras de amor, los eternos enamorados quedaron dormidos sin pretenderlo. Eran casi las 11 de la noche, cuando Serena entró en una terrible pesadilla, relacionada a la perdida de Dafirot Kenji. Angustiada y aterrorizada, comenzó a gritar y patalear entre sueños, suplicando que no se llevaran a su pequeño hijo.

Darien que aún continuaba a su lado y estaba tranquilamente durmiendo, despertó sobresaltado al escuchar a Serena y sentir sus patadas. Se apresuró a intentar despertarla, sacudiéndola despacio y llamándola con palabras amorosas. Al no dar resultado, sus gritos consiguieron despertar a todos los presentes en la mansión. La nana fue la primera en correr ir a verla.

* mi niña! Qué le pasa?!

Preguntó apunto de abrir la puerta. Darien que solo estaba vestido con los bóxer, maldijo al darse cuenta que no estaba decente y alcanzó a ponerse al menos los pantalones, antes de que la mujer entrara. Por Serena no se preocupó, pues antes de quedar dormidos, ella insistió en ponerse la pijama. Aún era algo pudorosa con Darien. Tanto así, que incluso le pidió no mirarla hasta tener algo puesto. Debido a eso, Darien aún no había visto el tatuaje, y así enterarse que fue ella con quien estuvo aquella noche en el baile...

* mi niña, reaccione! Solo es una pesadilla!

Se acercó a ella para intentar calmarla. Kaito también hizo acto de presencia y, como buen psicólogo, supo manejar la situación. Darien solo se limitó a observar, hasta que la pequeña Naiku medio dormida apareció en el marco de la puerta, y tuvo que hacerse cargo de regresarla a la cama.

* qué le pasa a mi mami?

Preguntó la pequeña con voz confundida, mientras su padre la arropaba.

* una pesadilla, mi princesita. No te preocupes; no es nada.

* enselio?

* enserio, hija. Vuelve a dormir. Mientras más temprano duermas, más rápido amanecerá y podrás ver a tu madre, esta vez como se debe; te lo prometo.

* está bien, papi.

A la pequeña no le costó nada volver al mundo de los sueños. Cuando Darien estaba seguro de que ya no despertaría, volvió a la habitación de Serena, ya un poco más decente en su vestir.

* está bien?

Le preguntó a Kaito. Él asintió, pasándose una mano por la nuca.

* le di uno de sus calmantes para que volviera a dormir; la pesadilla que tuvo fue sobre su hijo. La puso inquieta, y bueno... te podrás imaginar el resto...

El corazón de Darien se encogió. No sería nada sencillo para Serena el poder sobreponerse a la idea de que solo un bebé sobrevivió...
Cuando de nuevo la calma reinó, Kaito junto con Darien bajaron a tomar un café. Luego de lo sucedido con Serena, les iba a costar dormir, así que, qué más daba...

* requerirá de muchas terapias, verdad?

Pregunta Darien, antes de llevarse a la boca su humeante taza de café.

* así es... Para Serena no será tan fácil como a los demás superar una muerte. Es su hijo de quien hablamos. Lo llevó casi nueve meses en su vientre, y lo estrechó en sus brazos en cuanto nació. Algo así no se puede superar tan a la ligera. En especial alguien como ella.

Darien no dijo nada, pero dentro de él le dio la razón. Si para él fue muy difícil, y eso que solo pudo disfrutar muy poco el embarazo del Serena, para ella quien les dio la vida, debía ser mil veces peor.

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