Caminos Inesperados 🌛🌜

capítulo 53

Celos y venganza:

Narración:

24 horas habían transcurrido desde que Darien también fue secuestrado por Neherenia, y aún nadie se percataba de la ausencia de él y Serena. Todos a excepción de Fiore, creían que Darien ha estado con Serena reconciliándose. Y de Serena, no se les hacía extraño no verla ni tener ninguna señal suya, pues anteriormente, rara vez daba muestras de vida. Por eso nadie había hecho nada hasta el momento. La pequeña Naiku claro que preguntaba por su padre, pero Ikuko y Taiki se encargaban de mantenerla distraída.

Fiore por su parte, creía que Darien se la ha pasado en el trabajo, como su única manera de distracción, tal como había venido haciendo en los últimos días. No se había atrevido ir a visitar a su amigo, ya que temía ser delatado por culpa de sus nervios. Darien lo conoce bien, y obviamente le preguntaría qué le sucede.

Desde que Cassandra drogó a Serena, y le dijera a Fiore que ahora ella se encargaría de todo, el hombre no podía dejar de sentirse extraño. Ni siquiera pudo dormir esa noche. No estaba arrepentido, y tampoco le asustó ver a Serena drogada pues Cassandra le aseguró que solo fue para que se tranquilizara, pero, aún así, tenía un mal presentimiento. Como él dijo, no le agrada Serena, pero tampoco era para quererla ver muerta. No. Él lo único que quería, era que Serena recibiera un buen susto, para que no le quedaran ganas de querer quedarse, y así volviera a desaparecer. Eso sería lo mejor para todos, según Fiore.

Como la curiosidad lo estaba matando, decidió ir a echar un vistazo a la fábrica, para saber cómo va el asunto. Pero, que gran sorpresa se llevará al ver que fue engañado nada más y nada menos que por Neherenia Tomoe. Y no solo eso, sino también, que tienen a Darien, y todo gracias a su obsesión, su estupidez e ingenuidad de caer en la telaraña de Neherenia...

Mientras tanto, Neherenia volvió a la fábrica, y nuevamente en la compañía de Aitor. Ya era tarde, y pensó que seguramente sus presos debían tener sed y hambre, así que les llevó algo de comer. Para Darien llevaba algo muy especial, pero para Serena, se aseguró de elegir algo que estuviera en descomposición. No tenía pensado tener algún tipo de consideración con ella. Sus celos y odio por Serena, eran más grandes que todo...

* hola, queridos; he vuelto... Cómo pasaron la noche? Estupendo, verdad?

Se mofó Neherenia, con una sonrisa descarada y su voz de no romper ni un plato. Darien y Serena pasaron la peor noche de sus vidas y, a este grado, Darien odiaba a Neherenia más que nunca, y estaba dispuesto a hacerle cualquier cosa en cuanto tuviera oportunidad. Estaba canalizando todo lo que sentía solo en eso, para poder mantener la mente fría, pues si algo le pasaba a él, Serena quedaría a la entera merced de Neherenia, y no podía permitir eso.

Serena contrario a Darien, estaba más temerosa que nunca, y completamente desecha. Solo podía pensar en su bebé, y rezar que Neherenia no la hiciera elegir entre Darien o ese futuro hijo.
Ofrecer su vida a cambio para salvar la de Darien, significaría también condenar a ese ser que lleva en su vientre. Por esta y más razones, no podía decir que está embarazada en un intento para que Neherenia le tenga piedad. No serviría de nada. Todo lo contrario; Neherenia lo usaría a su favor...

Neherenia mientras preparaba lo que les daría de comer, Aitor se paseaba de allá para acá, alrededor de Darien y Serena. Quería intimidarlos, y con Serena lo estaba consiguiendo fácilmente, porque ella le temía igual o más que ha Neherenia, por lo que intentó hacerle aquella vez en esa calle de mala muerte.

* bien, haremos esto rápido porque no tengo paciencia para estas cosas.

Dijo acercándose a Serena. Le quitó la cinta adhesiva que cubría su boca, para darle de comer pero, Serena al oler la fruta en descomposición, esto le provocó unas espantosas náuseas, para luego vomitar. Solo fue saliva, al no llevar nada en el estómago desde el domingo, pero eso puso furiosa a Neherenia, porque le salpicó un poco su costosa falda.