capítulo 44

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Cuenta regresiva:

Darien:

Kakyuu* solo hagalo, señor Chiba. De verdad, la yegua es de lo más dócil.

Naiku* sí, papi! Subete ya! Ya quelo que Bella nos lleve!

Rio y vuelvo a considerar el subirme o no al caballo. Todos estamos en el jardín, "disfrutando" de una mañana soleada. Serena está sentada a la orilla de la fuente, muy lejos de nosotros, solo observando callada y con una sombra de sonrisa en sus labios.
En lo que lleva del día, apenas y ha dicho 10 palabras, y eso solo con los demás. Desde lo ocurrido anoche, no nos hemos dirigido la palabra. Por mi parte, no es porque esté aún molesto, sino porque... prefiero guardar mi distancia y sea ella quien me busque cuando quiera hablar. Yo ya no quiero forzar las cosas, porque solo es desgastante y a ninguno nos hace bien.

Naiku* papi?

Mi hija me jala del pantalón para que reaccione. Pone esa cara de cachorrito, la cual nunca puedo negarme y término aceptando.

Darien* está bien... Ustedes ganan! Subiré.

Mi hija ríe muy contenta. Elliot se acerca para indicarme nuevamente como subirme y, cuando lo hago, siento esa sensación de vértigo. Sigo temiendo a las alturas. Aunque el caballo no es más alto que yo, aún así me da miedo la caída. Eso es a lo que siempre temo...
Tratando de no pensar en eso, sujeto la correa con manos torpes y sudorosas.

Naiku* siiii! Mi papito se subió! Ahola yo! Ahola yo!

Jala para acá a Kakyuu, que la tiene tomada de la mano. Se habían apartado para darme espacio.

Kaito* espera pequeña. Primero permitele a Darien que se familiarice con la yegua, y ya después te puede llevar.

Sugirió, con ese tono que logra que las personas le hagan caso. Mi pequeña y Kakyuu asienten, y ahí me tienen; dándoles todo un espectáculo seguramente, pues me era inevitable ocultar mi nerviosismo. Cada paso que daba la yegua, sentía que resbalaría. El corazón me latía rápido, y ya no solo me sudaban las manos, sino todo el cuerpo por culpa del vértigo. De momentos veía a Serena y eso ayudaba a olvidar mi fobia, pero cuando me quitaba la mirada y volteaba para otra parte, o cerraba los ojos, mi miedo volvía junto con esa frustración que tanto odio...

Como 20 minutos después, ya me sentí, digamos que algo valiente, y cargué a mi hija para cabalgar juntos. Para ella creo que fue más que divertido porque no paraba de reír y hasta pedía que Bella fuera más rápido. Obviamente ni loco hice acelerar el paso de la yegua. No quería provocar una desgracia...

*
( media hora después )
*

Kakyuu* se divirtió, pequeña?

Le pregunta bajándola del caballo.
Para mí, no fue tan divertido y mucho menos con mi hija, porque mi miedo se duplicaba por temer caer con ella y se hiciera el doble de daño. Pero, al menos le perdí un poco el miedo a estos animales impresionantes.

Naiku* mucho!! Mañana quelo volvel a subilme! Pelo ahola con mi mami!!

Serena* no será posible, mi amor... Mañana nos iremos.

Todos volteamos a mirar en dirección a Serena, y yo casi caigo de la yegua, porque precisamente en ese segundo estaba por bajarme. No me esperaba eso. Por qué ha decidido ya partir? No me extraña que quiera ver a su familia, lo que me extraña es que es demasiado pronto. No creo que ya esté lista.

Kaito* escuché bien, Serena? De verdad quieres partir ya?

Serena* sí. Toda la mañana lo estuve pensando, y llegué a la conclusión de que no tiene sentido retrasar más mi partida.

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