capítulo 12

484 71 12
                                    

Una vida diferente:

Darien:

Soy Darien Chiba Shields, 31 años de edad. El menor de tres hermanos y padre soltero de una preciosa niña muy parecida físicamente al gran amor de mi vida...

Si te contara mi historia, seguramente no la creerías. Y no me extrañaría, ya que en ocasiones ni siquiera yo lo puedo creer cuando volteo hacia al pasado.

Estuve casado con una de las peores mujeres que pude haber conocido en mi vida. Ella me enseñó lo que es vivir el infierno aquí en la tierra.
Con ella experimenté lo que era la violencia doméstica, tanto psicológica como física, gracias a su padre.

Padre e hija me arrebataron casi todo, literalmente. Pero lo peor de todo lo que me quitaron y que fue irreemplazable, fue haberme arrebatado a mi hijo recién nacido, y a su madre unos meses después.

Por fortuna, todos los involucrados pagaron con su vida todas sus villanías, y con ello, se les hizo justicia a todos; a vivos y muertos.

Pude superar mi dolor, y sobreponerme a mi pasado gracias a mi pequeña hija, y a la esperanza que tengo todavía de encontrar a Serena.

He gastado casi todo en detectives privados para que la busquen por cielo, mar y tierra. Hasta ahora, no se ha podido hallar ni la más mínima pista de ella, pero eso no importa, yo di mi promesa de jamás dejarla de buscar sin importar el tiempo y todo lo que se interpusiera.

Muchas personas ya perdieron la esperanza hace un año, y entre ellos están los abuelos de Serena. Tanto es así, que mandaron a poner su retrato en donde yacen las cenizas de mi hijo Dafirot Kenji, pues no tienen nada más en donde llorarle.

También, incluso donaron sus pertenencias que tenían guardadas cuando perdió su casa. La mayoría pedí que me las entregaran a mí y no puedo creer que algunas de sus prendas aún conserven su delicioso aroma después de cuatro años.
A veces es como si ella estuviera conmigo gracias a eso.

Mis hermanos, pues también ellos la adoraban, en especial Zafiro, quisieron quedarse con algunas de sus pertenencias también.
Taiki conserva todos sus libros favoritos. Y Zafiro pidió que le permitieran quedarse solo con esa caja musical que era muy especial para Serena. Dice que esa melodía le provocaba sentirla cerca de nosotros como en los viejos tiempos.
Yo no me interpuse a que quisieran tener algo de ella pues sé muy bien cuanto significaba Serena para ellos dos en sus vidas...

Otra persona que estoy notando está perdiendo esa esperanza, es nuestra madre. No nos lo ha dicho por supuesto, pero se le nota cuando el nombre de Serena viene a colación. Los demás y yo, no podemos juzgarlos. Es normal que se sientan así y hasta creo que es su único modo de encontrar consuelo, a comparación de tener que despertar cada día y preguntarse si ese ser especial estará bien, si ya habrá comido o si estará recibiendo un buen trato de quienes la tengan cautiva, etcétera.

Por mi parte, trato de no pensar en ella de esa manera, y mejor imaginar que donde sea que esté, es feliz y en el momento preciso volverá por su propia cuenta y será dichosa cuando vea que Naiku está bien, que también fue feliz y es ya una pequeña damita.

Mi pequeña Naiku, como ya dije antes, es muy parecida físicamente a Serena, pero con una personalidad muy distinta y creo eso lo sacó de mí.
Recuerdo que una vez se desapareció por una hora! Nosotros aunque ya comenzábamos a acostumbrarnos a sus travesuras, aquella vez sí que nos asustó.

La buscamos como locos, para que al final, una mujer que vive en la casa que está situada dos calles alejada de nuestro edificio, nos la trajo diciendo que Naiku todo ese rato estuvo jugando en la casa de 'Pupy', un perro de raza san bernardo. Naiku le dio nuestra dirección cuando Pupy ya no quiso jugar con ella. Solo así le dieron ánimos de volver...

Caminos Inesperados 🌛🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora