curiosidades

527 53 22
                                    

Estas son algunas curiosidades de la historia.

Escena borrada: Carta del señor Will a Celeste.

Aún eran las cinco de la mañana cuando salí de la mansión y, normalmente no me gusta ser tan madrugadora. Sobre todo ahora que me siento el doble de cansada. Pero es que luego de ver que la casa de cuna está ubicada media hora después del asilo en donde solía ir a ayudar, me dieron ánimos de ir a visitarlos. Con todo lo que me pasó, no volví a pisar ese lugar, desde antes de noche buena. No sé como estén. Si habrán conseguido a más voluntarios y todo eso.

Cuando llego al asilo, ya pasan de las 8:30. No podré quedarme mucho tiempo y no me gusta eso... Al bajar de mi auto y ver la fachada del lugar, me trae recuerdos sobre Diamante y yo. Recuerdos de cuando eramos muy felices, y era muy grato compartir con mi novio mi pasión por ayudar...

Suspiro y agito la cabeza. No quiero ponerme sentimental ni pensar en mi pasado. Ya no odio a Black, y decidí quedarme solo con los momentos buenos, pero aún no es tiempo para recordar, porque me trae melancolía, y últimamente ando más sentimental de lo normal. Así que, es el peor momento para eso.

Lentamente entro al lugar, mirando por todos lados. Los viejecitos ya no son los mismos. Y no me extraña. Es triste, pero su estadía aquí es efímera...
Espero que el señor Will aún viva. No pude despedirme de él, y se había convertido en un buen amigo de Diamante y mío...

* hola, Celeste! Cuánto tiempo sin verte.

Nos saludamos con un beso en la mejilla. Ella es Rita, una enfermera voluntaria. Ha estado aquí desde que se abrió el asilo, o eso me dijo.

* perdón por no haber venido antes, o al menos haber avisado que ya no lo haría. Pero es que... Bueno, tú sabes como es la vida en esta ciudad.

* no te preocupes; me enteré que rompiste con Diamante. Debió ser muy duro...

Asiento mirando mis manos. No me extraña que lo sepa, pues todo Nueva York lo supo gracias a la difamación de aquella revista amarillista.
Y ahora que la menciono, eso me recuerda que la demanda que hizo Jedite en contra de esa revista y su gente, los debió hundir por completo porque jamás volví a saber nada de ellos. No cabe duda que Jedite cuando se propone algo, lo hace muy bien...

* bueno, lo importante es que ya estás aquí. Porque viniste a hacerle compañía a los internos, no?

* sí. Solo que no podré quedarme mucho tiempo. Tengo un asunto que atender referente a la carretera, y debo estar allá a las diez en punto.

* entiendo. Y no hay problema. Por suerte hemos tenido muchas manos extras.

Mientras dejo mi abrigo en el perchero, me cuenta las buenas noticias. Que gusto que cada día, más gente sea consiente y deje de ser indolente sobre estos lugares.

* Rita, temo preguntar esto, pero... el señor Will aún vive?

Por la cara de tristeza que puso, era señal de que no.

* lo siento, Celeste... Él falleció tres días antes de año nuevo. Sabías bien que sus pulmones ya le fallaban bastante.

No pude decir nada. De inmediato un nudo en mi garganta se hizo presente y mis ojos se cristalizaron; era de esperarse, pero tenía la ilusión de poder verlo.

* es triste de por sí este lugar, pero lo es aún más cuando te encariñas con los internos.

Asentí.

* te diría que cambiáramos de tema, pero ahora que preguntaste por él, eso me recuerda que te dejó una carta.

* una carta?

Caminos Inesperados 🌛🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora