Capítulo 8: La Familia Lee

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SORPRESA!!! (lean la nota al final del capítulo) y disfruten su Jueves, fuerza que mañana es viernes.


Fuimos hasta la casa de Patrick en el auto de la madre de Jackson, él nos condujo. Recuerdo la primera vez que me llevó en auto, fue para año nuevo cuando me vino a visitar. Nos habíamos escapado a mitad de la noche y nos llevamos el auto viejo de mi mamá (mi abuelo le regaló el suyo cuando asumió como director y comenzó a usar los autos de la Sede). En realidad fui yo la de la idea, en ese sentido Jackson era mucho más tranquilo que yo. Yo ya había sacado mi licencia de conducir hacía ya un tiempo y él aún no tenía la suya. A mí me había enseñado mi papá; pero él no tenía a nadie, sólo dos veces en que Bill—el conductor más peligroso después de Francesco—le prestó su auto. Así que le enseñé yo.

Nos estacionamos frente a la casa, era muy bonita y relativamente más grande que la de Jackson. Aunque por los relatos de Jackson, me esperaba algo mucho más grande. Me quedé sentada en el auto observando la casa.

—¿Me veo bien?—le pregunté a Jackson nerviosa. Él me miró con el ceño fruncido ante mi repentina inseguridad.

—¡Claro que te ves bien!—respondió obvio—Vamos, que su esposa estirada nos mirará mal el resto de la noche si llegamos treinta segundos tarde—farfulló.

Nos detuvimos frente a la puerta y Jackson tocó el timbre.

—Pórtate bien—susurré y él rodó los ojos.

—No puedo prometer eso—sonrió burlón.

—¡Jackson!—golpeé su hombro y la puerta se abrió de repente.

Una mujer vestida con un vestido blanco ajustado al cuerpo nos abrió la puerta. Tendrá unos treinta y tantos, era mucho más joven que la madre de Jackson. Su piel era media morena, tenía los ojos pardos, labios carnosos y su cabello era de un brillante color avellana. Usaba tacos blancos y me pasaba al menos una cabeza.

Me sentí incómoda de repente, debería haberme vestido mejor o al menos plancharme el pelo...

—Tú debes ser Alex—la mujer me sacó de mis pensamientos—Soy Giorgia, la esposa de Patrick, un gusto conocerte—a pesar de que ella sonreía también veía que no dejaba de observar mi atuendo y cada centímetro de mí.

—Eh...hola—fue lo único que dije, estaba tan nerviosa.

La mujer ya no sonreía tanto cuando se dirigió a Jackson. Lo miré para ver si sentía lo mismo que yo y se veía muy relajado.

—Jackson...—lo saludó un poco tensa.

—Giorgia—musitó Jackson con fingida caballerosidad, por suerte ella no lo notó.

—Pasen—dijo ella desviando su atención de Jackson—Muchas gracias por venir, esto significa mucho para nosotros.

La relación entre ella y Jackson parecía ser de lo más incómoda, aunque Jackson se lo tomaba a la risa.

—Iré a llamar a Patrick—avisó Giorgia—Él no nota que pasa el tiempo cuando está trabajando—rio—Acomódense en la sala de estar, volveré en menos de un minuto—señaló los sillones y luego desapareció por una puerta.

Me senté en el sofá cuidadosamente como si con sólo tocarlo lo fuera a manchar. Una niña con un tierno pijama apareció en la sala de estar y se acercó a nosotros.

—Jackson—lo señaló la niña sonriente y se abrazó a sus piernas. Jackson se quedó estático como si tuviese miedo de la niña y trató de apartarla—¿Quién es ella?—le preguntó a Jackson mientras me señalaba.

La Lista de Muerte (2° parte de El Campamento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora