La Lista de Muerte (2° parte de El Campamento)

Capítulo 42: A Tu Lado

Al salir de la Sede, la luz del sol me pegó fuerte en la cara. Me sentí libre, pero no del todo. Estaba convencida de que esta noche encontraríamos al creador de la Lista, y no fue así. El maldito sí que sabía cómo esconderse. ¿Y si el creador estaba entre los muertos? Deseché inmediatamente esa teoría, era ilógico. El que creó la lista lo hizo con el objetivo de crear una guerra en la Sede, sería un poco torpe de su parte haberse encontrado ahí esa noche.

Algunas horas después, comencé a creer que mi teoría no era tan descabellada como me pareció en un principio.

Los guardias de Natalie comenzaron a hacer una limpieza de la Sede. Primero se encargaron de sacar a todos los trabajadores y tuvieron que traer ambulancias ya que los heridos sobraban. Esa fue la única parte feliz de la historia, ver cómo las familias se reencontraban. Bill, Becca y Lucas se encontraron con sus padres, los cuales habían sido rescatados por los alumnos de la Academia.

Noah se había quedado solo mirando para todas partes, buscando a su madre, pero no aparecía por ninguna parte. Veía cómo sus compañeros se encontraban con sus padres y su desesperación aumentaba. Jackson la fue a buscar adentro, pero no estaba, preguntamos a la gente y nadie la había visto.

—Jackson, nadie la vio—susurré, se me había quebrado la voz.

Él negó con la cabeza, con los ojos cristalizados.

—¡Mamá!—gritó Noah, corriendo hacia una ambulancia.

La mujer, que estaba siendo atendida dentro de la ambulancia, se sacó la mano del enfermero que le estaba vendando el brazo y fue corriendo hacia Noah. Ambos se abrazaron tan fuerte que todos se les quedaron mirando. La mujer se largó a llorar, pero a la vez sonreía porque su hijo estaba vivo y eso lo cambiaba todo.

Si Noah llegaba a perder a ambos padres, no sé qué sería de él, cambiaría todo en su vida. Al igual que tampoco sé que sería de esa madre de haber perdido a su hijo también. Ya he visto lo que le sucedió a la madre de Jackson con sólo perder a su hija, no me quiero imaginar cómo sería perder a toda tu familia.

—¿Quieres escuchar una historia?—me preguntó Jackson y lo miré curiosa—Un día tomé todos mis bolsos y hui de casa. No tenía pensado volver, ya había armado todo un plan para sobrevivir solo—rio—El señor Carrington me dijo que si era inteligente, volvería a mi casa y arreglaría las cosas con mi mamá. Me salvó la vida.

Jackson me rodeó la cadera con un brazo y me atrajo hacia él. Lo miré a los ojos y le sonreí. Él me había demostrado que siempre que nos separáramos, volvería por mí. No tenía por qué sentirme sola rodeada de familias, porque Jackson era mi familia.

Luego sacaron a los guardias negros y se llevaron a algunas personas que estaban más que fichadas que eran aliados de Turner, puesto que intentaron escapar. Después de esto, comenzó la tarea más fea, sacar los cuerpos.

Me quedaba corta si decía que eran muchos. La explosión que hubo en la entrada, que ahora se sabe que la tiró un guardia negro, se llevó treinta vidas. Luego se metieron en los calabozos y encontraron el matadero que Turner tenía ahí abajo. Llamaron a las familias de los fallecidos para que identificaran los cuerpos, ahí tuvieron que ir Noah y su madre. Allí encontraron al señor Carrington.

Me quedé dando vueltas en el vestíbulo de la Sede junto a Jackson, ayudando a sacar a los heridos. Cerca de los baños nos encontramos con un grupo de alumnas de la Academia, a quienes reconocimos por el pañuelo blanco en la muñeca, y se encontraban rodeando a alguien acostado en el suelo. Me acerqué a mirar, en caso de que alguna estuviese herida. La que estaba tirada en el suelo era Tiffany y tenía un gran manchón de sangre en su estómago, por un segundo creí que estaba viva, pero en sus ojos ya no había vida. Sus amigas estaban llorando desconsoladamente sobre el cuerpo.