La Lista de Muerte (2° parte de El Campamento)

Capítulo 43: El Jardín Secreto

A Turner le dieron cadena perpetua por sus crímenes atroces. Pronto comenzaron a saltar a la luz varios crímenes que había cometido antes, gente a la que había mandado a matar, torturado o apresado. Darius Henderson, de haber estado vivo, hubiera sufrido la misma condena que ella, ya que era el que hacía el trabajo sucio de Turner.

Natalie asumió el mando al instante y ahí no más, con Gower y Brennan a su lado, se pusieron a trabajar para restaurar la Sede. Gilbert se retiró por un tiempo hasta que su herida sanase, ya que no podía ni caminar.

Las entradas, tanto de la Sede Central como de la Academia, habían quedado destruidas. Por dentro el daño no había sido tan grande y en un día lograron acomodar todo. Por otro lado, les llevó bastante tiempo sacar el agua de la Academia, ya que habían inundado casi toda la planta baja.

Unas semanas más tarde, les realizaron un homenaje a todos los caídos y todos los que lucharon esa noche. El homenaje lo realizaron en La Sala de los Graduados. Era una construcción que se encontraba aparte de ambos edificios, motivo por el cual era el único lugar de la Sede que no fue perjudicado.

La sala de los graduados se llamaba así porque, como su nombre lo indicaba, era el lugar donde se les daba el diploma a los graduados de la Academia. Era una gran sala con suelo de madera y columnas de mármol. Al frente había un escenario y detrás de él un gran ventanal que ocupaba toda la pared y cuya vista daba a la arboleda.

Sería en vano intentar buscar a alguien aquí, puesto que casi toda la Sede Central y un montón de alumnos de la Academia, en especial los de último año, habían asistido. A pesar de eso, el lugar parecía lo suficientemente grande para albergar a toda esta gente.

Asistí al homenaje con Jackson y su madre. Fuimos hacia los asientos de adelante, donde teníamos guardados nuestros lugares. Allí ya estaban los amigos de Jackson, Brianna y Andrew. Elena se encontró con viejas amigas de la Academia y se fue a charlar con ellas.

Noah se veía bastante más repuesto que cuando lo vi la última vez para el funeral de su padre. Al menos ahora reía con algo que Lucas y Bill estaban hablando.

—¡Es muy pequeño!—decía Becca entre dientes, mirando a Bill.

—¿Qué sucedió?—preguntó Jackson.

—Jimmy ganó su primera pelea—dijo Bill orgulloso—Nunca se volverán a meter con él.

—Espera ¿tu hermano? ¿Acaso no tiene diez años?—pregunté.

—Yo ya me metía en peleas a los siete ¿cuál hay? Además, el chico tenía que defenderse—me atajó Bill.

—Sólo que a ti te defendía yo—dijo Lucas con una mirada irónica.

—Tú lo incitas a estas cosas, eres una pésima influencia para él—rugió Becca señalando a Bill con el dedo acusador.

—Tampoco es para tanto—dijo Lucas colocándole un brazo sobre el hombro.

—Con ustedes tres siempre es para "tanto"—bufó Becca, sacándose el brazo de Lucas de los hombros.

—Me alegro de no pertenecer a ese triángulo—dijo Noah gracioso.

Al cabo de quince minutos, dejó de llegar gente y comenzaron a acomodarse en sus asientos. Patrick había venido con su esposa y sus tres hijos. Hazel se me acercó muy cariñosa y se me abrazó a la cintura. Luego abrazó a Jackson, pero al cabo de tres segundos, él ya estaba intentando correrla.

Jackson se quedó hablando con Patrick sobre cómo le estaba yendo en la Sede Central. Antes de que comenzara la locura, Jackson, cuando no lo mandaban a misiones, hacía pasantías en el área forense,