La Lista de Muerte (2° parte de El Campamento)

Capitulo 27: Familia

Ese día empaqué todas mis cosas y a la mañana siguiente tomamos el vuelo de regreso a casa. No comí ni hablé en todo el camino, estaba destrozada. Estos tres meses en Londres habían sido, sacando la parte del secuestro, lo más maravilloso de mi vida. Despertarme junto a Jackson, las horas que pasábamos charlando en las noches, cuando él me preparaba el desayuno en las mañanas, nuestras caminatas nocturnas, todo eso me había sido arrebatado bruscamente.

Ahora a Jackson lo buscaban para asesinarlo y yo ni siquiera estaba ahí para luchar con él. Pero él no quería que estuviese, sino hubiese luchado por mí. No le costó nada bajar la cabeza y dejarme ir.

Sólo quedaban dos días para empezar mi último año en la Academia. Mis primas habían venido de visita antes del comienzo de clases. Ellas eran mis primas por parte de mi mamá y no eran espías, tampoco sabían que yo y mis hermanos lo éramos.

Eran tres hermanas, Sonia, Valerie y Allison. La mayor tenía veintidós y se llevaban todas dos años de diferencia. Nunca me llevé bien con ellas, ni siquiera con Allison, que tenía mi edad. Eran más inteligentes y bonitas que yo, lo cual siempre fue motivo de burla para ellas. Demás está creer que me creían muy tonta e incapaz de ver la realidad, según ellas yo vivo en una burbuja y hago todo lo que me dicen que haga sólo porque no puedo pensar por mí misma. Mi desprecio hacia esas chicas aumentaba cada año más.

El sábado se quedaron a almorzar en mi casa. Mi hermana Emma, quien estaba creciendo muy rápido, estaba sentada sobre las piernas de Sonia mientras Valerie y Allison la hacían reír. Yo me había ido para la cocina a ayudar a mi mamá y a mi tía mientras preparaban el almuerzo. Estaba apoyada sobre el marco de la puerta observando a Emma reírse con ellas. Me molestaba que tocaran a mi hermana.

Sam estaba con Peter viendo un partido en la televisión e ignorando por completo la presencia de nuestras primas, esos dos sí que estaban en mi bando. A ellos, las tres primas les parecían tan irritantes como a mí. Más que nada a Peter, no nos llevábamos de lo mejor, pero le molestaba que me criticaran. Y Sam seguía a Peter en todo.

Mi abuela materna, Anne, llegó más tarde acompañada de un muchacho con pinta de ser aburridísimo.

—Alexandra, te presento a Mathew, mi vecino—dijo la abuela juntando ambas manos y mirándonos con una sonrisa como si esperara que surgiera amor por aquí.

A Mathew le crecía una barba puberta en su rostro que me parecía desagradable. Además, su pelo se veía grasoso y pareciera que se le hubiera explotado un frasco de perfume encima.

Cuando me estrechó su esquelética mano, le sonreí amargamente y continué poniendo la mesa. Al rato ya todos estábamos sentados a la mesa comiendo spaguetti.

—Mathew está estudiando Ingeniería y le va fenomenal. Le queda sólo un año ¡pero qué futuro!—decía mi abuela moviendo sus manos exageradamente—Su padre es ingeniero y su madre es abogada.

Mi abuela no dejaba de mirarme mientras hablaba. Toda la familia estaba feliz porque me separé de Jackson y ahora mi abuela jugaba a conseguirme un novio mejor.

—Alex sería una gran ingeniera—continuó mi abuela.

—Pero no me gusta—dije de mal de humor.

—¿Qué piensas estudiar?—preguntó Mathew y absorbió un fideo haciendo un ruido molesto. Odio cuando la gente hace ruido para comer. A Jackson a veces le gustaba molestarme con eso haciendo un ruido exagerado para tomar la sopa, yo me tapaba los oídos y él comenzaba a reírse de mí. Su risa era tan dulce, cómo amaba ese sonido.

—No lo sé aún—le respondí y seguí comiendo—Tal vez arte—dije para molestar a mi abuela.

—Él se refería a estudiar una carrera real, nena—intervino mi abuela—Sonia ya es licenciada en economía, Valerie pronto egresará de la facultad de administración y Allison será la contadora de la familia—presumió—Salieron inteligentes a su madre.