Capítulo 20: Donovan Confiesa

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A mí y a Jackson nos permitieron presenciar el interrogatorio de Donovan, el cual tendría lugar en la prisión de la Sede Central y estaría a manos de Patrick. Natalie nos hacía compañía mientras esperábamos a que Patrick entrara a la sala de interrogatorios. Observábamos detrás del espejo de la habitación a Donovan, quien usaba el traje negro de los prisioneros de la Sede.

Donovan estaba muy tranquilo sentado sobre la silla y tamborileando la mesa con sus dedos largos y rosados. Dejó de tamborilear y clavó la vista en el espejo desde el cual lo observábamos. Se levantó de la silla y se acercó lentamente al espejo, luego acercó bien su rostro y sonrió como psicópata, como si supiese que estamos aquí. Jackson se quedó petrificado sin poder sacar sus ojos de los del hombre.

La mirada de Donovan era la de todo un psicópata y no me sorprende que Jackson le tema, puesto que hasta Natalie se quedó congelada. Donovan comenzó a reír e hizo un gesto grosero con su mano, justo hacia Jackson. Luego comenzó a golpear el vidrio y retrocedimos como si los golpes nos fueran a alcanzar.

La puerta de la sala de interrogatorios se abrió y por ella entraron unos guardias que agarraron a Donovan y lo esposaron a la mesa. Una vez que este estuvo más tranquilo, entró Patrick con unos archivos en su mano. Patrick tomó asiento y colocó los archivos sobre la mesa.

—Patrick James Lee—sonrió Donovan y comenzó a relatar a gran velocidad: —Un niño desobediente de pequeño, asesinaste a un inocente en tu primera misión, fumador hasta hace unos años, aún fumas cuando estás estresado, una hija muerta, abandonaste a tu último hijo con tu esposa alcohólica.

—¡Basta!—Patrick golpeó tan fuerte la mesa que di un pequeño salto. Se quedó observando a Donovan con un deje de susto y respirando profundamente para mantener la calma.

—Antes de subirnos al escenario nos recordaba todas las cosas malas que habíamos hecho en nuestra vida—susurró Jackson a mi lado.

—No estamos aquí para hablar de mi vida—continuó Patrick. Luego procedió a abrir el archivo y sacó tres fotos pertenecientes a los tres primeros espías que murieron. No le sacaba la mirada a Donovan ni por un segundo, como si en cualquier momento volviera a atacarlo con datos de su vida privada—¿Se le hacen familiar estas caras?

Donovan se encogió de hombros, dejó caer su espalda sobre el respaldo de la silla y se cruzó de brazos.

—Para refrescarle la memoria, este de aquí es Richard O'Conelly—señaló la imagen de la derecha—Portia Thatcher—señaló la imagen del medio—Y Jonah Miller—señaló la de la izquierda—Se lo preguntaré otra vez ¿tiene algo que ver con la muerte de estos tres espías?

Donovan se enderezó y se cruzó de piernas con las manos apoyadas sobre la mesa, una encima de la otra.

—Eran corruptos, pecadores—dijo Donovan recorriendo las imágenes con la mirada—Abusaban de su poder, mandaban a matar gente...yo sólo les hice pagar.

—¿Qué tenías tú en contra de ellos?—preguntó Patrick.

Donovan se acomodó en su silla como si se preparara para dar una explicación muy larga.

—Yo nací siendo pobre, muy pobre—empezó Donovan—Éramos muchos hermanos y mis padres no podían alimentarnos todos los días. Un día mi padre dijo que había conseguido un buen trabajo para un hombre de dinero, nunca nos dijo qué era lo que realmente hacía y mi mamá no hacía muchas preguntas ya que desde que consiguió ese trabajo tuvimos una vida mejor. Un tiempo después, cayó la policía a la casa y se lo llevaron preso. Resultó que ese hombre que lo contrató era un mafioso y mi padre hacía su trabajo sucio. Era el único sostén que tenía la casa.

La Lista de Muerte (2° parte de El Campamento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora