Cuando desperté, Jackson me estaba rodeando con su brazo. Apenas si recordaba haber vuelto al departamento anoche. Sentí una puntada en la cabeza y cerré los ojos, nunca más en mi vida tomo. Tenía sólo imágenes de lo que había pasado, no recordaba mucho y temía haber dicho algo tonto, pero si Jackson estaba aquí es porque no dije nada incorrecto.
Quité el brazo de Jackson con cuidado de no despertarlo y me dirigí al baño, pasando por arriba del vestido que había usado anoche. En cuanto me vi al espejo quise morir, tenía todo el maquillaje corrido y el pelo revuelto, y ni hablar de las ojeras. Como para empeorar la situación, sentía que me iba a explotar la cabeza.
Abrí el agua de la ducha y me metí. Anoche apenas si cené y ahora mi estómago no paraba de rugir de hambre. Lo último que recuerdo es que Jackson llegó a la fiesta y me ignoró, entonces Bill me decía que probara tomar para olvidarlo. Y luego lo encontré a la salida del baño, creería recordar que lo golpeaba, lo que no recuerdo es cómo llegamos allí. Luego recuerdo haber estado en su auto y también él dijo que me traería a mi departamento. Le pedí que se quedara, eso lo recuerdo claramente.
Salí del baño ya cambiada y fresca y me encontré con que Jackson no estaba en la cama. Por un segundo me asusté hasta que lo encontré en la cocina preparando un café con tostadas. Lo abracé por atrás mientras él servía el café.
-Lamento si dije algo estúpido-me disculpé de antemano.
-No dijiste nada que no fuera cierto-respondió tranquilo y me besó la frente.
Amaba que no me recordara lo que sucedió anoche porque me sentía avergonzada.
-Y por favor hazme el favor de nunca más dejarme tomar-reí.
Jackson levantó sus pulgares y me tendió la taza de café.
-No tenías que molestarte, podría haberlo hecho yo-señalé la taza con la vista.
-No, déjame a mí-se apresuró a responder. Lo miré con ojos risueños pidiendo respuestas, él siempre se había tomado mis cafés-Tal vez le pongas mucha azúcar...y mucho café.
Comencé a reír de mi propia torpeza. Nunca supe cuáles eran las cantidades exactas, al igual que cuando hacía tostadas o intentaba cocinar cualquier cosa, siempre terminaban quemadas porque me distraje con algo. Jackson cocinaba rico, debe ser porque él siempre se hizo su propia comida.
No puedo creer que todo este tiempo él se haya comido todo lo que yo le daba, incluso cuando no le gustaba.
Al rato sentimos fuertes y continuos golpes en la puerta. Nos miramos extrañados y me levanté a abrir. Noah apareció detrás de la puerta y no se veía nada contento, venía con el teléfono en la mano. Jackson también había venido a ver qué pasaba, cuando Noah entró a la casa.
-Los dos están aquí-masculló Noah-Los hemos estado llamando desde la madrugada. ¿Acaso no ven sus teléfonos?-preguntó enfadado.
Ambos nos miramos con culpabilidad, mi teléfono estaba en silencio y Jackson debió haber apagado el suyo, si es que lo trajo, porque nunca lo usa.
-Ya ¿qué sucede?-preguntó Jackson.
Noah tomó aliento y comenzó a hablar.
-Donovan se suicidó anoche durante la fiesta-explicó Noah-Pero eso no es lo más importante, descubrimos que mintió en el interrogatorio. Él no asesinó a los tres espías, le pagaron para que mintiera.
-Lo sabía. No era su método, no podía ser él ¡pero cómo no me di cuenta!-se enojó Jackson-¿Natalie te envió?
-No-dijo Noah y luego me miró con el ceño fruncido-Gower me pidió que buscara a Alex. Órdenes de la Junta Directiva.
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La Lista de Muerte (2° parte de El Campamento)
Teen FictionEste es el tercer libro de la trilogía El Campamento y antes de leerlo les recomiendo haberse leído Jackson (derivado de El Campamento que trata sobre el personaje homónimo) Sinopsis: Al final del primer libro, Alex y Jackson decidieron continuar co...