Capítulo 14: Intercambio de Bastones

305 27 10
                                    

Luego de esa charla logré contactarme con Andrew Paterson y me reuní con él en la azotea de la Academia, donde solíamos reunirnos en secreto con Jackson, era el lugar más seguro que conocía. Le conté cuál era la situación y las condiciones que nos puso Erikson, iba a esperar un poco más para pedirle que nos ayudara.

—Se les complicará un poco más con el bastón, el original está en el museo—observó Andrew.

—A eso iba—dije un poco temblorosa—Pensábamos sacarlo y reemplazarlo por una copia exacta.

—¿Y cómo lo harán?—preguntó curioso.

Bajé un poco la cabeza y luego levanté la vista hacia él. Andrew al principio me miró un poco confundido y luego pareció darse cuenta de cuál era la finalidad de esta reunión. Se apoyó sobre la baranda y lanzó un suspiro.

—¿Quién más sabe de esto?—preguntó.

—Sólo un grupo confiable—murmuré—Si crees que pondrá en riesgo tu trabajo, no tienes que aceptar.

—Está bien, lo haré—respondió—De todas formas me ofrecí voluntario para la búsqueda, a pesar de que no soy del agrado de Jackson.

—Claro que no. Él no es tan rudo como aparenta ser—dije incómoda.

Andrew me miró de reojo y no pude evitar comenzar a reír.

—Gracias por ayudarnos, no sé cómo agradecértelo—le dije.

—Con un café estaría bien—su respuesta me dejó un poco desorientada. Luego él rio por lo bajo y se desprendió de la barandilla—Tengo que volver, mi descanso está por terminar.

Lo saludé con la mano y me quedé un rato más allí para que no nos vieran bajar juntos.

El museo se encontraba en el tercer piso de la Sede Central, dado que sería sospechoso e imposible caer ahí en plena noche, fuimos a la tarde con pase de visitantes. Noah traía un estuche de guitarra colgado a la espalda, allí transportábamos el bastón falso y luego lo cambiaríamos por el original.

Para nuestra suerte, habían traído a los alumnos de quinto de la Academia a una excursión, así que el museo estaba lleno. El resto de las personas era gente de la Sede, profesores y padres.

—¿Recuerdan cuando vinimos a los diez años?—preguntó Bill alegre—Con Lucas rompimos una escultura por accidente y nos sacaron de aquí.

Ambos comenzaron a reír torpemente.

—¡Y le echamos la culpa a Noah!—rio Lucas.

—Yo ni siquiera estaba en su curso—dijo Noah incrédulo.

—Si más bien lo recuerdo, tú y Lucas le querían dibujar un bigote a la escultura—Becca los miró acusadora.

—No estaba en nuestros planes que se le cayera la cabeza—se excusó Bill.

Andrew comenzó a darnos instrucciones a través de un micrófono que teníamos en nuestros oídos. Lucas, Bill y Becca se quedarían dando vueltas en la sala principal del museo, mientras que Noah y yo nos encargaríamos de hacer el intercambio.

—Hay una sala destinada al narcotráfico, allí se encuentra el bastón—dijo Noah en voz baja.

Había muchas salas diferentes en el museo. Primero se encontraba la sala principal, la cual estaba dedicada a la Historia de la Sede y había una escultura de Stephen Mckenna, el primer miembro de la Junta Directiva, había fotos de espías importantes, fotos de misiones, una maqueta de la evolución del edificio, los principios de la Academia con sus primeros estudiantes y los métodos de enseñanza (se contaba que se aplicaban castigos físicos por los mismos profesores, pero como había una gran cantidad de estudiantes que morían en el intento o terminaban matándose a sí mismos porque no soportaban la tortura de la Academia, tuvieron que cambiar las reglas)

La Lista de Muerte (2° parte de El Campamento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora