Capitulo 6

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Marinette se preparaba para el juicio de Guillermo Wilson como nunca lo había hecho antes en su vida. Permanecía interminables horas con su clientes, arracándole cada pedazo de información. No era una tarea fácil. Desde el principio, Wilson había sido truculento y sarcástico.

-¿Quieres saber cosas sobre mí, querida? La primera vez que lo hice con una mujer tenía diez años. ¿Usted cuántos años tenía?-Marinette se forzaba a sí misma para ignorar su mala voluntad y su desprecio, porque se había dado cuenta de que ocultaban el profundo miedo que tenía en su interior. Y por eso Marinette insistía, tratando de conocer como había sido la infancia de Wilson, como eran sus padres, que era lo que había convertido al muchacho en ese hombre. Durante unas cuantas semanas, la renuencia de Guillermo Wilson se fue transformando en interés y el interés finalmente se convirtió en fascinación. Él nunca había tenido para pensar en sí mismo. em qué clase de persona era o por qué. Las preguntas de Marinette lo estimulaban despertaban recuerdos, muchos simplementes desagradables, otros intolerablemente dolorosos.

Muchas veces durante las sesiones, cuando Marinette le preguntaba a Guillermo Wilson sobre su padre, que siempre lo había castigado con crueldad, Wilson le pedía que lo dejara solo. Ella se iba, pero volvía. Si Marinette tenía una vida personal escasa, ahora no la tenía. Cuando no estaba con Guillermo Wilson, permanecía en su oficina los siete días de la semana, desde la mañana temprano hasta pasada la medianoche leyendo todo lo que podía encontrar sobre asesinato en primer grado y en segundo grado y homicidio sin premeditación. Estudió ciento de sentencias y apelaciones, alegatos, afidávit, pruebas instrumentales, recursos, anulaciones de sentencia. Estudió con atención presentaciones sobre intento y premeditación, doble riesgo , insania temporaria. Estudió las formas de conseguir reducir el cargo de homicidio o asesinato en segundo grado. La ley decía:

''La prueba de la mala intención del acusado al efectuar el asesinato de la víctima es requisito previo para condenar por asesinato de primer grado...Cuando no hay deliberación o premeditación anterior el acto, es asesinato en segundo grado''

Bueno, Guillermo no había planeado la muerte del hombre. ¿Pero, creería eso el jurado?

Marinette tenía que tomar una importante decisión: ¿Pondría a Guillermo Wilson en el estrado para declarar? Wilson representaba un personaje aborrecible, pero si los jurados eran capaces de oír su lado de la historia de sus propios labios, podrían tener simpatía por él. El problema era que poniendo a declarar permitiría que la parte acusadora revelara los antencedentes de Wilson incluyendo el anterior asesinato que había cometido. Marinette se preguntaba a cual asistente del Fiscal elegiría Gabriel para que fuera su adversario. Había una media docena de ellos muy competentes, que se desempeñaban en los juicios importantes y Marinette estaba familiarizada con sus técnicas. Estaba el mayor tiempo posible en Sing Sing, mirando la escena del crimen en el patio de recreo, hablando con los prisioneros, con lo guardias y con Guillermo. Entrevistó a una docena de convictos que había presenciado el crimen.

-Raymond Thorpe atacó a Guillermo Wilson con un cuchillo-Decía Marinette-Un gran cuchillo de carnicero. Usted debe de haberlo visto.

-¿Yo? Yo no vi ningún cuchillo.

-Pero debe de haberlo visto. Usted estaba allí.

-Señora, cuando el Jefe dice que no había ningún cuchillo, no había ningún cuchillo-Ninguno de ellos quería comprometerse. Marinette probó otros caminos. Había dejado todo lo demás de lado.

No tenía tiempo para pensar en otra cosa. Algunas veces hacía un alto para tomar una comida decente, pero en general comía un sandwich en la cafetería en el piso principal de los Tribunales. Estaba empezando a adelgazar y hablar tartamudeando. Luka Couffaine estaba preocupado por ella. La llevó a Forlini, frente a los Tribunales y pidió una buena comida para ella.

La venganza de los ángeles (+18) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora