Capitulo 8

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-¿Su nombre?

-Guillermo WIlson.

-¿Quiere hablar en voz más alta, por favor?

-Guillermo Wilson.

-Señor Wilson, ¿usted mató a Raymond Thorpe?

-Sí, señora.

-¿Querría decirle al jurado por qué lo hizo?

-Él iba a matarme a mí.

-Raymond Thorpe era un hombre mucho más pequeño que usted. ¿Realmente creía que era capaz de matarlo?

-Se me vino con un cuchillo encima y eso lo hacía enorme-Marinette había separado dos objetos de la caja de golosinas. Uno era un afilado cuchillo de carnicero, el otro era un gran par de pinzas de metal. Levantó el cuchilló.

-¿Es este el cuchillo con el que Raymond Thorpe lo amenazó?

-¡Me opongo! El acusado no puede saberlo...

-Replantearé la pregunta. ¿Este cuchillo es similar al que Raymond Thorpe usó para amenazarlo?

-Sí, señora.

-¿Y estas pinzas?

-Sí, señora.

-¿Antes habías tenido problemas con Raymond Thorpe?

-Sí, señora.

-¿Y cuando él se acercó a usted con esas armas, se vio forzado a matarlo para defender su vida?

-Sí, señora.

-Muchas gracias-Marinette se volvió hacia Agreste-Su turno-Agreste se levantó y se acercó lentamente al lugar de los testigos.

-¿Señor Wilson, usted ya había matado otra vez, no? Es decir ¿éste no es su primer asesinato, no es cierto?

-Cometí un error y estoy pagando por eso. Yo...

-Ahórrenos el sermón. Simplemente conteste sí o no.

-Sí.

-Por lo tanto la vida humana no tiene mucho valor para usted.

-Eso no es verdad. Yo...

-¿Usted diría que haber cometido dos asesinatos es dar valor a la vida humana? ¿A cuántas personas hubieras matado si no diera valor a la vida humana? ¿Cinco? ¿Diez? ¿Veinte?-Estaba golpeando a Guillermo Wilson y lo iba a derrumbar. Tenía la mandíbula endurecida y el rostro cubierto de ira. ¡Cuidado!

-Solo maté a dos personas.

-¡Solo! ¡Usted solo mató a dos personas!-El Fiscal meneó la cabeza en un gesto de desaliento. Se detuvo cerca del lugar del acusado y lo miró-Me pregunto si el ser tan corpulento le da una sensación de poder. Lo debe hacer sentir un poco como si fuera Dios. Cada vez que se le ocurre puede quitar una vida por aquí, otra por allí...-Guillermo WIlson estaba de pie erguido en toda su altura.

-¡Usted es un hijo de puta!

No!-Rezaba Marinette-¡No lo haga!

-¡Siéntese!-Lo fulminó Agreste-¿Así fue como se puso cuando mató a Raymond Thorpe?

-Thorpe estaba tratando de matarme a mí.

-¿Con esto-Agreste levantó el cuchillo de carnicero y el par de pinzas-Estoy seguro de que podía haberle quitado el cuchillo-Agitó las pinzas-¿Y tenía miedo de esto?-Se volvió hacia el jurado y enseñó las pinzas con desprecio-No parecen tan horriblemente mortales. Si el muerto hubierda podido herirlo en la cabeza la hubiera hecho un chichón. ¿Exactamente para que son estas pinzas?

La venganza de los ángeles (+18) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora