La venganza de los ángeles (+18) ©

Capitulo 43

El Cow Palace de San Francisco era un manicomio, lleno del bullicio de los diputados de todo el país. Había tres candidatos rivalizando por la nominación presidencial y cada uno había hecho una buema campaña en las elecciones primarias.

Pero la estrella, el que oscurecía a todos los demás era Nathaniel Kutzberg. Su nominación había sido la quinta votación y por unanimidad. Su partido encontró por fin un candidato sobre el que podían llamar la atención con orgullo. El presidente elenco, el líder del partido de la oposicion no contaba con la confianza de la gente y era considerado por la mayoría como un incapaz.

-A menos que orines frente a las cámaras de televisión en el noticiero de las seis de la tarde-Decía Thomas a Nathaniel-Vas a ser el próximo presidente de los Estados Unidos.

Después de su nominación, Nathaniel voló a Nueva York para una reunión en el Regency Hotel, con Thomas y unos cuantos miembros influyentes del partido. También estaba presente Tony Stark, principal cabeza de una de las más grandes agencias de publicidad del país.

-Tony será el encargado de la publicidad para el final de tu campaña, Nathaniel-Dijo Thomas.

-No le puedo decir lo contento que estoy de estar a bordo-Sonrió Tony Stark-Usted va a ser mi tercer presidente.

-¿De verdad?-Nathaniel no estaba impresionado por el hombre.

-Déjeme que le haga sentir algo del plan de juego-Tony Stark empezó a pasearse por la habitación, moviéndose como en un campo de golf mientras caminaba-Vamos a saturar el país con avisos, dando la imagen de que usted es el hombre que puede resolver los problemas de Estados Unido. Un Gran Papito, solamente un joven y buen mozo Gran Papito ¿Lo pesca, señor Presidente?

-Señor Stark...

-¿Sí?

-¿Le importaría no decirme ''Señor Presidente''?-Tony Rió.

-Lo siento. Fue un lapsus, N. K. Lo que pasa es que en mi cabeza ya está la Casa Blanca. Créame, yo creo que usted es el hombre para este trabajo, de otro modo no hubiera aceptado esta campaña. Soy demasiado rico para trabajar por dinero-Cuídate de la gente que dice que es demasiado rica para trabajar por dinero, pensó Nathaniel-Nosotros sabemos que usted es el hombre para este puesto, ahora tenemos que hacérselo saber a la gente. Si usted mira esos gráficos que he preparado, verá que he separado el país en diferentes secciones según los distintos grupos étnicos. Vamos a mandarlo a los lugares claves para que pueda persuadir a la masa-Se paró frente a Nathaniel y le dijo seriamente-Su mujer va a ser una persona muy útil. Las revistas para mujeres van a enloquecerse con todo el material de la vida de su familia. Vamos a comercializarlo, N. K.-Nathaniel se dio cuenta de que empezaba a enojarse.

-¿Y cómo planea hacer todo eso?

-Es muy simple. Usted es un producto, N.K. Vamos a venderlo como vendemos cualquier otro producto. Nosotros...-Nathaniel se volvió hacia Thomas.

-¿Thomas, puedo hablarte a solas?

-Por supuesto-Thomas se dirigió a los demás y dijo:-Vamos a hacer una pausa para comer y nos volvemos a encontrar aquí a las nueve. Entonces continuaremos la discusión.

Cuando los dos hombres quedaron a solas, Nathaniel dijo:

-¡Por Dios, Thomas! ¡Está planeando convertir todo esto en un circo! ''Usted es un producto, N.K. Vamos a venderlo como vendemos cualquier producto'' ¡Es asqueroso!

-Sé como te sientes, Nathaniel-Dijo Thomas en tono conciliador-Pero Tony consigue buenos resultados. Cuando dice que eres su tercer presidente no está bromeando. Cada presidente desde Eisenhower ha tenido una agencia de publicidad manejando su campaña. Te guste o no, la campaña necesita un especialista en ventas. Tony conoce la psicología del público. Por desagradable que suene, la realidad es que si tú quieres ser elegido debes ser vendido, debes ser comercializado.

-Me repugna.

-Eso es parte del precio que debes pagar-Caminó hasta acercarse a Nathaniel y le puso un brazo sobre la espalda-Todo lo que tienes que hacer es mantener el objetivo en tu mente. ¿Quieres la Casa Blanca? Muy bien. Vamos a hacer todo lo que podamos para conseguirlo. Pero tú tienes que hacer tu parte- Si parte de eso es ser el maestro de ceremonias en una circo de tres pistas, tendrás que aguantarlo.

-¿Realmente necesitamos a Tony Stark? Preferiría que fuera algún otro ¿Qué me dices?

-Necesitamos un Tony Stark. Este es bueno. Déjame manejarlo a mí. Lo mantendré lo más alejado posible de ti.

-Te lo agradeceré.

La campaña comenzó. Al principio empezó con unos pocos avisos por televisión y apariciones en persona y gradualmente fue haciéndose más y más grande para abarcar todo el país. A donde uno fuera allí estaba el senado Kutzberg en colores. En cualquier lugar del país se lo podía por televisión, oírlo por radio, verlo en los carteles. Ley y orden eran una de las claves de la campaña. Y las investigaciones sobre el crimen, que había hecho Nathaniel en los comités, eran muy explotadas. Había grabaciones de Nathaniel de un minuto, de tres minutos y de cinco minutos por televisión, preparadas para diferentes sectores del país. Las grabaciones de televisión que iban para Virginia Oeste se referían al desempleo y al carbón bajo tierra que, bien utilizado, podría hacer prosperar toda la región; lo que se pasaba en Detroit hablaba de las plagas de la ciudad y en la ciudad de Nueva York hacía hincapié en el crecimiento de los delitos.

Tony Stark confesó a Nathaniel:

-Todo lo que tiene que hacer es golpear en los puntos principales, N. K. No necesita discutir en profundidad los problemas claves. Estamos vendiendo un producto y ese es usted.

-Señor Stark.Contestó Nathaniel-No me importa lo que digan sus malditas estadísticas. No soy un alimento para el desayuno y no tengo intención de que me vendan así. Voy a hablar sobre los temas principales en profundidad porque creo que el pueblo norteamericano es lo suficientemente inteligente como para saber que le estoy hablando.

-Yo solamente...

-Quiero que usted organice un debate entre el Presidente y yo para discutir los puntos principales.

-Muy bien-Contestó Stark-Voy a tener una reunión con los muchachos del Presidente ahora mismo, N. K.

-Una cosa más-Dijo Nathaniel.

-¿Sí? ¿De qué se trata?

-Deje de llamarme N.K.