Alexander Mendoza murió y Adrien tomó todo el control de su imperio. El funeral fue espléndido, como correspondía a un hombre de la talla del Padrino. Las cabezas de los miembros de las Familias de todo el país vinieron a rendirle su homenaje al amigo que se iba y asegurar lealtad y apoyo al nuevo capo. El FBI estaba allí, tomando fotografías, así como tambiñen unas cuantas agencias del gobierno.
Gwen estaba destrozada porque había querido mucho a su padre, pero se consolaba en el orgullo de que su marido tomara el lugar de su Familia. Marinette se iba volviendo cada día más valiosa para Adrien. Cuando había algún problema, era a Marinette a quien Adrien consultaba, Michael Jackson se iba convirtiendo un fastidioso apéndice.
-No te preocupes por él-Le dijo Adrien a Marinette-Se va a retirar pronto.
El sonido del teléfono despertó a Marinette. Se quedó acostada escuchando un momento, después se incorporó y miró el reloj digital de la mesa de noche. Eran las tres de la madrugada. Levantó el teléfono y contestó.
-Hola-Era Adrien.-¿Puedes vestirte ahora mismo?-Marinette se incorporó tratando de despertarse.
-¿Qué pasa?
-Eddie Santini acaba de ser agarrado en un robo a mano armada. Es la segunda vez que le pasa. Si lo condenan ahora, van a tirar la llave para que no salga más.
-¿Hay testigos?
-Tres y lo vieron bien.
-¿Dónde está ahora?
-En el Distrito Diecisiete.
-Estoy en camino, Adrien-Marinette se puso una bata y bajó a la cocina a hacerse café. Se sentó en el comedor de diario, pensando en medio de la noche. Tres testigos. Y lo vieron bien. Tomó el teléfono y marcó-Déme con el City Desk-Marinette habló rápidamente-Tengo una información para usted. Un tipo llamado Eddie Santini acaba de ser agarrado en un robo a mano armada. Su abogada es Marinette Dupain-Cheng. Va a tratar de que lo larguen-Colgó y repitió el llamado aotros dos periódicos y a la televisión. Mientras hablaba por teléfono, Marinette echó una mirada al reloj y se sirvió otra taza de café.
Quería asegurarse de que los fotógrafos iban a tener tiempo de llegar al lugar en la calle 51. Subió a su cuarto y se vistió. Antes de irse, Marinette fue al cuarto de Louis. Su lamparita de noche estaba prendida. Estaba profundamente dormido, con las cobijas enrolladas alrededor de su cuerpo en reposo. Marinette acomodó suavemente las sábanas, lo besó en la frente y empezó a salir en puntas de pie del cuarto.
-¿A dónde vas?
Se dio la vuelta y le contestó:
-Voy a trabajar. Sigue durmiendo.
-¿Qué hora es?
-Las cuatro de la mañana-Louis se rió.
-Trabajas a unas horas muy graciosas para una señora-Marinette volvió al costado de la cama.
-Y tú duermes a horas muy graciosas para un hombre.
-¿Vamos a mirar el partido de los Mets, esta noche?
-Puedes estar seguro de que sí. Vuelve al país de los sueños.
-Muy bien, mami. Que tengas un buen caso.
-Gracias, compañero.
Unos minutos más tarde, Marinette estaba en su auto, camino de Manhattan. Cuando Marinette llegó, un solitario fotógrafo del Daily News estaba esperando.
Se detuvo ante ella y dijo:
-¡Es verdad! ¿Realmente se va a encargar del caso Santini?
-¿Cómo lo sabe?-Preguntó Marinette.
-Me lo dijo un pajarito, abogada.
-Está perdiendo su tiempo. Nada de fotografías-Entró y arregló la fianza de Eddie Santini, alargando el procedimiento hasta estar segura de que el camarógrafo de la televisión y el periodista del The New York Time llegara. Decidió que no podía esperar al Post Time. El oficial de policia que estaba de servicio la previno.
-Hay algunos periodistas y gente de televisión en la puerta de adelante, señorita Dupain. Si usted quiere puede salir por la puerta de atrás.
-Está bien-Contestó Marinette-Me voy arreglar-Dejó a Eddie Santini en el corredor del frente en donde los periodistas y fotógrafos estaban esperando-Miren, señores, nada de fotos por favor-Les dijo Marinette. Se quedó a un lado mientras los fotógrafos y el camarógrafo tomaban fotos.
Un periodista preguntó:
-¿Qué es lo que hace a este caso importante, para que usted se haga cargo de él?
-Lo sabrán mañana. Mientras tanto, debo advertiles que no usen esas fotos.
Uno de los periodistas le dijo:
-¡Vamos, Marinette! ¿No has oído hablar de la libertad de prensa?
Al mediodía, Marinette recibió una llamada de Adrien Agreste. Su voz sonaba enojada.
-¿Has visto los periódicos?
-No.
-Bueno, la foto de Eddie Santini está en todas las páginas de adelante y en los noticieros de televisión. ¡No te pedí que convirtieras toda esta maldita cosa en un circo!
-Ya sé que no. Fue idea mía.
-¿Y bien? ¿Cual es la idea?
-La idea, Adrien, son esos tres testigos.
-¿Qué pasa con ellos?
-Dijiste que vieron bien a Eddie Santini. Bueno, cuando vayan al Tribunal para identificarlo, vamos a probar que no lo identifican sino porque vieron su foto en todos los diarios y en la televisión.
Hubo un largo silencio y después la voz de Adrien dijo con admiración:
-¡Soy un hijo de puta!-Marinette tuvo que reírse.
Luka Couffaine estaba esperándola en su despacho cuando Marinette entró y supo instantáneamente al mirarle la cara que algo andaba mal.
-¿Por qué no me lo dijiste?-Requirió Luka.
-¿No te dije qué?
-Lo tuyo con Adrien Agreste-Marinette frenó la respuesta que salía de sus labios.
Decir ''no es asunto tuyo'' era demasiado fácil. Luka era su amigo, se preocupaba. En cierto sentido, era asunto de él. Marinette recordó de golpe la pequeña oficina que compartían, como la había ayudado.
-''Tengo un abogado amigo mío que me pide que le ayude con unas citaciones. Yo no tengo tiempo. Paga doce con cincuenta por cada citación más los viáticos ¿Me podrías ayudar con eso?''
-Luka, no discutamos eso-Su tono estaba lleno de una fría indignación.
-¿Por qué no? Todo el mundo lo discute. Dicen que eres la otra de Agreste-Su cara estaba pálida-¡Por Dios! Tú sabes que clase de persona es.
-Mi vida personal...
-¡Él vive en una cloaca y tú has traído esa cloaca a la oficina! Nos has tenido a todos trabajando para Agreste y sus matones.
-¡Basta!
-En eso estoy. Para eso vine, para decirte que me voy-Sus palabras fueron un golpe para ella.
-No puedes irte. Estás equivocado en lo que piensas de Adrien. Si sólo lo conocieras te darías cuenta de que...-El momento de hablar ya había pasado y Marinette supo que había cometido un error.
Luka la miró con tristeza y dijo:
-Realmente te ha atrapado, ¿no? Te recuerdo cuando sabías quien eras. Esa es la chica que quiero recordar. Dile adiós a Louis por mí-Y Luka Couffaine se fue. Marinette sintió que las lágrimas acudían a sus ojos y que se le cerraba la garganta de tal forma que casi no podía respirar. Apoyó la cabeza en el escritorio y cerró los ojos, tratando de alejar la pena.
Cuando abrió los ojos, había caído la noche. La oficina estaba a oscuras, excepto el misterioso brillo rojizo de las luces de la ciudad. Parecía como una jungla por la noche. con solo una fogata moribunda para alejar los terrores invasores. Era la jungla de Adrien. No había otro camino fuera de ese.
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La venganza de los ángeles (+18) ©
FanfictionArtículo 1º: Honor y dignidad de la profesión: El abogado debe cuidar el honor y dignidad de la profesión-Código de ética profesional de la escuela de abogados. Marinette Dupain-Cheng está por iniciar su profesión. Todo era nervios en aquel juicio e...