28. (Like the first time II.)

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Noviembre 1, 2018. 12:02 am.

¿Qué, qué fue todo eso? ¿A qué se refería con quién era yo? ¿No me conoce? –

–  Juliana cálmate. – comentó Liza. La pobre no dejaba de masajearse la cien, y es que cómo era posible que la sitación se les hubiera salido de control así, Irina tuvo que haber preguntado. 

¿Calmarme? Liza, Valentina acaba de preguntarme cómo me llamo, y quién soy, no estoy para calmarme, no puedo calmarme, y ni creas que lo voy a hacer... ¡Carajo! Qué le pasó, ¡Alguien diga algo! – Ninguna de las chicas dijo nada. – Tiene que ser una broma, algo tiene que... es un juego, ¿Está jugando? Sí, ella... ella no puede... ¿Cómo no me recuerda?–

¡Porque no lo hace! No te recuerda y ya Juliana, y no, no es un juego, ahora cálmate y deja de gritar. – escupió Liza con molestia.

Tu... Juliana se acercó rápido hacia Liza, dispuesta a atacar. – ¿Qué le hiciste? – Karlie se puso en medio de ambas. – ¡QUÉ DIABLOS LE...! –

¿Yo? ¿Qué le hice yo? ¡Estúpida! –  En definitiva Liza estaba más que molesta.

–  No juegues a la mosca muerta conmigo ahora Elizabeth, por favor. – arrojó Juliana con rabia. – ¡QUÉ LE HICISTE! –

Si te hace feliz, tu mugre cuento de hadas no es el mismo, ni el nuestro, y no me recuerda a mí tampoco, o a Oscar, o a Fabiana si te hace feliz...– Agregó con demasiada calma Irina a la acalorada discusión. Juliana se quedó quieta para entonces.

Claro, sí. – decía riendo con los ojos llorosos. ¿Hasta dónde llega su maldita broma? Por supuesto que Fabiana tiene que ver con esto, estuve lejos no estuve ciega, Valentina por supuesto que dejó que alguien más... –

Basta Juliana. – Habló Liza en calma.

¿Basta? Tú prácticamente hace unos meses me dijiste que no había nada, ¿por qué no lo vi? Eres una maldita mentirosa...–

¿TE ESTÁS ESCUCHANDO? – Gritó Liza con furia incómoda.

–  Liz, calma. – Karlie la tocó del hombro.

–  Sí, tú... tú siempre estuviste del lado de ella, Fabiana es la chica perfecta para Valentina desde tus ojos, y de todas aquí... por favor la niña Patitz nació en una cuna de oro, es perfecta para la princesa de los Carvajal, ¿no? – Liza sintió el golpe de ese comentario en lo más profundo del ser.

Sí algo ha hecho Liza es no dejar que Fabiana se acerque demás a Val. – dijo Karlie.

¿Te has escuchado Juliana? Valentina abandonó lo que disfrutaba hacer por tu culpa y por vario tiempo. – Habló molesta.

–  Valentina sabe lo que éramos, lo que ella era para mí yo...

¿Y qué era la pobrecita? Después de qué te fuiste ¿Qué eran? Tú y ella no eran ni amigas, ni novias, eran un maldito intermedio decidido por ti, que le dolía en el corazón a Valentina. – Era la primera vez que Juliana veía a Liza actuar así. – Y ahora quieres llamarle para decirle que resultará más fácil, y que volviste, sí, fue grandioso que no la arrastraras hasta el calabozo con esa agencia de mierda, pero debiste pensar en todas y cada una de las cosas que podrían pasar en tu ausencia, ¿Tú crees que no hubiera entendido si le hubieras explicado?... – rió sin gracia. – Si te hace feliz hablaré con ella, para decirle que eres una persona horrible, de todas maneras, no tiene idea de quién eres. – Para entonces los ojos de Juliana estaban inyectados en sangre. Y la ira le carcomía la piel, sentía que la sangre le hervía.Si vas a golpearme, ¡bien! hazlo, pero ahórrale todo el maldito dolor a Valentina. Ella no merece todo lo que le has provocado. –

ANTOLOGÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora