Juliana era probablemente una exagerada, era eso o la capacidad que poseía para hacer tormentas en vasos de agua, porque era cierto, eso se le daba a la perfección. En el momento en el que Irina y Liza habían sugerido encontrarse con las amigas de Juls, su cerebro había creado miles de escenarios en los cuales y en su mayoría todo-todo salía mal.
No era fácil lidiar con las amigas de Valentina, menos lo sería cuando sus dos mejores amigas acompañándola a ella y a las de Valentina.
Catástrofe.
Casi creía que sería tan parecido a un juego de baseball, un clásico de rivales, como Boston vs Yankees, o el mismo escenario en cualquier otro deporte.
Así su propia mente había creado un escenario terrible en el que las cuatro chicas peleaban entre ellas... pero de inesperada manera Liza había encontrado una nueva amiga en Vida, e Irina parecía haber encontrado a su igual en Sasha. El día había salido tal y como la mente de Juliana no lo vio, perfecto.
Para Liza había sido entretenidísimo encontrarse con Vida, y por fin conocerla después de todas las veces que habló Valentina de ella.
Ha decir verdad el mundo en el que Liza vivía convergía de cierta forma con el de Vida, no eran iguales, pero por obvias razones habían tenido que adaptarse tal vez a ese nuevo mundo, así como lo había hecho Juliana al conocer a Valentina, y no solo en la superficie, sino verdaderamente conocerle. Saber a qué mundo pertenecía, cómo era su vida, su familia... un mundo que en primer momento dejó a Juliana un poco asustada, pero gracias al cielo existía Valentina, quién hacía todo en esta vida mucho más fácil para Juliana.
La tarde llegó de manera inevitable, las nubes tiñéndose de colores rojos y rosados, fueron la señal necesaria para terminar su adorable viaje de amigas al centro comercial. Al término de su shopping spree, cada una había tomado un rumbo propio, lo usual. Tenían que arreglarse, y Juliana tenía más quehacer que las otras chicas.
– No, olvídalo. –
– ¿Qué? ¿¡Pero por qué no!? – se quejó Juliana con una aguda voz, como si en verdad fuera a funcionar. – Yo jamás te digo que no. –
– Por qué tengo yo que ir, Araminta y Vida...–
– No pueden, están buscando eso de su apartamento... Sash, por faaaa, ¿cuándo pensabas usar lo que compraste? –
– Bien, ya... deja de lloriquear. –
No fue una, ni dos, ni tres veces en las Juliana le pidió a su amiga que la acompañara a la fiesta, era real que no quería ir sola, y no es que fuera a hacerlo, en realidad se encontraría con todas ahí, el problema era llegar ahí. Simplemente no quería asistir ella nada más y llegar sola. Existían suficientes razones para pensar así. Una de esas era la gente que precisamente asistía a la fiesta.
Valentina tenía un listado enorme de amigos que no eran todos del agrado de Juliana, no sabía bien si era por la vida que ellos habían llevado que difería mucho de la de nuestra modelo, o era que el cariño era excedente con Valentina, y era con descaro de parte de sus amigas, es que no, no sólo era Fabiana... Una de ellas era Allegra, oh como era que la odiaba, la chica había sido amiga de Valentina desde siempre, pero algo tenía que ni siquiera a Liza le caía bien.
– Uh, te ves bien. –
– ¿Bien como para gustarle a Valentina? – Sasha arrugó las cejas.
– Perdón por lo que voy a decir a continuación... Juliana, ¿estás ciega? Vida podrá aguantar tu lado sentimental, pero yo no tanto. – Juliana se rió. – Claro que para gustarle a Valentina, ya vámonos. –

ESTÁS LEYENDO
ANTOLOGÍA
Romance|AU JULIANTINA| Juliana es una aspirante a supermodelo con deseos de ser una futura diseñadora, mientras que Valentina trabaja para una editorial con la que soñó trabajar desde siempre. En su viaje yendo ambas por la vida, juntas descubrieron que...