No te vayas.

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Decir que Graham era el hijo perfecto era quedarse corto, el muchacho siempre fue talentoso, aunque era un niño travieso, siempre tuvo buenas calificaciones, obedecía a sus padres y con frecuencia ayudaba al resto. Su madre lo amaba con el alma y mediante se acercaba la hora, pensaba en la personalidad casi infantil de su hijo, es habitación llena de juguetes, ¿estaba bien enviar al ejercito a quien a sus ojos era casi un niño?

Una cosa era la idea romántica de la valentía, una cosa era jugar a ser rudos en tiempos de paz, pero ¿qué pasaría si venía una guerra de verdad?, la mujer se aguantaba las ganas de llorar mientras secaba algunas lágrimas con el dorso de su mano. Graham se había pasado toda la última semana alegre, ahora descendía las escaleras llevando en su espalda un enorme bolso que su menudo cuerpo parecía a penas soportar.

"¿Habrá crecido lo suficiente para ese entonces?, es muy joven para ofrecerse a morir", pensó la mujer.

-No te vayas, Grems, no lo hagas- rogó la mujer entre lágrimas mientras abrazaba a su hijo con fuerza.

-¡Mamá!- reprendió el aludido con dulzura devolviendo el abrazo.

Cuando el padre, que le esperaba en el auto, tocó la bocina el hijo separó el abrazo.

-¿hay alguna forma de hacer que te quedes?-Preguntó en tono suplicante la mujer que le albergó en su vientre.

-No, mamá. – respondió el joven resuelto y depositando un último beso en la mejilla de su madre, para luego cruzar el umbral y cerrar la puerta para dirigirse al carro sin mirar atrás.

Su madre simplemente se limitó a observarle por la ventana y buscar algo de resignación, cuando los perdió de vista, se apresuró en busca de algo para limpiar la mucosidad que caía desde su nariz producto del llanto.

Una vez en el regimiento comenzó el examen por parte del médico, el proceso era vigilado por David y por Alex que estaban encargados del proceso de selección. El protocolo dictaba que el postulante debía desvestirse para ser analizado por el clínico quien buscaba cualquier tipo de problema principalmente los que pudiesen afectar a su sistema locomotor, así que el joven se encontraba desnudo frente a un grupo de desconocidos, mientras juzgaban si él era lo suficientemente bueno, comenzaron en busca de pie plano y luego, flectado, buscaron desviaciones de columna.

-¿No crees que eres muy Joven como para venir a aburrirte en un lugar como este?- preguntó el pelirrojo.

-No, señor- respondió Graham con la voz un poco cortada debido a la posición en la que se encontraba.

-Para ser honesto, no estoy muy seguro de que sea buena idea que te quedes, muchacho. ¿No te meterás en problemas, chico? - Indagó el de ojos azules mientras deslizaba sus dedos lentamente, pasándolos por sobre cada vertebra cubierta por aquella pálida piel comenzando por el atlas hasta llegar hasta el sacro. "perfectamente alineado, pensó"

Informe en mano Alex y compañía se retiraron para que el capitán meditara sobre la decisión final.

-Creo que no se quedará, me parece que es demasiado joven- Dijo el ojizarco

-Vamos, se ve que está entusiasmado, parece un buen elemento. –

-Tú tendrías que hacerte cargo. – Desafió.

-Por qué no.- aceptó guiñando un ojo y dando esa sonrisa tan suya.

Cuando volvieron a reunirse un pequeño gesto de sus párpados delató su problema de visión.

-¿Usas lentes?- Indagó Dave.

- Sí, señor. – Respondió el castaño frustrado por aquello que no podía controlar.

Rowntree volvió a hacer contacto visual con james quien hizo un gesto de aprobación.

-Estas dentro, ¡enhorabuena! – Decretó con la usual falta de emoción, al instante fue abrazado por un Coxon eufórico, el abrazo fue devuelto, la escena fue observada con desaprobación por parte de Alex James.

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