Reprensión

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Graham despertó temprano, Caroline le sintió y se levantó para prepararle el desayuno. Cuando estuvo listo para marcharse lo acompaño hasta el portón y le despidió con un abrazo.

Dave llegó muchísimo antes al trabajo, se encontraba solo ya que le consiguió a Alex un permiso para tomarse el día libre y le convenció de tomarlo a excusa de que le ayudaría a descansar. Esperó paciente, sentado y masticando su ira, eran muchas las cosas que le disgustaban, pero se sorprendió al notar que lo que le había pasado Caroline en la calle era un pelo en la cola comparado con lo afectado que se sentía de que dos cosas que sentía de su propiedad, virtualmente le traicionaran.

Intentó seducir a Graham y hacer que se acostara con él por el camino largo y difícil, pero él había cedido ante su esposa a menos de una semana de conocerla entregándose fácilmente y follando a la primera oportunidad con "SU" mujer.

Tal vez no era un chico tan inocente como parecía y esa suciedad de mente y comportamiento lejos de causarle rechazo, encendían su imaginación, mas la incursión de chico como amante en su propia casa le hacía enfurecer.

Graham llegó a la puerta de la oficina aún desconociendo que su jefe sabía que se había ausentado y sin saber lo que ocurrió mientras no vigilaba.

Tomo aire profundamente, suspiró y tocó la puerta.

- Adelante. - Dijo Dave sin preguntar de quien se trataba. El castaño entró y saludó sin lograr esconder correctamente la culpa y la vergüenza que sentía por haberse acostado con la esposa de su superior.

- Buenos días - Saludo con timidez

Dave simplemente le abofeteó con tal fuerza que logró que su cuerpo se doblara y aseguró la puerta.

El de lentes supuso que el otro se había enterado de todo, quiso fingir inocencia, pero las imágenes de los momentos de lujuria que vivió en aquella casa caían como cascadas, las maldades, las risas traviesas, los besos indecentes y las novedades rondaban su cabeza y le mareaban justo en ese instante. Se preparó para un segundo golpe, esta vez asumiendo responsabilidades y analizando las probabilidades y las formas de defenderse, pero su superior se quedó en silencio mirando al vacío

Se acercó lentamente le miró directo a los ojos sin expresión alguna

-Así que te gusta andar acostándote con prostitutas. - dijo con tono neutro, y en un movimiento rápido besó al chico a la fuerza, agarrando su mandíbula con fuerza y ciñéndole por la cintura.

- ¿Te gustó acostarte con mi señora?, vamos a ver que tal te va conmigo, dijo reduciéndolo con una llave y acorralándolo contra la pared, agarró la cabeza del contrario y la estrelló contra la muralla para besar su cuello y quitarle la camiseta, enterró sus uñas en sus hombros y le arrojó contra un escritorio. Manejarlo era fácil, se encontraba aturdido, mareado y shockeado.

- Me dije " uy, voy a respetar sus ciclos porque es chico y capaz que estas mierdas le causen miedo e incomodidad", pero ya ha salido a la luz que no eres más que una simple puta. - dijo mientras subía las piernas del contrario sobre sus hombros dejando su torso apoyado sobre el buró.

- Dave. ¿qué haces?, por favor, perdóname. - Rogaba Graham recibiendo un certero golpe en la cara que le dejó debilitado.

- Soy tu capitán, tu capitán, mocoso inútil de mierda. ¡Mira qué suerte, vas a poder probar quién folla mejor, si mi mujer o yo! - dijo el de ojos azules con una sonrisa falsa. - pero da igual porque te voy a hacer mierda, dijo rompiendo sus pantalones con un abrecartas particularmente afilado.

- Lo siento, por favor déjame ir - dijo el menor entre lágrimas.

- Lo siento. - remedó Dave. - Sabes que a mi mujer casi la violan y la matan por tu estúpida culpa. Tu negligencia te hace merecedor de las penas del infierno.

- Y me arrepiento, por favor no me haga daño. -dijo en medio de sollozos, por respuesta el pelirrojo le hizo un corte en la mejilla y comenzó a despedazar lo que le quedaba de ropa.

- No, Graham, las cosas no se arreglan así, ¿desde cuando las cosas se han arreglado arrepintiéndose y pidiendo disculpas?, las cosas se hacen o no se hacen, y si no hiciste la mierda que te ordené, te cagas.

- ¡Alex! - gritó el de lentes en busca de una ayuda que no llegaría

De pronto, aquel simple nombre logró hacerle reaccionar, observó a Graham quien le miraba aún de pie, temeroso, pero integro, con esa expresión de borrego de mierda, volvió a la realidad y se supo incapaz y sin ganas de hacer las estupideces que acababan de pasar por su cabeza poniéndole a él mismo como él más inhumano de los personajes de algún film de horror gore.

-Mañana te vas a pelear a la guerra. - Dijo seco. - Ve a despedirte de tu madre porque puede ser la última vez que la veas. Ponte a rezar con ella si es que puedes.

WarsawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora